Platón: Conocimiento, Ética y Política en su Filosofía
Platón
Conocimiento
Para Platón, uno de los objetivos es superar el relativismo y el escepticismo de los sofistas. Para el filósofo griego, el conocimiento es válido para todos y debe ser único. Un ejemplo serían los conocimientos matemáticos, universales y necesarios.
Llegar a tener este conocimiento tendrá una función práctica, porque solo a través del conocimiento se llega a la virtud o a una vida feliz.
Para conocer, Platón lo expone de dos maneras:
1. Conocer es recordar (Reminiscencia)
Platón se apoya en el dualismo alma y cuerpo, es decir, que para él el alma es inmaterial, inmortal y es prisionera del cuerpo. Cuando el cuerpo muere, el alma vuelve al mundo ideal hasta la próxima encarnación.
Para el filósofo, nuestra alma, al ser inmortal, ya tendría unos conocimientos innatos. Esta idea de innatismo se puede relacionar con el hecho de que los individuos podrían recordar cosas que ya previamente sabían. Un ejemplo sería que un esclavo que sabe griego, interrogado correctamente, puede resolver un problema matemático sin haber pasado por un proceso educativo. En este caso, Platón diría que somos una pizarra que ha sido borrada y que para recuperar el recuerdo habría que pasar por un proceso de conocimiento en contacto con las formas sensibles, que son más que una copia de las ideas ya vistas en el mundo inteligible. El filósofo griego afirma que en realidad el aprendizaje no existe, que solo hay que despertar esos recuerdos que el alma ya conoce.
2. Proceso de ascenso
La otra manera de conocer es a partir de un proceso de ascenso desde el mundo sensible hasta el mundo inteligible. El objetivo final de esta ascensión es poder conocer la idea del bien, porque solo en ese momento se podrá vivir de una manera plena e íntegra.
El punto de partida son los objetos materiales y lo que se trata es de ir subiendo por diferentes grados de realidad hasta la idea del bien. Este caso se encuentra en el Mito de la caverna, donde hay unos hombres encadenados y uno de ellos se libera y sale del mundo sensible que es la caverna, ascendiendo por los grados de realidad hasta que consigue ver el Sol (idea del bien).
Una vez ha llegado a la verdad suprema, hace un descenso para liberar a los otros, pero no quieren.
Este proceso de ascenso debe estar impulsado por el amor al saber.
Esta manera de conocer va ligada con los grados de realidad y conocimiento posible del mundo sensible e inteligible.
Grados de realidad y conocimiento
- Grados de realidad: Reflejos / Cuerpos sensibles / Objetos materiales / Ideas
- Grados de conocimiento: Imaginación / Creencia / Demostración / Síntesis
Ética
La ética se basa en la razón y en las virtudes naturales que posee cada persona. Un individuo tiene un alma que se divide en tres partes: la parte concupiscible, de donde nace el deseo; la parte irascible, que genera la rabia; y la parte racional, que se relaciona con el conocimiento. Estas partes deben estar en equilibrio, tal como ilustra el mito del carro alado. Cada persona es como un carro donde el auriga (la razón) controla dos caballos: el negro (parte concupiscible) y el blanco (parte irascible).
Si cada alma está equilibrada, aporta una virtud al individuo: la templanza, el coraje o la prudencia. Así se explican las diferencias de carácter. La ética impulsa a perfeccionar el alma y alcanzar el máximo grado de virtud. Cuando se llega a un equilibrio perfecto, se alcanza la justicia como máximo referente moral.
Política
Platón liga su teoría política a la doctrina sobre el alma humana. Cada ser humano tiene tres tipos de alma:
- El alma concupiscible, que se representa con el vientre y que, al tener tendencia a ella, debería ser un artesano o productor, ya que procurará satisfacer sus necesidades y las de todos.
- El alma irascible, que se representa con el pecho y es la de los soldados, quienes protegen la república y a la gente.
- El alma racional, que busca la sabiduría y predomina en los filósofos, quienes deberían gobernar.
Cada persona nace con unas cualidades y una personalidad que, si se cultivan, pueden llevar a la virtud. Aunque todas las personas tienen aspectos de las tres partes, siempre hay una que domina, por lo que deberían ser educados para desarrollar al máximo su potencial y alcanzar la perfección virtuosa. Asimismo, estas virtudes son idóneas para una ocupación social concreta, por lo que el lugar de cada persona en la polis (teoría política) se basa en conocer las propias virtudes y aplicarlas en consecuencia.
El gobierno que propone Platón es una aristocracia, donde reinan los mejores, los filósofos, que son los más preparados. El propio Platón reconoce que este planteamiento no se da en el mundo real.
De la aristocracia se pasa a menudo a una timocracia (poder de los más ricos), que, al corromperse, pasa a ser una oligarquía, donde mandan pocos y no necesariamente los más preparados. Para intentar corregirlo, instaura la democracia, donde todo el mundo puede opinar, pero esta puede provocar desórdenes que hacen aparecer la tiranía.
En el caso de un mal gobierno, es preferible la tiranía, donde la responsabilidad negativa recae sobre un individuo.
La degeneración del gobierno viene por la no aceptación del lugar social y, para no dejar el gobierno en manos de sabios, la educación se convierte entonces en clave para identificar las virtudes, explicar a cada uno cuál es su clase preferible y fomentar que se dedique a ella, llevando una vida diferente en cada caso.