Introducción a la Antropología Filosófica y la Persona Humana
INTRODUCCIÓN A LA ANTROPOLOGÍA
1. Génesis y desarrollo de la Antropología filosófica
Todo hombre y toda mujer, se pregunta sobre sí misma, busca saber lo que es o, quien es, y responder a las preguntas fundamentales de la existencia. Existe un tipo de respuesta especial: la filosófica. Se ha buscado ir más allá de la respuesta individual elaborando un saber que respondiese con profundidad y con radicalidad. Este saber es la antropología filosófica.
La perspectiva de los filósofos en relación con el estudio del hombre ha variado con el tiempo. La reflexión se centró en el alma.
La llegada del Renacimiento y el advenimiento de la filosofía moderna a través de Descartes supuso un cambio importante. Se dio un impulso a los estudios sobre el hombre y no solo sobre el alma. Descartes insistió en la dimensión subjetiva e interior de la persona.
El asentamiento de la antropología filosófica no resultó fácil pues se vio cuestionada. Un cuestionamiento radical pues lo que se ponía en duda era la misma posibilidad de la antropología filosófica.
La multiplicación y especialización de los saberes supone un gran beneficio desde el punto de vista técnico y cognoscitivo, pero requiere una visión de conjunto que dé razón del hombre. El objetivo es aportar una visión sistemática e integral de la persona desde una perspectiva filosófica: el personalismo.
2. Características de la Antropología filosófica
Las características que debe poseer la reflexión filosófica sobre el hombre:
- Explicativa: busca explicar y entender. No le basta con describir lo que sucede o lo que se observa, hay que llegar al fondo de las cosas.
- Metafísica u ontológica: existen muchas concepciones filosóficas sobre el hombre; la correcta lo entiende como un ser subsistente, permanente y radicado en el ser.
- Integral: debe ofrecer una visión del hombre que tenga en cuenta todos sus aspectos y dimensiones. La misión de la filosofía es considerar al hombre de modo global. Existen, antropologías filosóficas que adoptan una actitud reduccionista porque se centran de manera exclusiva en un aspecto de la persona. La antropología filosófica debe tener en cuenta los desarrollos de las otras ciencias que aportan conocimientos sobre el hombre.
- Científica: es un saber científico. Hasta comienzos del Siglo XX el concepto de ciencia se redujo y se identificó de manera errónea con este tipo de ciencias.
- Experimental: la antropología filosófica surge del análisis de la experiencia humana. Es una reflexión sobre el hombre y su vida.
3. Una antropología filosófica personalista
El personalismo se caracteriza por ser una filosofía realista y se encuadra, dentro de lo que se suele denominar filosofía clásica. Se estructura radicalmente en torno a la noción de persona. Existen diferentes tipos de personalismo que, poseen diferencias relativamente significativas.
4. Novedades metodológicas
Esta división en partes y capítulos responde a una concepción teórica profunda enraizada en el personalismo y, en el personalismo ontológico moderno.
a) Punto de partida en la persona: Contrario a la tradición, que parte de una escala ascendente, el enfoque personalista inicia la antropología
directamente desde la persona, desafiando la visión griega del hombre como un animal racional.
b) Experiencia integral: Se adopta el método filosófico de la experiencia integral, analizando la realidad como una vivencia compleja que involucra dimensiones objetivas y subjetivas, integrando inteligencia y sentidos.
c) Novedades antropológicas: Se presentan temas novedosos como la estructura tridimensional de la persona, la importancia de la afectividad, la atención a la dimensión subjetiva del conocimiento, la concepción de la libertad como autodeterminación, la consideración de la acción como prolongación activa de la persona, el estudio detallado de las relaciones interpersonales y la insistencia en la temporalidad como parte fundamental de la persona.
d) Unidad y diversidad de la persona: Se destaca la unidad de la persona, evitando la separación entre el sujeto y sus facultades, enfatizando que la persona es libre en su totalidad y que la inteligencia y la voluntad son dimensiones del sujeto, no entidades autónomas.
e) El diagrama de la persona: Se propone un diagrama pedagógico para visualizar la estructura fundamental del hombre, facilitando la comprensión de la estructura tridimensional de la persona, la importancia de la afectividad y el papel unificador del yo.
f) Prioridad de la persona sobre la relación: Aunque se reconoce la importancia de las relaciones interpersonales, se establece, según el personalismo ontológico moderno, que la persona tiene prioridad sobre la relación. El texto aborda primero la persona y luego las relaciones interpersonales.
LA PERSONA Y SU DIGNIDAD. DIAGRAMA DE LA PERSONA Y MANUAL.
1. ¿Qué significa ser persona?
Es posible definir a la persona. La persona es la sustancia individual de naturaleza racional (Boecio). Esta definición pone de relieve muchos aspectos esenciales del ser humano: La sustancialidad, el hecho de que subsiste en los cambios y tiene consistencia; La individualidad y la naturaleza racional. La definición de Boecio cumple, las reglas de la lógica. El género es la sustancia y la diferencia específica la racionalidad.
Los límites que presenta esta definición son fundamentalmente de dos tipos:
- La caracterización del hombre como sustancia
- La falta de mención expresa a características esenciales de la persona.
Algunos opinan que donde dice naturaleza racional debería leerse en realidad naturaleza espiritual.
a) En las definiciones-descripciones del personalismo se rechaza la posibilidad de definición del hombre. El personalismo, ha rechazado esa posibilidad por los siguientes motivos:
- Una conciencia mayor de la complejidad de la persona.
- La insistencia en el carácter personal de la realidad humana que parece deformarse si se encierra en los términos de una definición general.
- La relativa inutilidad de una definición en una sociedad compleja.
- La actitud de rechazo hacia las definiciones formales.
Los personalistas rechazaron encerrar lo existente en las redes de la racionalidad. Y esto significa, que el hombre no es racionalmente explicable, sino al contrario porque es más que mera razón instrumental. Definir al hombre puede conllevar el peligro de que, si algo no aparece en la definición, no se estudie. De este planteamiento han surgido fundamentalmente dos tipos de textos: las definiciones-descripciones que pueden ser más o menos explícitos, y una descripción más detallada de las características del ser personal.
b) Principales notas fenomenológicas: que caracterizan a la persona son las siguientes:
- Substancialidad-subsistencia. La persona es un ser con una densidad existencial tan fuerte que permanece en sí misma a través de los cambios. La persona es siempre la misma, aunque cambie el mundo a su alrededor y ella
misma cambie. - Intimidad-subjetividad. Lo que permanece en los cambios de la persona es un “quien”, un “alguien”, una realidad profunda con una gran riqueza interior que se manifiesta y se ejercita a través de cualidades específicas: la sensibilidad, los afectos y sentimientos, la conciencia de sí. La persona se concibe como un ser autónomo, consciente de sí e independiente, capaz de decidir sobre sí mismo y ponerse frente al mundo.
- Ser corporal, espacial y temporal. La persona posee una dimensión material y corporal, es subjetividad e intimidad, pero en un cuerpo concreto, físico y determinado, es “alguien corporal”.
- El espacio: la persona se mueve en un espacio físico, geográfico y humano que le resulta necesario para vivir.
- El tiempo: la persona es un ser en constante evolución; tiene un tiempo de vida que va discurriendo y que le hace dinámico y proyectivo. La persona se sitúa siempre frente al tiempo del que dispone en una lucha constante y paradójica.
- Apertura y definición. Aunque la persona tiene una vida propia, personal e intransferible, no es un ser cerrado en sí mismo, sino abierto, que necesita trascenderse y salir de sí para desarrollarse. Todos los hombres necesitan salir de sí y hacerse don para los otros si quieren realizarse y lo hacen, a través de sus capacidades y facultades elevadas y espirituales: la afectividad, la inteligencia y la libertad. El hombre se relaciona con la realidad en tres niveles fundamentales: las cosas, las relaciones interpersonales y Dios, y esa relación se establece en dos direcciones: recepción e influencia.
- Hombre y mujer. Hablar de persona supone colocarse en un cierto nivel de abstracción porque existen dos modalidades diversas de persona humana: el hombre y la mujer. Las cuales aportan una maravillosa diversidad de misterio y complementariedad. El hombre y la mujer son iguales, pero el modo específico en que se constituye su ser personal es distinto en sus manifestaciones concretas.
2. La dignidad de la persona.
La persona es el ser digno por excelencia. A pesar de la perfección intrínseca del universo y de los organismos naturales que la ciencia nos muestra, la persona humana los supera porque se sitúa en un plano distinto y superior:
el de la personalidad y el espíritu. Por eso solo la persona es signa en sentido radical.
La dignidad de la persona es una perfección intrínseca y constitutiva, siendo una condición radical que depende de la existencia y características esenciales de ser persona. Su valor es absoluto y no puede ser instrumentalizado, ya que posee una perfección intrínseca que la hace valiosa por el simple hecho de existir.
Esta dignidad es el fundamento de los derechos humanos, manifestándose en obligaciones positivas de buscar el bien de la persona y no utilizarla como un mero instrumento para otros fines. La persona es un valor en sí misma, superior a cualquier otro valor en el entorno, y esta realidad se traduce jurídicamente en la existencia de derechos fundamentales.
La dignidad de la persona implica que cada individuo es único e irrepetible, independientemente de sus condiciones físicas o intelectuales. Esta unicidad se destaca en la familia y en relaciones basadas en el amor, llevando a una reelaboración de las nociones de individuo y especie.
Históricamente ligada al cristianismo, la afirmación de la dignidad de la persona ha sido adoptada como un valor civil universal. Aunque reconocida generalmente, aún se tiende a restringir esta condición en situaciones de vulnerabilidad. La Iglesia continúa su tarea de defender la dignidad de toda persona, contribuyendo a su
reconocimiento y protección.
LOS DERECHOS HUMANOS
La exploración de los Derechos Humanos desde una perspectiva antropológica revela una conexión intrínseca entre la condición humana y la construcción de sistemas normativos. La antropología, como disciplina que busca comprender la diversidad cultural y la experiencia humana, proporciona una lente única para analizar la universalidad de los derechos y su manifestación en contextos culturales diversos.
Desde el enfoque antropológico, los Derechos Humanos no son simplemente un conjunto de principios abstractos, sino que están arraigados en las prácticas sociales, las estructuras familiares, las tradiciones y las cosmovisiones de comunidades específicas. Cada sociedad desarrolla sus propias interpretaciones de la dignidad humana y la justicia, influyendo en la manera en que conciben y aplican los derechos fundamentales.
La antropología resalta la relatividad cultural y la historicidad de las percepciones sobre los derechos. Examina cómo diferentes culturas abordan cuestiones como la libertad, la igualdad y la justicia, y cómo estas nociones evolucionan a lo largo del tiempo. Al hacerlo, desafía las nociones de universalidad absoluta, subrayando la importancia de comprender los derechos en sus contextos específicos.
Además, la antropología destaca la interconexión entre los derechos y las identidades culturales. Examina cómo las prácticas culturales y las creencias influyen en la protección o violación de los derechos individuales y colectivos. A través de estudios etnográficos, se revela cómo las estructuras de poder, las relaciones de género y las dinámicas económicas impactan en la realización efectiva de los Derechos Humanos.
El diálogo entre la antropología y los Derechos Humanos también destaca la importancia de la participación comunitaria en la definición y defensa de los derechos. La antropología aboga por enfoques inclusivos que involucren a las comunidades locales en la formulación de políticas y la implementación de medidas que afectan, directamente a sus vidas.
LA PERSONA Y LA NATURALEZA
La persona frente a la naturaleza
En el mundo encontramos cuatro tipos de seres: minerales, vegetales, animales, seres humanos. Existen muchas interpretaciones sobre su interrelación, El cristianismo desacraliza el mundo y Occidente consolida una visión ascendente: la dignidad y el valor es progresivo. También es el modo de verlo desde la filosofía de la persona o personalismo, Kant hace una distinción entre las personas y las cosas. Hay un salto esencial entre personas y el resto de los seres. Su fundamento es la dignidad– dimensión espiritual (no necesariamente religiosa).
El dominio del hombre sobre el planeta: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine a los peces del mar, a las aves del cielo, a los animales domésticos y a todo animal que se arrastra sobre la tierra.” Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen suya lo creó, hombre y mujer los creó. “Génesis” Se puede transformar en explotación.
El movimiento ecológico. Nacimiento.
El hombre no puede destruir el planeta, resulta en perjuicio suyo y del medio ambiente. Esta destrucción es posible por el aumento de la capacidad tecnológica, antes era inviable. El planeta debe ser protegido, aunque eso cueste esfuerzos y así nacen los movimientos ecologistas.
El movimiento ecológico. Consolidación.
La creciente fuerza de movimientos ecologistas dio lugar a comienzo de influencia en el poder político, apareciendo los partidos “verdes”, la presencia global de políticas ecologistas a Nivel Mundial con protocolos de reducción de emisiones, y el inicio de las propuestas animalistas, que buscan equiparar a los animales con el hombre.
Ley del péndulo:
Las ideas novedosas, que detectan un problema real, una vez que superan el rechazo inicial y toman impulso, pueden tomar una inercia que las conduzca al extremo opuesto generando problemas y desequilibrios no buscados en sus objetivos iniciales. Especismo, biocentrismo, personas no humanas.
El especiesismo es una forma de discriminación basada en la pertenencia a una especie. Implica tratar a los miembros de una especie como más importantes que los miembros de otras moralmente, aunque sus intereses
sean equivalentes. El término es un neologismo acuñado en 1970, y está definido en el Diccionario de la lengua española como «discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores» o «creencia según la cual el ser humano es superior al resto de los animales, y por ello puede utilizarlos en beneficio propio». El término es usado por los defensores de los derechos de los animales, quienes lo comparan o lo colocan al mismo nivel que el racismo y el sexismo, argumentando que pertenecer a una especie no tiene significancia moral.
Biocentrismo: El antropocentrismo ético considera moralmente relevante sólo al ser humano, a la vez que a los animales y el resto de la naturaleza como portadores de un valor utilitario. Por el contrario, la ética biocéntrica pretende considerar moralmente relevantes, a toda la naturaleza y sus seres vivos. En su planteamiento, contempla la defensa de la relevancia moral de toda la naturaleza, la que compartiría con el ser humano la especial característica de ”estar viva”. De ahí el nombre biocentrismo: una ética centrada en la vida de todo organismo individual, donde cada uno tiende a su realización, a su desarrollo y florecimiento.
Con este planteamiento, el biocentrismo saca del centro de la escena al hombre, para ponerlo en relación y en contacto directo con el resto de las entidades de la naturaleza, como una especie más interrelacionada con el árbol de la vida darwiniano. La ética daría relevancia moral a todos los seres vivos, y con Albert Schweitzer, declara: “yo soy vida que quiere vivir, y existo en medio de vida que quiere vivir.”
Personas no humanas/ Seres humanos no personas.
- Personas: mamíferos superiores y quizás ballenas, delfines, elefantes, perros, cerdos y otros animales.
- Intersección entre personas y seres humanos: Seres humanos autoconscientes y racionales.
- Seres humanos: miembros de la especie humana no racionales: fetos, embriones, personas en coma.
Personas no humanas.
“La prueba de que son personas es hoy en día más concluyente para los mamíferos superiores, pero con el tiempo se podrá demostrar que otros animales también son conscientes de su propia existencia en el tiempo y pueden razonar. Por tanto, también se les tendrá que considerar personas” (Peter Singer). Los animales superiores tienen más dignidad que los fetos, embriones o personas en coma, porque su nivel de autoconciencia es mayor.
“Derechos” de los animales.
El último (posible) extremo del péndulo sería la concesión de derechos a los animales, no solo respeto, sino derechos en un modo similar a los derechos humanos. Los movimientos animalistas radicales caminan en esa dirección (PACMA) y tuvieron una primera formulación en la “Declaración Universal de los Derechos de los animales”. La dignidad está asociado al valor específico y único del ser humano.
LA PERSONA, ALGUIEN CORPORAL
1. La persona: alguien corporal
El cuerpo es la dimensión material-orgánica de la persona, su primera manifestación y su faceta más externa, pero también tiene un carácter subjetivo, psíquico y hasta espiritual. El cuerpo no es ni una cosa, ni un instrumento al modo platónico, es el mismo hombre en su aparición externa, la frontera física de la persona, el horizonte entre el mundo material y el misterio del yo personal. Por eso se le debe un respeto ya que es la epifanía de la persona. Tocando a un cuerpo tocamos a la persona, acariciando un cuerpo acariciamos a la persona, despreciando un cuerpo despreciamos al hombre o mujer que son ese mismo cuerpo.
2. Otras visiones
El personalismo ha pretendido resaltar el valor del cuerpo sin dañar a la unidad de la persona. La relación entre el cuerpo y la persona, o entre el alma y la materia, ha estado sujeta a lo largo de la historia a interpretaciones. En algunos casos se ha primado lo espiritual sobre lo corporal, como el marxismo, y en otros se han primado las dos cosas, pero ha salido perjudicada la unidad.
a) Dualismos. Las posturas dualistas han explicado al hombre a través de su división en dos realidades separadas: la materia y el espíritu. Existen muchas modalidades de dualismo. Un ejemplo paradigmático de dualismo espiritualista lo proporciona Platón: Para Platón, lo esencial del hombre es el espíritu, el alma, hasta el punto de que considera que las almas preexisten a los cuerpos en algún lugar y, son encerradas dentro de un cuerpo y enviadas a la tierra. Otro ejemplo de dualismo lo proporciona la filosofía de Descartes. Su búsqueda de una certeza matemática al modo de las ciencias experimentales le condujo a través de la duda universal al “cogito” como punto inicial de su filosofía.
b) Monismos. Otro modo histórico de resolver el problema de la relación alma-cuerpo ha sido el de anular uno de los miembros de la ecuación. Es evidente que, eliminando o reduciendo al máximo bien la corporalidad bien la espiritualidad, se resuelve el problema de la complejidad humana y, desaparece el problema de explicar la unidad. Según el elemento que se elimine, esta opción conduce a monismos de tipo espiritualista o materialista.
En los últimos siglos han prevalecido sobre todo los monismos de tipo materialista, favorecidos por el avance espectacular de las ciencias experimentales y de la técnica que condujeron a una hipervaloración del mundo físico-material.
3. Cómo es el cuerpo humano
a) Cuerpo humano y cuerpo animal. La principal característica que diferencia el cuerpo humano del cuerpo de los animales es la no especialización. Todos los animales tienen cuerpos perfectamente preparados para llevar a cabo determinadas tareas. El hombre, tiene una flexibilidad que, le permite realizar mejor que los animales las mismas tareas. Por eso se puede decir que la no especialización del cuerpo humano es en cierto sentido como la libertad corporal o la base corporal de la libertad.
La no especificación, se conjuga con la existencia de estructuras corporales especiales que solo se dan en el hombre y que hacen en él un animal atípico. Una de las estructuras corporales exclusivas del ser humano más importante son las manos. También se puede hacer referencia a la estructura vocal, que es singular y sofisticada y permite al hombre emitir sonidos y palabras y crear los lenguajes.
Este conjunto de cualidades nos permite concluir que el cuerpo humano es distinto del animal. El cuerpo humano se diferencia del animal en que “está configurado para cumplir funciones no orgánicas”.
b) La actividad corporal y su relación con el yo. El cuerpo no es algo inerte ni meramente exterior, es una realidad viva, con una cierta autonomía y leyes propias. Desde una perspectiva filosófica lo que nos interesa es constatar de modo sumario una serie de cuestiones. La primera es que existen diversos niveles de actividad biológica y corporal en los que el yo, influye de manera distinta; En algunos niveles, esa intervención es mínima. En otros niveles intermedios, la relación cuerpo-mente es mayor.
También es importante recalcar que nunca se dan procesos ni meramente corporales ni meramente espirituales.
Ambos se necesitan mutuamente y se influyen de modos muy diversos. La relación entre cuerpo y yo, no se limita a una mera necesidad recíproca; es algo misterioso y profundo que nace de las múltiples relaciones que existen entre la subjetividad humana y los diversos niveles de la corporalidad.
Pero no solo el cuerpo influye en el alma, también sucede lo contrario. La influencia de las enfermedades mentales en algunos aspectos de la actividad corporal es algo conocido, pero existen caminos todavía más ocultos, aunque reales.
c) La dimensión antropológica del cuerpo. Es un aspecto esencial de la vida que tiene multitud de facetas. EL rostro: en los rostros de los demás descubrimos su intimidad, su actitud ante nosotros, su estado de ánimo. La belleza es otra de las dimensiones esenciales del cuerpo. El vestido es otro fenómeno relacionado con el cuerpo.
El contacto corporal buscado es muy importante porque pone en relación especialmente directa y profunda a las personas. Todos estos aspectos, tienen su reflejo en lo que se denomina lenguaje corporal.
Un aspecto importantísimo en la antropología del cuerpo es la diferenciación entre el cuerpo del hombre y de la mujer:
- El cuerpo del hombre y de la mujer son distintos de manera profunda, no solo superficial. Las dimensiones y acciones corporales no tienen el mismo valor ni significan lo mismo en un hombre o una mujer.
- La relación global con su cuerpo es distinta. La del hombre es más instrumental. La mujer se identifica más con su cuerpo.
PERSONA E IDENTIDAD SEXUAL
Persona masculina. Persona femenina.
Podemos definir la unidad personal en distintas dimensiones, destacando el cuerpo como una entidad antropológica, su manifestación como parte integral de la identidad, la relevancia del psiquismo como energía vital y la imperante necesidad de autorrealización e integración en el individuo.
La distinción entre persona masculina y femenina se presenta como un hecho empírico observado a lo largo de diversas épocas y culturas. Este fenómeno no solo define la biología de la especie “homo” sino que también fundamenta las estructuras sociales humanas, subrayando la complementariedad biológica y psicológica, así como la importancia de la fecundidad.
Se pueden abordar tres interpretaciones recientes de esta dualidad. Primero, la igualdad esencial y la distribución de roles, donde abandonamos la postura histórica de superioridad masculina. La influencia del movimiento feminista impulsa la igualdad social, y la asignación de roles específicos se realiza considerando características distintivas de hombres y mujeres, especialmente en la familia moderna. En segundo lugar, nos encontramos con la igualdad y la modalización sexuada desde una perspectiva personalista.
La sexualidad se considera desde una perspectiva biológica y personal. Aunque se nace hombre o mujer, el desarrollo de la identidad de género se ve influenciado por la sociedad y la cultura. Los rasgos comunes entre hombres y mujeres coexisten, pero se experimentan de manera única, dando lugar a la modalización que caracteriza la masculinidad y la feminidad. Los rasgos masculinos y femeninos no se dan de modo absoluto, y no existen rasgos exclusivos de lo femenino o lo masculino.
En la modalización sexuada, se exploran diversos aspectos que distinguen la experiencia entre los géneros, y estos abarcan desde aspectos físicos hasta patrones de comportamiento social. Este enfoque detallado nos permite comprender mejor cómo la identidad de género influye en diferentes aspectos de la vida cotidiana.
En la modalización sexuada se examina la posible existencia de diferencias en la estructura y funcionamiento cerebral entre hombres y mujeres, la apreciación estética y los estándares de belleza se exploran desde las perspectivas masculina y femenina, destacando las posibles diferencias en la percepción de la belleza entre los géneros. Se va más allá de la anatomía para explorar cómo se experimenta la corporalidad en términos de rasgos faciales masculinos y femeninos. También se examina la elección de vestimenta como un aspecto de la modalización sexuada, considerando cómo la sociedad atribuye significados y expectativas diferentes a la moda masculina y femenina. Y se analiza cómo las responsabilidades y roles asociados con la paternidad y la maternidad contribuyen a la construcción de la identidad de género.
En la Modalización sexuada, sociabilidad, se investiga cómo se manifiesta la sociabilidad en hombres y mujeres, considerando posibles diferencias en las interacciones sociales. Se examina el estereotipo de la competencia y colaboración en relación con la sociabilidad, cuestionando si existe una mayor sociabilidad en hombres o mujeres.
Se presentan reinterpretaciones de las observaciones sociales, como la mayor sociabilidad de las mujeres en grupos pequeños y la disposición de los hombres hacia la integración en grupos grandes. Y se explora la dicotomía entre igualdad y equidad, así como entre comunión y agencia-ejecución, resaltando cómo estos conceptos pueden asociarse a lo femenino y lo masculino, respectivamente.
En tercer lugar, la sexualidad como construcción cultural, según la teoría Queer. Se plantea que las identidades sexuales son construcciones culturales, y el género se percibe como un producto de decisiones personales o influencias sociales, con la posibilidad de ser modificable y fluido a lo largo de la vida. Aunque la doctrina Queer no es feminista, se opone a fijar una identidad femenina real. Resaltaré los desafíos y controversias asociados con estas interpretaciones, especialmente en el contexto de las leyes trans, donde colectivos feministas expresan preocupaciones sobre posibles impactos en el ámbito deportivo y la disolución de logros obtenidos por mujeres.
Por último, la postura de la Asociación contra el borrador de la mujer, que aboga por eliminar la discriminación basada en la sustitución de la categoría sexo por “identidad de género,” argumentando en contra de la esencialización del género y su papel en la perpetuación de la subordinación femenina. Este análisis se cierra con una referencia a una entrevista relevante con el jefe de Psiquiatría infantil del Gregorio Marañón.
IMAGINACIÓN, MEMORIA Y TENDENCIAS
1. La memoria
La memoria: la podríamos definir como la capacidad de almacenar en algún lugar escondido del alma las vivencias que realizamos o experimentamos junto con su contenido: desde las sensaciones hasta realidades más complejas y estructuradas como los conocimientos científicos, el lenguaje y experiencias vitales o afectivas.
a) La estructura de la memoria. La memoria humana está dividida en tres estructuras relacionadas entre sí por mecanismos de control.
La primera estructura la constituye el llamado sistema o registro sensorial donde se registra, toda la información sensorial que llega de los órganos de los sentidos. En realidad, hay un registro para cada órgano. La segunda estructura es la memoria a corto plazo que es propiamente memorística por la que el sujeto almacena en su subjetividad, unas informaciones específicas seleccionándolas de entre muchas otras.
La memoria a corto plazo decae en un período de 15 segundos a dos minutos y, el sujeto también debe decidir si esta información se almacena en la memoria a largo plazo, el sistema más profundo, complejo y persistente de acumulación de información que posee el hombre.
b) Memoria e identidad personal. Esta relación se pone ya de manifiesto en los procesos de control mediante los que la persona decide qué sector de la información se va a almacenar en su interior y va, a constituir su subjetividad y ser un punto de referencia en sus actividades futuras. Desde un punto de vista diverso, el esfuerzo voluntario por aprender a desarrollar nuestra memoria a largo plazo y nos permitirá disponer de más recursos intelectuales y experimentales a lo largo de nuestra vida. Pero la relación más directa con la identidad personal se pone de manifiesto en que la memoria no solo encontramos objetos o experiencias, sino a nosotros mismos.
2. La imaginación
La imaginación es un conocimiento representativo que re-presenta o re-produce interiormente un objeto independientemente de su presencia física. En el hombre existen diversos tipos de imágenes.
- Post imágenes
- Imágenes de memoria: es el concepto clásico de recuerdo.
- Imágenes hipnagógicas e hipnopómpicas
- Imágenes eidéticas = imágenes de imaginación: son formas plásticas de memoria que se pueden alejar de su origen perceptual y que pueden o no estar sujetas al control de la voluntad.
Existe también otros fenómenos relacionados con el mundo de la imaginación. La sinestesia consiste en que una determinada modalidad sensorial suscita una reacción sensorial de otro tipo. Las alucinaciones son percepciones falsas o aparentes. Las ilusiones son percepciones incorrectas, es decir, manifiestan una percepción distorsionada, pero de algo que está realmente presente. La denominada imagen corporal hace referencia a la idea que todos tenemos de nuestro cuerpo, de su estructura y dimensiones.
En las imágenes de memoria y de imaginación radica lo que podemos denominar funciones antropológicas de la imaginación.
- Las imágenes de memoria son esenciales para dar continuidad a la sensibilidad.
- La imaginación tiene, una importantísima función creativa.
- Por último, la imaginación juega también un papel muy importante en la elaboración del concepto y, en el paso del nivel cognoscitivo sensible al intelectual.
3. Las tendencias.
El hombre, interactúa con él de forma activa. No es un mero receptáculo de formas externas, sino un organismo que tiene sus necesidades y sus
aspiraciones, sus deseos y sus proyectos.
a) Instintos animales y tendencias humanas.
b) Características de las tendencias. Son las siguientes:
– Plasticidad: las tendencias humanas, a diferencia de los instintos, son flexibles y variadas
– Variabilidad: las tendencias no solo son flexibles, también son variables. Esto que significa, que pueden crecer en intensidad o debilitarse, pero, que el hombre puede, crearse o eliminar necesidades.
– Esquema abierto: ya hemos aludido a esta característica que distingue a los hombres de los animales.
– Necesidad del aprendizaje y formación de hábitos y pautas de conducta: podría pensarse que una ventaja del instinto es que libera del aprendizaje. Algunos de ellos pueden parecer exclusivamente mecánicos, pero siempre dependen de la actividad global del yo, que interviene si lo considera necesario.
TEMA 9: AFECTIVIDAD PSÍQUICA Y ESPIRITUAL
1. La afectividad psíquica
El estudio de la afectividad psíquica y espiritual se sumerge en la comprensión de emociones, sentimientos y pasiones, destacando la importancia de definir con precisión estos términos antes de emprender un análisis.
antropológico más detallado.
a) Emociones, sentimientos y pasiones
La emoción se define como una vivencia subjetiva intensa, puntual y con manifestaciones fisiológicas evidentes, siendo una reacción ante un hecho específico. En contraste, el sentimiento se caracteriza por su persistencia, profundidad espiritual y manifestación externa más débil. La pasión, por su parte, es una evidencia afectiva poderosa capaz de arrastrar a la persona.
b) ¿Qué son los sentimientos?
Los sentimientos, como estados del yo, presentan una dimensión corporal y una vivencia interior. La dimensión corporal se refiere a la manifestación física y expresión externa de los sentimientos, aunque la relación entre emoción y expresión corporal no siempre es directa. La vivencia interior es la experiencia subjetiva del sentimiento, destacando que los sentimientos son la manera en que la subjetividad reacciona y se enfrenta a los acontecimientos de la vida.
c) La estructura de la experiencia sentimental
Las teorías de James-Lange y Cannon-Bard proponen diferentes interpretaciones. La primera sugiere que la emoción surge después de las modificaciones fisiológicas, mientras que la segunda argumenta que la emoción es una experiencia interior y no simplemente la conciencia de una reacción fisiológica. La teoría de los 2 factores de Schachter enfatiza la interacción entre la respuesta física y el rótulo cognitivo, reconociendo la importancia de la cognición en la formación del sentimiento.
d) La estructuración afectiva de la realidad
Los sentimientos, como estados del yo, configuran la relación del individuo con el mundo. La afectividad, junto con la libertad-voluntad, determina preferencias, aceptaciones y rechazos, estructurando afectivamente la realidad circundante. Esta ordenación afectiva no sigue criterios lógicos o racionales, sino preferencias afectivas y gustos, introduciendo diversidad en el mundo.
e) La importancia del gusto y la educación sentimental
El “gusto” se posiciona como una parte vital de la vida, y su insatisfacción sistemática puede causar fracturas internas como tristeza o ansiedad. Se destaca la necesidad de educar los sentimientos, especialmente durante la infancia y adolescencia, para alinear la arquitectura sentimental con comportamientos éticos y psicológicamente correctos. La educación de la afectividad busca que las personas aprecien lo que es afectivamente elevado y rico, permitiendo el despliegue espontáneo de la afectividad de manera beneficiosa para el individuo.
2. El corazón y la afectividad espiritual
Este segmento aborda el tercer tipo de afectividad, denominado afectividad espiritual, que se eleva por encima de la corporal y los sentimientos, alcanzando las zonas más profundas del ser humano: el corazón.
a) Características de la Afectividad Espiritual
La afectividad espiritual toca las fibras más profundas del ser, siendo diferente de la ira que puede alterarnos, pero permanece en la superficie. Von Hildebrand identifica tres tipos de afectividad espiritual: la respuesta positiva a un valor, la conmoción ante acciones ajenas y los sentimientos poéticos y estéticos.
b) El Corazón como Centro Espiritual
El corazón es el epicentro de la afectividad espiritual, un aspecto a menudo olvidado en la filosofía. Von Hildebrand destaca la importancia del corazón en las experiencias afectivo-espirituales, siendo este centro responsable de los sentimientos poéticos, estéticos, así como de las reacciones ante acciones ajenas.
Funciones del Corazón
En el amor, el corazón juega un papel crucial, ya que no se rige por la inteligencia o la voluntad, sino por vías ocultas y poderosas que arrastran la voluntad. También es esencial en la búsqueda de la felicidad, ya que, según Josemaría Escrivá, un corazón enamorado es clave para la verdadera dicha. En las relaciones personales, la comunicación profunda entre corazones es determinante.
Preeminencia del Corazón
Aunque existen tres centros espirituales (inteligencia, voluntad-libertad y corazón), el corazón puede prevalecer dependiendo del tipo de acción o vivencia. En cuestiones éticas, la libertad tiene primacía, pero en experiencias como el amor o la amistad, el corazón tiene la última palabra. Esta preeminencia se refleja en la afirmación cristiana de que “Dios es amor”, subrayando la importancia del corazón en la experiencia espiritual.
TEMA 10: ¿CÓMO CONOCEMOS? OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD
1. En qué consiste conocer
El acto de conocer, fundamentado en la inteligencia humana, constituye una maravilla intrínseca esencial para la vida cotidiana. San Agustín, al referirse al tiempo, expresaba la dificultad de definirlo, similar a la complejidad de explicar el conocimiento. Este proceso implica la capacidad de trascenderse, salir de uno mismo para comprender y poseer de manera inmaterial el mundo circundante.
La inteligencia potencia el conocimiento, marcando su plenitud frente a la sensibilidad. Dos características esenciales definen esta distinción: inmaterialidad y reflexividad. La inmaterialidad permite a la inteligencia comprender sin contacto físico y llegar a la esencia fundamental de las cosas. Por otro lado, la reflexividad posibilita que la inteligencia se vuelva sobre sí misma, un atributo trascendental que distingue al pensamiento humano.
a) El conocimiento como luz
Tradicionalmente, se ha utilizado el simbolismo de la luz para explicar el conocimiento, considerando a la inteligencia como una “luz espiritual”. Al igual que la luz física permite percibir el mundo con detalles y matices, la inteligencia cumple un papel similar en una dimensión más profunda. La inteligencia se asemeja a la luz al resaltar e iluminar la complejidad del mundo, sin afectar al objeto conocido. Sin embargo, es crucial introducir el simbolismo de la interacción para comprender la participación del sujeto en el proceso cognitivo.
b) El conocimiento como interacción
El paradigma del conocimiento como interacción destaca que el sujeto, al conocer, se involucra activamente. La experiencia integral, punto de partida del conocimiento, implica una actividad que compromete a toda la persona.
La interacción no solo es pasiva, ya que, aunque el sujeto no crea el mundo, su participación es activa, compleja y requiere inversiones de energía y estrategias sofisticadas. Este proceso, mediado socialmente, implica una adaptación interior a las realidades conocidas.
c) Objetividad y subjetividad del conocimiento
La presencia del sujeto en el proceso cognoscitivo plantea la pregunta sobre la objetividad del conocimiento.
Aunque el sujeto introduce un componente subjetivo, la objetividad del conocimiento radica en que las realidades del mundo tienen una existencia propia e independiente de la subjetividad. Se destaca la inter-subjetividad, donde las personas pueden entenderse mutuamente y compartir significados, permitiendo la comunicación.
2. Cómo conocemos: la experiencia integral
a) La experiencia integral
El conocimiento inicia con la experiencia integral, un proceso primario y vivencial que constituye el contacto directo con la realidad. La experiencia, simultáneamente subjetiva y objetiva, es la puerta de entrada al mundo y la vía para todo conocimiento. La experiencia es el resultado de la actividad conjunta de los sentidos y la inteligencia, y alcanza el núcleo ontológico de la realidad.
b) La comprensión
La experiencia bruta necesita ser organizada y relacionada para ser comprendida en profundidad. La comprensión, compuesta por la inducción y la exploración, clasifica y organiza las experiencias. La inducción estabiliza y universaliza a través de conceptos, mientras que la exploración verifica y enriquece los conceptos existentes. La comprensión implica un proceso continuo de ida y vuelta entre la experiencia y la conceptualización.
c) Tipos de conocimiento
La diversidad de inteligencia humana se manifiesta en diferentes tipos de conocimiento. Se distingue entre la inteligencia teórica, contemplativa, y la práctica, operativa y creadora. Sin embargo, la multiplicidad de inteligencias abarca áreas como la numérica, la abstracta, la organizadora y la estética. La identificación exclusiva de la actividad intelectual con el razonamiento conceptual se debe evitar, ya que actividades como la creación artística también constituyen expresiones elevadas de la inteligencia.