Teoría del Conocimiento en Platón

Platón está convencido de que el ser humano puede alcanzar el verdadero conocimiento, aquel que nos muestra las cosas tal y como son en realidad, puesto que existen realidades estables y fijas llamadas ideas. Piensa que las acciones morales tienen que basarse en el conocimiento de las ideas. Por tanto, rechaza la teoría de los sofistas sobre el carácter relativo de la verdad. El problema radica en cómo alcanzar estas ideas.

Opinión y Episteme

Platón contrapone dos formas de pensamiento: el saber (episteme) y la opinión (doxa). Mientras que la opinión puede ser errónea, el saber excluye la falsedad. La doxa u opinión es un tipo de conocimiento que se caracteriza por ser poco estable, claro y preciso, debido a que se obtiene y se basa en la realidad plural y cambiante. Es un conocimiento basado en las apariencias de las cosas y en criterios y valores morales, estéticos, etc., que no han sido revisados racionalmente. La opinión no puede llegar al estatus de la episteme, pues no se puede dar una definición universal, precisa y fija. La episteme es un conocimiento racional que se caracteriza por ser infalible y universal, ya que se basa y se obtiene de lo que verdaderamente es: las ideas. Gracias a la episteme se conoce la causa y verdadera esencia de las cosas y se puede justificar racionalmente el conocimiento obtenido. Según Platón, las ideas constituyen la verdadera realidad por las razones ya conocidas (inmutables, únicas, perfectas).

Teoría de la Reminiscencia o Anamnesis

Platón afirma que conocer no es aprender, sino recordar lo que ya está en el alma. Lo que ya está en el alma son las ideas, pero este conocimiento está olvidado y tiene que ser recuperado por la razón o la parte racional del alma. La razón es la única capacitada para ver las ideas: gracias a que tenemos esos modelos presentes en nuestra mente es como podemos comprender lo percibido, pero los sentidos no son el origen de esos modelos. Llegar a la verdad olvidada exige eliminar las creencias falsas y dotar de mayor apoyo a las creencias verdaderas para que estas se acaben convirtiendo en conocimientos. Para recordar hay que estar dispuesto a hacer el esfuerzo intelectual necesario y llevar una vida ascética.

Dialéctica

Es un método que se remonta por encima de las hipótesis de las matemáticas para alcanzar las ideas y llegar al verdadero principio, la idea del Bien. Es un método que establece las relaciones de dependencia o subordinación y también las oposiciones de una de las ideas frente a otras. Primero se debe descubrir la idea más general (más alta) bajo la que se incluye la que se está investigando y, a continuación, hay que dividirla en dos. Durante este proceso no se recurre a lo sensible. Es un método que proporciona una visión completa del mundo inteligible, pues permite captarlo como un todo en el que el orden y la armonía están presentes porque las ideas están presentes siguiendo un orden jerárquico. La idea que contiene a todas es el Bien en sí mismo.

Problemas de la Ética y Dios en San Agustín

Problema de la Ética

Para San Agustín, el que ama a Dios es virtuoso, por tanto, hay un predominio del querer sobre la razón. En Dios es donde el ser humano alcanza su máxima felicidad, entendemos como amor a Dios el conocimiento íntimo de Dios. En Agustín, además de encontrar el amor como intimidad, también entendemos amor como caridad, donde solo podemos amar al prójimo amando a Dios. El amor a Dios es a lo que llamamos caridad. De esta manera, solamente los que aman a Dios pueden salvarse, los otros evidentemente se orientarán a otras cosas diferentes a esta. Sin el libre albedrío de la voluntad (sinónimo de libertad) no podríamos ser juzgados, ya que toda la moralidad se basa en este libro. Toda acción, para ser moral, necesita fundamentarse en este libre albedrío. La posibilidad de hacer el bien solo la tienen aquellos que aman a Dios, que no podrán elegir el mal.

Problema de Dios

Las exposiciones filosóficas comienzan por Dios para seguir con todo lo creado, para ver cómo todo lo creado se dirige a Dios. Agustín no se preocupa demasiado en demostrar la existencia de Dios, que a partir del conocimiento se llama prueba gnoseológica. En nosotros hallamos conocimientos eternos e inmutables, procedentes de un ser tan perfecto como los conocimientos que hallo en mí. Ese ser tan perfecto es Dios y su característica más definitoria es la inmutabilidad. Sabiendo lo que Dios no es, podemos vislumbrar lo que Dios es. El mundo y el tiempo son creados a la vez. En cuanto a las razones seminales, Dios ha puesto la semilla de todo lo que tenga que aparecer a lo largo de los tiempos. Lo que nos lleva a que Dios representa la sabiduría infinita, ya que tiene presente todo en todo momento. Pero, por otro lado, lo inmutable, como Dios, no puede relacionarse con algo mutable como es la creación.

Problema del Mal Ontológico

No hay mal, el mal es deficiencia, carencia de bien. En el orden total de la creación no hay deficiencia, es la limitación de nuestra mente lo que nos lleva a concebir carencias que en el fondo no lo son.

El Ser Humano y la Moral: Antropología y Ética en Platón

El alma racional es la esencia del hombre y el principio del conocimiento racional, pues nos permite llegar a conocer las ideas del mundo trascendente. Alma y cuerpo forman, según Platón, una dualidad en continua lucha, pues el alma pertenece al mundo de las ideas y el cuerpo al mundo material: el cuerpo es por eso una cárcel para el alma. Así, según el dualismo platónico, frente a la materialidad y corruptibilidad del cuerpo, el alma inteligible es inmortal y espiritual. El alma transmigra de cuerpo en cuerpo hasta que consigue purificarse, mediante la virtud, con su perfecto, para poder acceder de nuevo al mundo de las ideas y conseguir la felicidad. Platón presenta varias demostraciones de la inmortalidad del alma, destacando la de la reminiscencia (solo podemos conocer el mundo de las ideas por la preexistencia del alma en él) y la de la simplicidad (el alma es simple, pues no es material, y por lo tanto no puede descomponerse y morir). Además, distinguió tres tipos de alma o tres partes del alma en el hombre:

  • Racional: Esencial y propia del hombre, posibilita el recuerdo de las ideas y por ello el conocimiento racional y debe gobernar el desarrollo de las otras dos, siendo inmortal.
  • Irascible: Proporciona la capacidad del esfuerzo, la voluntad y el vigor, es mortal.
  • Concupiscible: Ofrece la capacidad del deseo y las pasiones sensuales, es mortal.

Pensamiento de Platón

Piensa, al contrario que los sofistas, que la corrupción de la vida política se encuentra en el escepticismo sofista. Si no existe la verdad y todas las opiniones valen lo mismo, entonces la única política posible se basa en la violencia física o económica. Afirma que utilizando la razón se puede alcanzar la verdad y que consiste en afirmaciones universales, necesarias e inmutables. Si la ciencia consiste en un conjunto de afirmaciones universales, esto solo es posible porque existen objetos, realidades universales. Puesto que estos objetos no se dan en el mundo sensible, tienen que tener su sede en otro sitio, el mundo de las ideas. El mundo de los seres humanos (sensible) es solo una copia del de las ideas. ¿Cómo obtiene el ser humano conocimiento? El ser humano es cuerpo, pero sobre todo alma. Un alma que ha vivido desde siempre en el mundo de las ideas y que ha olvidado todo lo visto en ese mundo al unirse al cuerpo, pero puede recordarlo al ver sus copias en el mundo sensible. Esta concepción del ser humano también influye en su ética. Si el auténtico ser humano es el alma, el individuo ha de vivir de tal manera que su alma racional dirija sus otras dos almas, la irascible y la concupiscible. Para Platón, la sociedad está compuesta por tres elementos, al igual que el alma humana, y cada uno debe cumplir a la perfección su función para poder organizarse correctamente.