Teoría del Conocimiento de Kant

Síntesis entre Racionalismo y Empirismo

Kant realiza una síntesis entre el racionalismo y el empirismo, corrientes filosóficas predominantes en su época. Su sistema, denominado criticismo o filosofía trascendental, analiza críticamente las posibilidades y límites de la razón, a la vez que construye una nueva concepción del conocimiento. En esta, los sujetos construyen el contenido del conocimiento, el cual no depende exclusivamente de la experiencia, sino también de las estructuras a priori de nuestras facultades racionales. Este concepto, conocido como giro copernicano en la filosofía, se explica en la Crítica de la Razón Pura.

El Uso Teórico de la Razón

Kant defiende del racionalismo el criticismo, realizando un análisis de las posibilidades y límites de la razón. A pesar de valorar el escepticismo de Hume, Kant consideraba que ideas como causa o sustancia debían tener una base firme, ya que en ellas se fundamenta la física. A partir de esta constatación, Kant escribió la Crítica de la Razón Pura, intentando fundamentar la posibilidad de hacer ciencia.

Juicios Analíticos y Sintéticos

  • Un juicio es analítico cuando el predicado afirma una propiedad ya contenida en el sujeto. No amplía el conocimiento.
  • Un juicio es sintético cuando el predicado afirma una propiedad no incluida en las características inherentes al sujeto. Amplía el conocimiento.

Juicios a Priori y a Posteriori

  • Un juicio es a priori cuando es necesario e independiente de la experiencia.
  • Un juicio es a posteriori cuando surge de la experiencia y, como tal, es contingente.

La Búsqueda de Juicios Sintéticos a Priori

Kant se pregunta: ¿Es posible encontrar juicios sintéticos a priori, que representen un progreso para el conocimiento, pero que no dependan exclusivamente de la experiencia? Esta búsqueda lo lleva a modificar la perspectiva habitual sobre el conocimiento y a realizar una revolución copernicana.

Kant afirma que conocemos algo porque lo hemos comprendido de acuerdo con la estructura de la razón humana. El conocimiento no es resultado de la sumisión de la razón a la experiencia. Kant propone un idealismo trascendental donde el sujeto no aporta el contenido del conocimiento, sino la forma que este debe adoptar.

Estética Trascendental

En la Estética Trascendental, Kant se ocupa de la sensibilidad, entendida como la capacidad de ser afectados por algo. La sensibilidad es el punto de partida del conocimiento. Kant advierte que la sensibilidad no refleja la realidad en sí misma, sino el modo como nos afecta. No conocemos las cosas en sí; solo conocemos el modo en que se nos manifiestan.

Juicios Sintéticos a Priori y la Sensibilidad

El espacio y el tiempo, como a priori de la sensibilidad, son la base de los juicios sintéticos a priori que hacen posible las matemáticas como ciencia. La sensibilidad es la capacidad de ser afectados, y conocer no es simplemente ser afectado, sino establecer juicios sobre lo que nos afecta. Todo conocimiento consiste en juzgar, y juzgar es unificar las intuiciones de la sensibilidad mediante conceptos puros o categorías.

Giro Copernicano y Categorías

Se produce nuevamente el giro copernicano. Las categorías son las posibilidades que tenemos de hacer afirmaciones sobre todo lo que nos ha afectado. Espacio, tiempo y categorías son formas trascendentales, condiciones a priori del sujeto que hacen posible el conocimiento. Kant insiste en que no sabemos cómo es la realidad en sí misma, sino que las categorías son la forma en que el mundo se hace comprensible para los humanos.

Entre las categorías, la causalidad es especialmente importante para fundamentar la ciencia empírica. Kant coincide con Hume en que el concepto de causa no se obtiene de la experiencia. Las categorías nos permiten elaborar juicios sobre el mundo físico y hacen posible la ciencia empírica. Lo que aprendemos sobre las propias categorías es sintético y a priori, y es válido para toda la experiencia.

Dialéctica Trascendental y los Ideales de la Razón

En la Dialéctica Trascendental, Kant se ocupa de la razón, la tercera facultad del conocimiento. La razón culmina el proceso unificando el conocimiento obtenido. Es la facultad unificadora del conocimiento, que tiende a unificar la realidad fenoménica en conceptos generales y abstractos. Su función es reducir la variedad del conocimiento a principios, llamados por Kant ideales de la razón, ideas trascendentales o ideas puras de la razón. Son tres:

  • El alma o yo: ideal que unifica los fenómenos de la experiencia interna.
  • El mundo: ideal que unifica los fenómenos de la experiencia externa.
  • Dios: ideal que integra la unidad absoluta de todo.

Los ideales de la razón son herramientas para unificar el conocimiento, pero no tienen una existencia objetiva. Son principios orientadores del conocimiento. Cuando la metafísica olvida este uso regulador y trata el alma, el mundo y Dios como objetos dados por la sensibilidad, cae en la ilusión trascendental.

Razón Pura y Razón Práctica

No podemos contestar científicamente las preguntas sobre el alma, el mundo o Dios, pero esto no las anula, sino que las remite al ámbito de la razón práctica. La razón pura solo responde a la pregunta “¿Qué puedo conocer?”. El hombre también se pregunta “¿Qué he de hacer?” y “¿Qué puedo esperar?”, preguntas que, al encontrar el límite del uso teórico de la razón, deben ser guiadas por el uso práctico de esta.