La Teoría Política de Platón: Un Análisis Profundo

La explicación más completa de la teoría política de Platón se encuentra en La República, donde el tema central es la justicia, considerada como virtud, atribuida a los individuos y a los Estados. La justicia es la armonía que se logra cuando se ordenan adecuadamente las distintas partes de individuos o del Estado.

Las Clases Sociales y las Necesidades del Estado

En cada sociedad hay tres necesidades económicas: de defensa y de gobierno. Además, hay tres clases sociales:

  • Los Productores (artesanos, comerciantes), quienes producen bienes, cubren necesidades inmediatas y proporcionan armas, facilitando el intercambio.
  • Los Guardianes (soldados y políticos), quienes defienden la polis de desórdenes internos y agresiones externas.
  • El Gobierno (filósofo), escogidos entre los mejores militares, deben ser débiles y no poseer bienes.

Para esta división es muy importante la educación, cuyo objetivo es desarrollar y potenciar las capacidades naturales que cada uno posee. Los principales fundamentos en los que se apoya la teoría son:

  • El principio de especialización funcional: Defiende la especialización de cada individuo o grupo social para que cada uno se dedique a lo que mejor esté preparado. Desde un punto de vista pragmático, la especialización aumenta el rendimiento y los beneficios para la sociedad, mientras que desde un punto de vista ontológico, Platón sostiene que la parte del alma predominante determina las capacidades de una persona para desempeñar una función u otra.

Puesto que existen tres necesidades en cada sociedad y que esta está dividida en tres clases sociales dependiendo de la parte del alma predominante de cada uno, la vinculación entre alma y Estado se debe hacer siguiendo unos criterios:

  • El grupo en el que predomine el alma racional deberá encargarse de los asuntos del Estado.
  • El grupo en el que predomine el alma irascible asumirá el trabajo del orden interno y la defensa frente a las agresiones externas.
  • En el grupo en el que predomine el alma concupiscible se encargará de cubrir necesidades materiales.

Por lo tanto, un Estado es justo cuando tiene un gobierno prudente, guardianes fuertes y productores que actúan con moderación. Además de que cada individuo desempeñe la tarea o función para lo que tiene la capacidad natural, es necesario identificar dicha capacidad, ya que a lo largo de la vida puede cambiar, afectando al bien del Estado.

La Importancia de la Educación

Platón otorga mucha importancia a la educación en su doctrina política, por lo que considera que esta debe estar en manos del Estado y no de la familia. Esta importancia se debe a su objetivo de crear un estado ideal, por lo que formar buenos ciudadanos es primordial para Platón, quien considera que las leyes son innecesarias.

El sistema educativo platónico se divide en dos etapas: desde la infancia hasta los 20 años se les enseñaría gimnasia y artes, y desde los 20 hasta los 35 años se forma en la filosofía. Para Platón, la mejor forma de gobierno es la aristocracia, en la que el gobernante es filósofo y, por tanto, posee la episteme, es decir, el verdadero conocimiento. Para Platón, la educación es clave para formar ciudadanos en un Estado ideal, donde las leyes son innecesarias y podrían limitar al gobernante en su misión de alcanzar la justicia. Propone que guardianes y gobernantes no posean bienes ni familia para evitar deseos egoístas y enfocarse en la razón y el coraje. Además, considera que mujeres y hombres deben participar por igual en las tareas del Estado, excepto en lo que requiera fuerza física.

Virtud y Conocimiento

Ahora bien, de lo que hay opinión también puede haber ser o ciencia, que siempre es verdadera. La ciencia y la virtud deben aumentar por definir su objetivo, por lo que Platón da dos significados a este término:

  • Virtud como sabiduría, en lo que la sabiduría es el conocimiento del Bien en sí, propio del filósofo. Esta identificación entre virtud y conocimiento ya había sido propuesta por Sócrates.
  • Virtud como justicia, que para poder obtenerlo se necesitan conseguir todas las demás virtudes, es decir, no es posible ser justo y deshonesto.

Para el segundo objetivo, que consistía en adquirir las virtudes, Platón persigue el conocimiento de las ideas. Por otra parte, y de acuerdo con su definición de Justicia, Platón vincula otras virtudes con cada parte del alma: la razón (alma racional), el ánimo (alma irascible) y el apetito (alma concupiscible). Entonces tendremos cuatro virtudes cardinales:

  • La prudencia consiste en saber elegir la sección más adecuada (alma racional).
  • El valor permite llevar a cabo acciones difíciles o soportar pérdidas (alma irascible).
  • La templanza regula la tendencia hacia el placer sensible (alma concupiscible).
  • Justicia: armonía de cada parte del alma para que cada uno tenga su virtud correspondiente.

En definitiva, un hombre o una mujer son justos si su alma racional es prudente, su alma irascible valiente y su alma concupiscible moderada.