Metafísica y Teología en el Pensamiento de Tomás de Aquino
La Filosofía de Tomás de Aquino
La principal aportación de Tomás de Aquino a la Historia de la Filosofía es su metafísica. Asumió la teoría hilemórfica de Aristóteles (materia-forma), sustancia y accidente, potencia y acto. La esencia (aquello que el ente es) se comporta como potencia. Estableció diversos niveles en la estructura de los entes creados:
Sustancias Materiales e Inmateriales
- Sustancias materiales: son accesibles a los sentidos, en tres niveles, dependiendo de la conjugación del acto y la potencia.
- Nivel sustancial: la materia primera es potencia; un ser humano es un ente material o corpóreo cuya esencia está compuesta por una materia (cuerpo) y una forma (alma).
- Nivel trascendental: todo lo que el ente es, sustancial y accidentalmente.
- Sustancias inmateriales o espirituales: son formas puras, carentes de materia (ángeles o demonios). Se componen de acto y potencia. Dios es ser por esencia, mientras que las criaturas no son idénticas a su esencia. Dios es el ser subsistente (ipsum esse subsistens).
Las Cinco Vías para Demostrar la Existencia de Dios
Es necesario demostrar la existencia de Dios, ya que este hecho no es evidente por sí mismo. Santo Tomás parte de los principios básicos de la teoría aristotélica del conocimiento, según la cual el conocimiento empieza por los sentidos, ya que nacemos con una tabula rasa (mente vacía). La existencia de Dios, según Santo Tomás, se puede demostrar por cinco vías:
Primera Vía: Vía del Movimiento
La primera vía se fundamenta en el movimiento. Es innegable, y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro. Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie (Motor Inmóvil), y es el que todos entienden por Dios.
Segunda Vía: Vía de la Causalidad
Todo efecto tiene su causa correspondiente. Pero, a su vez, esa causa remite a una causa anterior que dé razón de ella. Por lo tanto, debe existir una causa que cause todo lo existente sin ser ella causada; debe existir una causa sui, una “causa primera” incausada que es Dios.
Tercera Vía: Vía de la Contingencia
Los seres vivos son contingentes, ya que son y dejarán de ser, e incluso podrían no haber existido. Volvemos así a la imposibilidad de una cadena infinita de seres contingentes que dan el ser a otro. Ha de existir un ser necesario, que no necesite de otro para su existencia. Ese ser es Dios.
Cuarta Vía: Vía de los Grados de Perfección
En el mundo, en la naturaleza, existen cosas o seres con mayor o menor perfección que otros. La perfección es una cualidad que se relaciona con un modelo del que partir. Tiene que existir un ser que sea la máxima perfección y que sea la causa de esas perfecciones que observamos. Dios es ese ser perfectísimo y modelo de todo lo creado.
Quinta Vía: Vía del Gobierno del Mundo
Según Santo Tomás de Aquino, todas las cosas tienden a cumplir su fin, incluso los animales y los seres vivos más inferiores. Es obvio que alguien los ordena hacia el cumplimiento de su propio fin. Lo mismo ocurre con la naturaleza, no posee intelecto alguno, pero funciona según una finalidad. Dios es ese ser inteligente que ordena todas las cosas y las dota de finalidad propia.
La Psicología Tomista
Tanto Aristóteles como Tomás de Aquino rechazaron el dualismo platónico que identificaba al ser humano con su alma. La teoría hilemórfica de Aristóteles exponía la unión sustancial de alma y cuerpo, forma y materia. Para Santo Tomás, sin embargo, esta unión no es un obstáculo para la inmortalidad del alma.
Los seres humanos ocupan un lugar muy especial en la jerarquía de los seres tomista, son un compuesto de esencia y existencia, de materia y forma. Siguiendo a Aristóteles, Tomás de Aquino señala que cada persona es una única sustancia, aunque en ella puedan distinguirse el cuerpo y el alma. Pero para Aquino el alma tiene una dimensión espiritual, no es mortal y, por lo tanto, no desaparece con la muerte, sino que es una sustancia imperecedera que ha sido creada por Dios y aspira a la salvación eterna.
Epistemología: El Conocimiento según Santo Tomás
Para Santo Tomás, la realidad está únicamente compuesta por los individuos particulares del mundo sensible; no hay mundo inteligible. Podemos conocer los seres del mundo que nos rodea gracias a los sentidos, que es la primera facultad. Es necesaria la abstracción que nos permite pasar de lo particular a lo universal. El entendimiento es el encargado de comparar las representaciones de individuos similares (árboles), despojándolas de elementos accidentales que las distinguen y destacando lo que tienen en común. Al igual que Aristóteles, Santo Tomás también distingue dos tipos de entendimiento:
- Entendimiento paciente: que está en potencia. Equivale a la facultad intelectual.
Ética y Moral en el Pensamiento de Tomás de Aquino
- Teórico o especulativo: su primera noción es el ser. Depende del principio de no contradicción: “No es posible ser y no ser”.
- Práctico: regula y ordena la acción. Su primera noción es el bien. Añade la relación del ser a la voluntad: el bien es considerado como deseable. El primer principio práctico es la sindéresis, que puede formularse así: “es preciso hacer el bien y evitar el mal”.
La esencia humana incluye tres características o preceptos de la razón práctica:
- Sustancialidad: el hombre, como sustancia, tiende a su propia conservación. Deberes morales, se refieren a la conservación de la propia vida.
- Animalidad: el ser humano tiene inclinación sexual y tiende al cuidado de los hijos.
- Racionalidad: la persona tiende a conocer la verdad, especialmente la revelada por Dios, y a relacionarse. El ámbito de la vida política no puede separarse del ámbito ético.
La conciencia moral: es el juicio de la propia razón práctica sobre la moralidad de las propias acciones partiendo de la sindéresis: “es preciso hacer el bien y evitar el mal”. La sociedad es el ámbito donde los seres humanos pueden alcanzar la felicidad y el bien común.
La Política en la Filosofía Tomista
La ley es el ordenamiento de la razón hacia el bien común, por parte de una autoridad competente. Aquino distingue tres tipos de leyes:
- Ley eterna: orden de la inteligencia divina, según el cual Dios gobierna todas las cosas creadas.
- Ley natural: es el orden divino inscrito en la naturaleza humana, como el cuidado de los hijos.
- Ley positiva: es la ley política que concreta o determina la ley natural. Es promulgada por la autoridad competente, que representa a Dios. El orden político es autónomo respecto al religioso.
La mejor forma de gobierno para Aquino es la monarquía, por ser la que mejor puede guiar a la sociedad hacia el bien común y a la consecución del fin último.