Vocabulario

Filosofía: Amor (fraterno) a la sabiduría que se puede obtener de uno mismo. Explicación racional que se obtiene tras la observación de la naturaleza.

Mito: Creencia en seres sobrenaturales que son responsables de todos los fenómenos naturales. Recurre a dioses, creencias y rituales. No le puede entregar certeza al hombre.

Caos: El caos es fuerza y desorden porque la pasividad no permite la creación del universo. El caos es todo y es nada a la vez. El caos puede contener todo porque no tiene forma particular.

Physis: Naturaleza, la fuerza interior de cada ser vivo. El aparecer de algo y la fuerza interna de dicho aparecer. La esencia de cada cosa. Todo lo que existe y no es obra del hombre.

Arjé: Es el principio de todas las cosas, aquello que no necesita nada para existir, solo a sí mismo. Puede ser tomado de tres modos: origen, sustrato (lo que permite que las cosas se mantengan) y causa.

Logos: Explicación racional del mundo.

Filosofía Occidental: Busca encontrar el logos, un discurso racional sobre el mundo. Primeras filosofías europeas.

Filosofía Oriental: Busca encontrar la sabiduría sobre todas las cosas. Primeras filosofías del continente asiático.

Paradigma: Modelo o patrón interpretativo de la realidad. Interpretación de lo que estás viendo ahora por medio de tus recuerdos previos. Los paradigmas se van formando con el tiempo, por lo tanto, tus paradigmas van cambiando a lo largo de tu vida.

Mayéutica: Parir la verdad. Concepto socrático. Reconocer la propia ignorancia (solo sé que nada sé) e ir en busca de la verdad.

Realidad: Aquello que transcurre en el tiempo y el espacio. Los conceptos abstractos no pueden ser considerados en esta categoría.

Verdad Aristotélica: Adecuación de la palabra a lo real.

Verdad actual/Contemporánea: Consenso entre los miembros de una sociedad sobre qué es lo real.

Mundo sensible: Mundo de apariencias y sombras según Platón. Lo percibimos por medio de nuestros sentidos, aquí reina la doxa (opinión).

Mundo Inteligible: Mundo de las ideas, mundo real según Platón. Reina la episteme (conocimiento).

Doxa: Opinión.

Episteme: Conocimiento.


Imagen

Filósofos Presocráticos y el Arjé

Sócrates

La mayéutica es un método socrático de enseñanza basado en el diálogo entre maestro y discípulo con la intención de llegar al conocimiento. Mayéutica proviene de una palabra griega que significa parir, aunque en este contexto Sócrates no se refiere a parir niños, sino a parir ideas.

En la mayéutica no era el discípulo el que le hacía preguntas al maestro, sino el maestro el que le hacía preguntas al discípulo. Sócrates comenzaba con preguntas fáciles y, poco a poco, llevaba al interlocutor a un tema filosófico. Su objetivo era llegar a un momento en el que el discípulo tuviera que reconocer su propia ignorancia; notar por su cuenta que en realidad no sabe nada.

A partir de ese momento, el discípulo podía comenzar a buscar la verdad dentro de su propia mente.

De esta manera, la mayéutica se presenta como el arte que permite a cada uno encontrar la verdad en el interior de nuestra alma, sacarla a la consciencia y ser dueños de ella. Sócrates no busca respuestas correctas, busca caminos de conocimiento.

Platón

Ateniense, discípulo de Sócrates. Platón tiene una forma dualista de ver el mundo: para él, el alma es inmortal, pero el cuerpo es corrompible. Este filósofo emplea un sistema filosófico (un libro) llamado Teoría de las Ideas, en el cual escribe diálogos, utilizando a Sócrates como uno de sus interlocutores. En otras palabras, aunque Platón escribe: “Sócrates dijo…”, eso no significa que en realidad Sócrates haya dicho eso; sino que Platón utilizó el nombre de Sócrates como un personaje dentro de sus diálogos.

Platón creía en dos mundos: el mundo sensible y el mundo inteligible.

  • Mundo sensible: Mundo de apariencias y sombras. Lo percibimos por medio de nuestros sentidos, aquí reina la doxa (opinión).
  • Mundo Inteligible: Mundo de las ideas, mundo real según Platón. Reina la episteme (conocimiento).

Para explicar esto mejor, Platón utiliza una alegoría, la alegoría de la caverna, que es uno de los diálogos que aparecen en la Teoría de las Ideas.

Nos pide Platón imaginar que nosotros somos como unos prisioneros que habitan una caverna subterránea. Estos prisioneros, desde niños, están encadenados e inmóviles de tal modo que sólo pueden mirar y ver el fondo de la estancia. Detrás de ellos, y en un plano más elevado, hay un fuego que la ilumina; entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto al borde del cual se encuentra una pared o tabique, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima de él, los muñecos. Por el camino desfilan unos individuos, algunos de los cuales hablan, portando unas esculturas que representan distintos objetos: figuras de animales, árboles, objetos artificiales, etc. Dado que entre los individuos que pasean por el camino y los prisioneros se encuentra la pared, sobre el fondo sólo se proyectan las sombras de los objetos portados por dichos individuos.

En esta situación, los prisioneros creerían que las sombras que ven y el eco de las voces que oyen son la realidad.

Sócrates compara al mundo sensible con las sombras que ven los hombres encadenados. Con esto, ejemplifica su propuesta de que nuestros sentidos nos pueden engañar, por lo cual no deberíamos confiar ciegamente en ellos. La ascensión al exterior de la cueva figura el ascenso al mundo inteligible, mundo de las ideas, en el que se encuentra la verdad. Ambos mundos son reales, pero el inteligible nos trae más cerca a la verdad que el sensible.