Descartes: Dualismo, Existencia y Moral Provisional

El Dualismo Cuerpo-Alma

Hombre: El cuerpo se define como extensión y el alma como inextensa, dos realidades distintas. El cuerpo, incapaz de pensar, contrasta con el alma, esencia del ser humano, que puede existir independientemente. La existencia se fundamenta en el pensamiento: “Existo mientras no deje de pensar”, y este acto no depende de lo material. El alma controla las pasiones, sin dejarse dominar por ellas; sin alma, no hay sentimientos ni emoción. Se distinguen cualidades primarias (extensión, medibles, geométricas y objetivas) y secundarias (subjetivas, existentes en el pensamiento, productoras de sensaciones). Los cuerpos no se conocen por ser vistos o tocados, sino por ser entendidos o comprendidos a través del pensamiento. La materia está en constante movimiento, y el cuerpo humano se asemeja a una máquina, como un reloj.

La Existencia de Dios

Dios: Las ideas presentan una doble dimensión:

  1. Dimensión objetiva: Las ideas son imágenes de cosas u objetos reales.
  2. Dimensión subjetiva: Las ideas, consideradas en sí mismas, no pueden ser falsas.

Clases de ideas:

  1. Adventicias: Provienen del exterior.
  2. Facticias: Creadas por el sujeto.
  3. Innatas: Inherentes al sujeto, nacen con él.

No se puede concebir a Dios sin existencia. Si se concibe que Dios es absolutamente perfecto e infinito, esta idea no puede proceder del ser humano, que es finito e imperfecto. Descartes concluye: “Del hecho de que yo posea una cierta idea de un ser perfecto, es decir, Dios, se demuestra que Dios existe”. Solo Dios, al crearme, pudo poner la idea de sí mismo en mí, ya que, siendo yo incompleto e imperfecto, no podría tener por mí mismo la idea de perfección. Nada podría conocerse perfectamente antes de haberlo conocido a Él.

Moral Provisional

Moral: Buscando la felicidad y la tranquilidad, Descartes construye una moral provisional basada en las siguientes reglas:

  1. Someterse a las costumbres y normas del país.
  2. Ser firme y resuelto en las acciones.
  3. Desear lo que se puede alcanzar y olvidarse de lo imposible.
  4. Dedicar la vida a cultivar la razón y progresar en el conocimiento de la verdad.

San Agustín: Verdad, Dios y la Huella Divina

San Agustín: Dios es el objetivo fundamental de la filosofía de San Agustín. El ser humano encuentra en su propia razón verdades necesarias y universales. La primera es la aspiración humana a la verdad y la felicidad. También los primeros principios de la razón, matemáticos, ideas como el bien, la justicia, la belleza, la igualdad… son verdades eternas, inmutables y con validez universal; es decir, son necesarias y, al ser necesarias, requieren un ser necesario: Dios. El concepto de verdades eternas tiene un sentido plenamente racional.

Las Ideas Ejemplares y las Razones Germinales

  1. Ideas ejemplares: Influenciado por Platón, San Agustín sitúa la inteligencia en lo divino. En la mente divina están presentes los modelos de cada una de las cosas. Dios irá otorgando realidad a sus ideas ejemplares; somos imagen de Dios.
  2. Razones germinales: La materia lleva en sí misma las raíces de las cuales se originan las cosas. Dios ha imprimido una huella en cada cosa, que posee su razón germinal.
  3. Ejemplarismo divino: La huella de Dios está doblemente impresa: a) porque responde a sus ideas ejemplares y b) porque se originan a partir de las semillas impresas por Él en la materia. Es en el ser humano donde la huella divina se hace más evidente.

Santo Tomás: La Existencia de Dios Demostrada por la Razón

Santo Tomás: Necesidad de demostrar la existencia de Dios. Todos los seres del universo son contingentes, es decir, pueden existir o no. Lógicamente, no pueden ser causa o razón única de su existencia. Santo Tomás critica el argumento ontológico de Anselmo de Canterbury, que parte de la premisa de que Dios es el ser perfectísimo y, por lo tanto, debe existir. Si partimos de una existencia pensada, solo podemos llegar a una existencia pensada, no real. Propone cinco vías para demostrar la existencia de Dios:

Las Cinco Vías

  1. El movimiento: Todo lo que se mueve o cambia exige un primer motor; ese primer motor debe tener una causa exterior a sí mismo.
  2. La causalidad: La causa primera de la que derivan todos los seres y efectos es Dios.
  3. La contingencia: Todas las cosas son contingentes, pero lo contingente no puede existir en razón de sí mismo.
  4. Los grados de perfección: Hay un grado máximo de perfección: Dios.
  5. La teleológica: Existe un ser que dirige las cosas a su fin; este ser es Dios.

Interpretación de las Cinco Vías

Demostración a posteriori: la noción de Dios procede de la fe y es anterior a la argumentación de las vías. Estas confirman que la reflexión racional sobre la experiencia no contradice el contenido de la fe, sino que lo confirma. La fe es una virtud teologal, un don de Dios otorgado por su benevolencia a quien interroga, pregunta y reflexiona. La demostración de las vías muestra hasta dónde la razón debe llegar con su lógica, y para sus limitaciones se ofrece el camino de la fe.