Moral y Ética

Moral: Conjunto de normas que intentan especificar qué es lo que hay que hacer en distintas circunstancias.

Ética: Es la parte de la filosofía que intenta describir y reflexionar sobre la condición moral humana.

Funciones de la ética:

  • Intentar justificar una norma.
  • Criticar una norma.
  • Intentar hacer explícita nuestra moral o la de otros.
  • Describir cómo se hacen las discrepancias morales y preguntarnos si se pueden resolver.
  • Preguntar por qué las personas desarrollan una moral.
  • Qué grandes tipos de enfoques son posibles.

Libertad y Moral

La libertad de las acciones es una precondición para poder hacer valoraciones. Si algo no está dotado de libertad, podemos valorarlo (como bueno o malo) pero no podremos valorarlo moralmente. En efecto, si algo lleva a cabo acciones buenas, pero no le quedaba otro remedio y no hay posibilidad real alguna de que no las hubiera llevado a cabo, no tendría mérito moral y no serían acciones buenas morales.

Cuando hablamos de libertad queremos decir que no todo lo que ocurre en nuestra vida ha sido necesario, me refiero a que hay posibilidades alternativas, reales. Diremos que no se produce determinismo o lo inevitable. Tampoco se produce fatalismo (existen alternativas reales pero todas terminan en lo mismo). Hay cosas en nuestra vida sobre las que no tenemos control y diremos que simplemente son cosas que nos ocurren, pero no por eso somos libres. Por ejemplo, podemos elegir cómo reaccionar a lo que nos pasa. Además, la libertad tampoco significa conseguir todo aquello que se intenta, pues como acabamos de decir hay muchas cosas que no están bajo nuestro control y por eso no somos libres. También podemos admitir toda clase de presiones para que vayamos por una de las alternativas y no por las otras, pero no por eso somos libres, porque una cosa es que estemos condicionados y otra cosa que estemos determinados.

Que seamos libres no quiere decir que seamos inexplicables. La libertad es incomparable con una explicación determinista por causas, pero la libertad no es incompatible con la explicación por fines de las acciones. La explicación teleológica consiste en entender que las acciones son realizadas con vistas a un fin, un objetivo. Estamos poniendo un querer, una voluntad. La explicación por fines es rechazada por el inductivismo.

Tipos de Libertad

Las explicaciones por fines siguen como las siguientes:

  • Libertad exterior o libertad de conseguir: Sería tener libertad en el sentido de que no haya obstáculos insalvables para hacer algo si quiero algo. Si alguien con una pistola nos obliga a hacer algo que no queremos o nos impide hacer algo que queremos – apoyándose en ambos casos en el presupuesto de que queremos seguir con vida – nos está quitando la libertad en este sentido. Decimos que eso es acortar la libertad. Esto se aplica en obstáculos que nos impone otra persona y que consideramos ilegítimos, pero también se puede entender que podemos ser obstáculos para nosotros mismos. Es un tipo de libertad que podemos perder, o se nos puede arrebatar, y que podemos conquistar.
  • Libertad interior o libertad para o libertad de elegir: Haría referencia a la libertad de querer y a la libertad de pensar (esto último en el sentido de la libertad de pensar subjetivo y también de dar o no mi asentimiento a una tesis). En principio diríamos que el único modo de quitarnos esta libertad es matándonos. Autores como Spinoza niegan que haya un tipo de libertad. Por libertad no habrá que entender solo elección completamente arbitraria y sin explicación alguna entre una serie de alternativas. Ejemplo: en un escaparate y eliges uno, como se suele decir, sobre gustos no hay nada escrito. La idea de “querer absoluto” se vuelve todavía más problemática si planteamos una situación en la que se hace una valoración. Supongamos que pensamos que X es bueno y Y cosa es malo. Por libertad no habrá que entender que en esa situación podamos querer Y en vez de X. ¿Para demostrar que soy libre tengo que querer matar a alguien y matarlo pese a que pienso que es algo malo?

Por un lado la libertad es nuestra capacidad de iniciativa para elegir sin tener una razón, pero por otro lado la libertad es también nuestra capacidad de movernos en función de lo que se nos aparece como bueno y malo, mejor y peor.

Autonomía y Heteronomía

La distinción entre autonomía y heteronomía fue desarrollada especialmente por Immanuel Kant, un filósofo alemán. Se plantea entender la libertad como autonomía. Autonomía significa darse las leyes a uno mismo. Heteronomía significa que intentas que la razón por la que haces algo no sea nunca solo ni porque los otros también lo hacen, porque alguien lo ordena (autoridad humana o divina), ya que siempre se ha hecho así, por miedo a un castigo o porque te van a dar un premio si lo haces, por ganas, ni siquiera porque te gusta. Para ser autónomo, la razón por la que haces algo…

La libertad como autonomía no es ausencia de leyes sino ponerse leyes a uno mismo. No es no obedecer a nadie sino que es obedecer a uno mismo. No es hacer lo que te dé la gana sino hacer algo aunque no te entren ganas. Solo puede ser autónomo si estás dispuesto a tomarte algo totalmente en serio, si estás dispuesto a intentar algo cueste lo que cueste, si te vas a comprometer o responsabilizar de algo y si asumes la posivilidad. Eres plenamente libre porque no dependes para querer algo de que se consigan o no ciertos fines. Más importante que tener éxito o fracaso es alcanzar una seguridad interior, y podemos aproximarnos a alcanzarla porque tenemos una capacidad de razón crítica, de pensar las cosas por nosotros mismos.