La Ilustración y la Ética Formal en el Pensamiento de Kant
1. Contexto Cultural y Filosófico del Siglo XVIII
El siglo XVIII se divide en dos mitades, marcadas por la madurez de Kant y las transformaciones en Europa a partir de 1750. La población creció de 100-120 millones en 1700 a 180-190 millones en 1750. La economía, fundamentalmente agraria, vio a la mayoría de los estados al borde de la quiebra por las guerras y el aumento de precios e impuestos. Dos teorías económicas dominaban: la fisiocracia francesa y el liberalismo económico inglés. Este siglo representa la crisis de la sociedad estamental del Antiguo Régimen. El absolutismo real restó poder a la aristocracia, y la industria desplazó la riqueza de la tierra. En el siglo XIX, la burguesía finalmente triunfó. Políticamente, destacan la independencia de Estados Unidos, su primera constitución y la Revolución Francesa, que influyó decisivamente en Kant. Las polémicas teológicas y las guerras de religión disminuyeron. Culturalmente, nos encontramos en el “Siglo de las Luces” o “siglo de la Ilustración”, con figuras como Kant, Smith y Voltaire, inconformistas que pretendían criticar y analizar todo con la razón.
2. Teoría del Conocimiento: Crítica de la Razón Pura
La Crítica de la Razón Pura busca descubrir los elementos a priori y justificar su uso. Kant plantea que el objeto que conocemos procede de la elaboración del material empírico de los sentidos mediante las formas cognoscitivas del sujeto. Solo conocemos gracias a las formas a priori, que ordenan las impresiones sensibles; estas formas son las condiciones del conocimiento de la realidad. Kant distingue tres facultades del conocimiento:
- Sensibilidad: Estudia las condiciones sensibles del conocimiento (espacio y tiempo) en la Estética trascendental.
- Entendimiento: Analítica trascendental.
- Razón: Estudia la razón y la posibilidad o imposibilidad de los juicios sintéticos a priori en metafísica en la Dialéctica trascendental.
3. Ética Formal Kantiana
3.1. Ética Material
En la ética material, la bondad o maldad de la conducta humana depende del bien supremo para el hombre. Estas teorías, como las de Aristóteles y Santo Tomás, se llaman eudemonistas. Un subgrupo, las hedonistas (Epicuro, Utilitarismo), afirma que la felicidad se consigue mediante el placer. Kant las considera imperativos hipotéticos, condicionales y por tanto, insuficientes.
3.2. Teoría Ética Formal
Kant buscaba una ética racional y universal. Propone la fórmula del imperativo categórico: “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal”. Otra formulación es: “Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca como un medio”. Debemos respetar la dignidad de los demás, sin usarlos como instrumentos. Esta teoría se relaciona con su postura ilustrada de buscar la libertad, dignidad e igualdad.
4. La Ilustración en Kant
Kant, teórico del conocimiento, busca clarificar la situación de la filosofía y la sociedad de su tiempo. La Ilustración, o “Siglo de las Luces”, exigía clarificación en todos los aspectos de la vida. La razón es suficiente, pero requiere análisis y reconocimiento de sus límites. Kant realizó una crítica de la razón, buscando la ilustración (vivir de forma ilustrada) y la libertad. Criticaba la minoría de edad de sus contemporáneos, limitada por la religión y el poder político. Esta minoría de edad se debía a la pereza, la ignorancia, la individualidad y la falta de libertad. (¿Qué es la Ilustración?) Una época ilustrada es aquella donde los seres humanos usan su propio entendimiento (Sapere Aude = Atrévete a pensar). La libertad intelectual y moral es necesaria para la ilustración, alcanzando la mayoría de edad mediante la crítica y la expresión libre, donde el hombre decide sobre sí mismo y sus fines (autonomía). Kant distingue entre:
- Uso privado de la razón: Utilización permitida en un puesto civil o función pública.
- Uso público de la razón: El sabio tiene el derecho y el deber de comunicar sus pensamientos. El monarca debe garantizar esta libertad.
La crítica de la razón busca una libertad que se proyecte en la estructuración de un orden social: libertad para la acción o praxis. La ilustración (Sapere Aude) es una actitud práctica, una responsabilidad individual. La crítica es el ejercicio supremo de la libertad. Las relaciones sociales, marcadas por el poder, hacen que el imperativo categórico imponga el deber de luchar por la libertad y la igualdad. La libertad, la igualdad y el respeto a la independencia civil son deberes naturales.