Introducción

El texto de Kant nos invita a reflexionar sobre la necesidad del pensamiento autónomo, utilizando la razón y liberándonos de la pereza intelectual. A diferencia de las teorías filosóficas anteriores que cuestionaban la razón, Kant se propone analizarla como la herramienta que nos conduce a la autonomía. Para ello, su filosofía se centra en responder a tres preguntas fundamentales: ¿Qué puedo conocer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me cabe esperar?

La Crítica de la Razón Pura: ¿Qué puedo conocer?

Con la Crítica de la Razón Pura (CRP), Kant busca determinar los límites del conocimiento humano y las posibilidades de la ciencia como saber universal y necesario. Establece que la ciencia se compone de afirmaciones o juicios, clasificándolos en:

  • **Analíticos:** Evidentes y no aportan conocimiento nuevo.
  • **Sintéticos:** El predicado no está incluido en el sujeto, añaden conocimiento nuevo y requieren experiencia para ser conocidos.

Además, Kant distingue entre juicios:

  • **A priori:** Su verdad es independiente de la experiencia.
  • **A posteriori:** Su verdad se conoce a partir de la experiencia.

Para que la ciencia exista, deben existir los **juicios sintéticos a priori**. La CRP establece tres facultades en nuestro conocimiento: **sensibilidad, entendimiento y razón**. Kant aplica su análisis a cada una de ellas:

Estética Trascendental: La Sensibilidad

La sensibilidad es la facultad que capta impresiones, produciendo una intuición sensible. El sujeto organiza estas impresiones a través de las **formas a priori de la sensibilidad**: el espacio y el tiempo. Estas síntesis se denominan **fenómenos**.

Analítica Trascendental: El Entendimiento

El entendimiento piensa mediante conceptos los datos obtenidos en la intuición sensible. Aplica a los fenómenos las **categorías** (juicios sintéticos a priori), creando **conceptos**. Las categorías hacen posible la física como ciencia.

Dialéctica Trascendental: La Razón

La razón es la facultad suprema de unificación del conocimiento. Busca el **noúmeno**, aquello de lo que no tenemos experiencia sensible. Las **ideas** son el objeto de la razón, funcionando como estímulo para ir más allá y preguntarse sobre Dios, el alma y el mundo. Estos son los objetos de la metafísica, que no provienen de la experiencia, por lo que la metafísica no es ciencia.

La Crítica de la Razón Práctica: ¿Qué debo hacer?

Aunque la metafísica no sea ciencia, Kant no niega la existencia del alma o de Dios, sino que los considera **postulados**. Por ejemplo, la libertad es necesaria para la moral autónoma, la inmortalidad del alma para la voluntad y Dios como la unión perfecta entre virtud y felicidad.

Ética Material vs. Ética Formal

Kant critica la **ética material**, donde la bondad o maldad depende de un bien supremo. Esta ética es empírica, hipotética y heterogénea. En contraste, propone la **ética formal**, basada en el deber, a priori, universal, categórica y autónoma. El valor moral reside en la intención de la acción.

Imperativo Categórico

Kant establece el **imperativo categórico**: actuar de tal forma que la máxima de nuestra acción pueda convertirse en ley universal. El hombre es un fin en sí mismo, no un medio para un fin. Distingue entre imperativo hipotético (condicionado a un fin) e imperativo categórico (incondicional).

¿Qué me cabe esperar?

Kant considera racional esperar tres fines, aunque no puedan ser demostrados científicamente: la felicidad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios. La moral conduce a la religión, que fundamenta la voluntad. El triunfo del bien sobre el mal y la paz perpetua son ideales a los que se aspira a través de la razón.

Conclusión

La filosofía kantiana nos invita a un análisis riguroso de la razón, la moral y la esperanza. A través de la crítica, Kant busca establecer los límites del conocimiento y fundamentar una ética universal basada en el deber y la autonomía. Su pensamiento ha tenido una profunda influencia en la filosofía occidental y sigue siendo relevante en la actualidad.