A. Dinámica Natural

Natalidad y Fecundidad

España había sido un país con altos índices de fecundidad y natalidad en el contexto de los países europeos. En un periodo de tiempo muy corto, la natalidad y la fecundidad españolas se situaron entre las más bajas del mundo, aunque actualmente asistimos a unos claros síntomas de recuperación gracias a la entrada de población inmigrante. Las principales razones de las bajas tasas son: su incorporación al mercado laboral, el coste de la educación y crianza de los hijos.

Además, hay diferencias entre las regiones levantinas, meridionales e insulares que poseen las mayores tasas, seguidas por las regiones económicamente más desarrolladas. Por el contrario, las comunidades del centro y del norte peninsular presentan las tasas más bajas.

Mortalidad

Hasta finales del siglo XIX la población española se caracteriza por las altas tasas de mortalidad. En el pasado, las causas de la mortalidad se debían a hambrunas, epidemias, guerras… En la actualidad, las causas de muerte se relacionan con enfermedades.

España tiene una tasa bruta de mortalidad baja, 9‰, así como también lo es la mortalidad infantil (en torno a 3‰). Las causas del descenso de la mortalidad se deben a avances médicos, mejoras higiénicas y alimenticias. No obstante, la mortalidad es alta en las edades más avanzadas y mayor entre hombres que mujeres. Respecto a la distribución espacial, las tasas más altas están en el Principado de Asturias, Galicia, Castilla-León y Aragón; en cambio, las tasas más bajas corresponden a Canarias, Comunidad de Madrid, Región de Murcia y Andalucía.

La esperanza de vida al nacer evolucionó a lo largo del siglo XX gracias al descenso de la mortalidad, y se sitúa hoy día en 86 años para las mujeres y de 80 años para los hombres.

Crecimiento Natural

El crecimiento natural o vegetativo es negativo en el conjunto de territorio español y en el interior y Norte (Galicia, Asturias, Castilla-León) pero es positivo en el litoral y Madrid. La natalidad, la mortalidad y el crecimiento natural han evolucionado de forma muy parecida en la mayoría de los países desarrollados. Para explicar esta evolución se emplea la teoría de la transición demográfica.

Entre 1959-70 se produce un fuerte incremento de la población debido a la caída de la mortalidad y al “baby-boom” de los años 60. En 1975 se inicia una bajada de la natalidad debido a la “crisis del petróleo”. En el momento actual, la fecundidad en España ha llegado a niveles muy bajos, situándose por debajo de 2’1 hijos por mujer.

El país entra en un proceso de envejecimiento, por la esperanza de vida tan elevada que tienen los españoles. El crecimiento natural es muy bajo, aunque posteriormente la llegada de inmigrantes mejorará este crecimiento.

B. Los Movimientos Migratorios

1. Las Migraciones Interiores

Entre finales del siglo XIX y 1975, millones de jóvenes de baja cualificación, emigraron a las grandes ciudades industrializadas en busca de un trabajo. Se trataba de migraciones estacionales y temporales, con intención de retorno y del éxodo rural (periodo 1950-1975).

Las migraciones interiores, han tenido consecuencias demográficas, económicas, sociales y medioambientales.

2. Las Migraciones Exteriores

Durante los últimos siglos, se han producido hacia diferentes zonas:

Así la emigración al norte de África de agricultores y mineros fue muy importante durante el siglo XIX. Posteriormente, la emigración a Europa (Francia, Alemania o Suiza) tanto por motivos económicos como políticos (Guerra Civil) alcanzó su máxima intensidad entre los años 1960 y 1970.

Las consecuencias de las migraciones exteriores fueron positivas (alivio de la presión demográfica, entrada de divisas) y negativas (pérdida de población, ruptura familiar..)

3. La Inmigración Extranjera

Las causas de su llegada son numerosas: asilo político, mejora en las condiciones de vida, etc. La inmigración ha contribuido al crecimiento demográfico de España con el aumento de la natalidad. Las consecuencias negativas tienen que ver con el racismo y en las dificultades de integración.

Por último, en los últimos años, el éxodo rural es sustituido por los desplazamientos de población entre los diferentes centros urbanos y España pasa de ser un país de emigrantes a un país que recibe un importante número de inmigrantes procedentes sobre todo de América Latina, Europa del Este y del África Subsahariana.

C. Estructura y Composición de la Población

Estructura por Sexo y Edad

En España nacen más hombres que mujeres. Sin embargo la esperanza de vida de la mujer es mayor que la del hombre, ello se debe a la mayor mortalidad de hombres por la realización de tareas más duras, los malos hábitos sociales, etc.

Por otro lado, España presenta tendencia al envejecimiento y una importante reducción de la población joven, debido al fuerte descenso de la natalidad, la alta esperanza de vida y la emigración de épocas pasadas. Las regiones con población más joven son Andalucía, Murcia y Canarias y; los lugares más envejecidos son Galicia, Aragón y Castilla-León.

Estructura Económica de la Población

Durante el siglo XX la población activa experimentó un crecimiento muy importante, especialmente a partir de 1981, debido al aumento de la población adulta y a la incorporación laboral de la mujer. A pesar de ello, los varones presentan una tasa de actividad superior a la de las mujeres. Otra característica sobresaliente ha sido la progresiva terciarización de la población activa a lo largo del siglo XX y unas altas tasas de desempleo, contando Andalucía con el más alto porcentaje y, afectando más a mujeres que hombres. Afecta más al sector agrario y de la construcción y, a mujeres que a hombres.

Estructura por Instrucción

La tasa de analfabetismo se ha reducido muchísimo. La escolarización se ha hecho universal hasta los 16 años y el 70% de la población mayor de 16 años tienen la secundaria.