Geografía Humana: Demografía y Distribución Poblacional en España

Introducción a la Geografía Humana y la Demografía

La geografía humana estudia las relaciones entre la población y el espacio, apoyándose en la demografía, que analiza estadísticamente las poblaciones humanas. La demografía se centra en aspectos como la dimensión, estructura, evolución y características generales de la población, así como los procesos que determinan su formación, conservación y desaparición.

Fuentes Demográficas en España

En España, las fuentes demográficas más fiables provienen del Instituto Nacional de Estadística (INE), que recoge datos a través de tres grandes herramientas:

  1. El Censo de Población: Se realiza cada 10 años y ofrece información detallada sobre la población en un momento específico.
  2. El Padrón Municipal: Se actualiza anualmente y registra a los habitantes de cada municipio.
  3. El Registro Civil: Registra nacimientos, defunciones, matrimonios y otros eventos vitales de la población.

Con estos datos, se elaboran estadísticas clave, como las cifras oficiales de población, que permiten entender la evolución demográfica del país, y otros aspectos como migraciones y movimientos naturales.

Las fuentes para estudiar la demografía son directas e indirectas. Las fuentes directas son noticias verificadas e informaciones reales sobre la población, mientras que las fuentes indirectas son los recuentos generales.

Distribución de la Población en España

En 2024, la población española es de 48,9 millones de habitantes, según el INE, pero su distribución es desigual. Existe un fuerte contraste entre las zonas interiores rurales y las áreas urbanas y costeras, debido al proceso de despoblación del interior y el auge industrial y turístico en zonas urbanas desde el siglo XX. Esto se refleja en regiones como Madrid, Baleares, Canarias y la costa mediterránea, que son las más densamente pobladas, frente a provincias interiores como Soria o Teruel, que tienen menor densidad.

España tiene una densidad media de 96 hab/km², pero factores históricos, económicos y naturales explican los desequilibrios actuales. El éxodo rural, la industrialización y el turismo han favorecido regiones como Andalucía, Murcia y el País Vasco. Mientras tanto, el envejecimiento y la baja natalidad afectan a las áreas menos desarrolladas, aumentando los retos de despoblación en zonas como Castilla y León o Aragón.

Factores que Influyen en la Distribución de la Población

La distribución de la población en España está influenciada por factores físicos, demográficos y socioeconómicos:

  • Factores físicos: El clima y la altitud determinan las zonas con mayor o menor densidad, favoreciendo la despoblación en áreas de clima extremo o montañosas.
  • Factores demográficos: Los movimientos migratorios y la estructura de la población contribuyen a que las áreas periféricas y costeras tengan mayor concentración de población, mientras que el interior experimenta despoblación y envejecimiento.
  • Factores socioeconómicos: La búsqueda de mejores oportunidades laborales impulsa migraciones hacia zonas más desarrolladas, como Madrid, Barcelona y la Costa del Sol.

Zonas de Alta y Baja Densidad Poblacional

En términos geográficos, algunas zonas costeras, como la de Galicia, el País Vasco, la Comunidad Valenciana y la Costa del Sol, tienen una alta densidad de población. Por otro lado, áreas como Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura, a pesar de ocupar más territorio, tienen menos población. El desequilibrio en la distribución se refleja en que las comunidades más densamente pobladas (Madrid, Cataluña, Andalucía) concentran la mayor parte de la población, mientras que las menos densas (Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón) tienen una población mucho menor.

Movimientos Naturales de la Población

Los movimientos naturales de la población son los cambios en el número de habitantes causados únicamente por nacimientos y defunciones. El crecimiento natural, o vegetativo, es la diferencia entre nacimientos y muertes. Si nacen más personas de las que mueren, hay crecimiento; si ocurre lo contrario, la población disminuye.

En España, el crecimiento natural en 2022 fue negativo, con un saldo de -133.250 personas. Esto se debe a la baja tasa de natalidad, de 6,9 nacimientos por cada mil habitantes, una de las más bajas de Europa. Además, la fecundidad en el país está en 1,16 hijos por mujer, lo que indica que las familias tienen menos hijos de los necesarios para reemplazar a la población. Por otro lado, la tasa de mortalidad fue de 9,7 por mil, con 464.417 fallecidos en el año, un 3% más que en 2021. La esperanza de vida sigue siendo alta, con 83 años de promedio: 80 años para hombres y 86 para mujeres.

Factores que Afectan a la Natalidad y Mortalidad

Varios factores afectan a la natalidad:

  • Económicos: Precariedad laboral, alto precio de la vivienda y el coste de criar hijos en ciudades.
  • Culturales e ideológicos: Retraso en la edad para tener hijos (promedio de 32,6 años), uso de métodos anticonceptivos y cambios en las prioridades de las personas, que prefieren estabilidad económica antes de formar una familia.
  • Sociales: Incorporación de la mujer al mercado laboral y menor influencia de creencias religiosas.

En cuanto a la mortalidad, ha disminuido en las últimas décadas gracias a avances médicos, mejores condiciones de vida y la sanidad pública. Sin embargo, las principales causas de muerte son enfermedades propias de países desarrollados: cáncer, enfermedades cardiovasculares y accidentes. Además, el envejecimiento de la población contribuye al aumento de fallecimientos.

Regímenes Demográficos en España

A lo largo de la historia, España ha pasado por tres regímenes demográficos:

  1. Régimen antiguo (hasta principios del siglo XX): Altas tasas de natalidad y mortalidad. Las familias tenían muchos hijos, pero la mortalidad infantil era elevada y la esperanza de vida apenas superaba los 30 años.
  2. Régimen de transición (siglo XX): Mejoraron las condiciones de vida y descendió la mortalidad, especialmente después de la Guerra Civil y el Baby Boom (1950-1975), cuando nacieron muchas personas debido a las políticas pronatalistas y mejoras sociales.
  3. Régimen nuevo (desde 1975): Las tasas de natalidad y mortalidad son bajas, lo que lleva a un crecimiento natural muy reducido o incluso negativo.

En la actualidad, España es un país con alta esperanza de vida y una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, lo que está provocando un fuerte envejecimiento de la población.

Geografía Humana: El Hábitat Urbano y Rural

El hábitat se refiere a cómo se agrupan las viviendas y las personas. Según su tamaño y economía, se distingue entre hábitat rural (menos de 10.000 habitantes) y urbano (más de 10.000).

Características del Hábitat Urbano

El hábitat urbano tiene alta densidad de población, grandes espacios públicos (parques, plazas) y servicios como hospitales, universidades y transporte (bus, metro). La economía urbana está centrada en la industria y el sector terciario (comercio, turismo, finanzas). Más del 77% de los españoles vive en ciudades.

Tipos de Planos Urbanos

En las ciudades hay tres tipos de planos:

  1. Ortogonal: Calles en cuadrícula, típico de ciudades romanas (Zaragoza, León) y ensanches del siglo XIX (barrio de Salamanca en Madrid).
  2. Circular: Calles que parten de una plaza central y forman anillos, como en Vitoria-Gasteiz.
  3. Irregular: Trazado adaptado al terreno, con calles estrechas y sinuosas, típico de cascos históricos como Toledo o Granada.

En resumen, las ciudades son los núcleos principales en España, combinando historia, servicios y economía.

La Red Urbana Española

El sistema urbano español ha evolucionado desde la mitad del siglo XIX y está formado por ciudades y las relaciones entre ellas. Estas ciudades se organizan jerárquicamente en función de su tamaño y funciones. Existen ciudades de diferentes tamaños: las metrópolis nacionales (Madrid y Barcelona) superan el millón de habitantes y son las más influyentes, seguidas por las metrópolis regionales como Valencia, Sevilla y Bilbao. Otras ciudades son más pequeñas y se centran en funciones como comercio, industria o servicios.

Estructura y Organización de la Red Urbana

La estructura urbana de España tiene ejes urbanos que se agrupan alrededor de Madrid, la principal aglomeración, y otros en la periferia, como el Eje Mediterráneo, el del Valle del Ebro y el Cantábrico, cada uno con características propias. El interior de la península y las islas tienen menos urbanización, con pequeños núcleos. La organización espacial ha sido influenciada por factores históricos como la centralización en Madrid desde 1561 y el crecimiento industrial a lo largo de los siglos. Además, el desarrollo de infraestructuras de transporte ha facilitado las relaciones entre ciudades, mientras que el turismo ha aumentado la proyección internacional de ciudades como Palma de Mallorca o Málaga.