1. La ciudad preindustrial: el casco antiguo

1.1 La herencia de la época preindustrial:

Se concentra en el casco antiguo. Presentan algunas características comunes:

  • a) Casi todas estaban rodeadas de murallas, tenían finalidad defensiva, fiscal y sanitaria.
  • b) El plano solía ser irregular, aunque también hay ejemplos de planos radiocéntricos (Vitoria), lineales (ciudades del Camino de Santiago) y en cuadrícula (Tarragona, Castellón, Aranjuez).
  • c) La trama urbana era cerrada y en la edificación predominaban las casas unifamiliares de baja altura, con corrales y huertos.
  • d) Los usos del suelo eran diversos: con las viviendas se entremezclaban talleres, comercios…
  • e) Socialmente en la ciudad coexistían diversos grupos: en el centro vivía la élite de la ciudad y los trabajadores en la periferia.

Además cabe destacar:

  1. La ciudad romana suele presentar plano regular, derivado del campamento militar, con calles en damero y dos vías principales de norte a sur (cardo) y de este a oeste (decumanus). En el cruce de ambas se encontraba el foro, que albergaba los edificios principales.
  2. En la Edad Media se configuraron los cascos antiguos de la mayoría de las ciudades españolas.
  3. La ciudad musulmana tenía un núcleo principal amurallado, la medina, donde se situaban los edificios más destacados. Fuera estaban los arrabales o barrios de los trabajadores, también amurallados. El plan era muy irregular, de calles estrechas y tortuosas.
  4. La ciudad cristiana también estaba rodeada de murallas. Sus planos eran variados. Edificios más destacados: iglesia y palacios.

1.2 Las transformaciones de la época industrial

La ciudad preindustrial sufrió destacadas modificaciones como resultado del proceso de industrialización, que se inició a mediados del siglo XIX y culminó en los años sesenta del siglo XX.

En el plano cabe destacar:

  • Las reformas interiores del siglo XIX y del primer tercio del siglo XX afectaron a los sectores más valorados del casco antiguo.

Las políticas de renovación de la década de los 60 tuvieron como objetivo sacar la máxima rentabilidad del suelo.

La trama se densificó para aprovechar más el espacio y la edificación experimentó cambios.

El uso del suelo del casco antiguo experimentó una progresiva terciarización.

Socialmente, en el casco antiguo se acrecentó el progreso de segregación social.

1.3 Las transformaciones actuales

En la época postindustrial (a partir del 1975) se inician políticas de rehabilitación integrada en el casco antiguo. Su objetivo es la conservación, recuperación y revitalización de la morfología tradicional, evitando tanto el conservadurismo a ultranza como la renovación especulativa.

En el plano se peatonalizan las calles y se ensanchan y ajardinan las plazas, recuperándolas como lugar público.

En la edificación se conceden ayudas para la rehabilitación de viviendas privadas y de edificios históricos.

En los usos del suelo se combina la defensa de los usos tradicionales con la implantación de actividades turísticas o culturales.

2. Ensanche burgués

El ensanche burgués pretendía dar respuesta al crecimiento de las ciudades de acuerdo con los intereses de la burguesía. Para ello, se derribaron murallas.

El ensanche es un espacio nuevo que plasma las ideas burguesas: orden (plano regular), higiene (alcantarillado, pavimento, espacios verdes…), y obtención de considerables beneficios con la construcción de viviendas, comercios y transportes.

En el momento de su creación adoptó un plano regular en cuadrícula con calles rectilíneas y más anchas que las del casco antiguo, y trama de baja densidad.

La edificación incluía palacetes burgueses y villas ajardinadas, o inmuebles de mediana altura. El uso predominante del suelo fue residencial burgués.

Con el paso del tiempo el ensanche experimentó modificaciones. La trama se densificó al edificarse las manzanas.

La edificación se verticalizó al levantarse áticos, construirse casas y villas sobre todo en la década de 1960.

En los usos del suelo el ensanche comenzó a recibir funciones terciarias.

En la actualidad, algunas zonas envejecidas de buena accesibilidad han sido objeto de operaciones de modernización y embellecimiento de inmuebles, con el fin de atraer las actividades más especializadas del sector terciario.

2.2 Barrios obreros e industriales del extrarradio

Las zonas industriales y barrios marginales ofrecen un claro contraste con el ensanche burgués.

Las instalaciones industriales se establecieron en la periferia urbana.

Los trabajadores que emigraron a las ciudades industriales no podían instalarse en el casco histórico porque sus áreas más valoradas eran caras y estaban habitadas por la burguesía; por ello, encontraron acogida en los barrios marginales, surgidos alrededor del ensanche, en el extrarradio, a lo largo de las carreteras y caminos que partían de la ciudad, o junto a las industrias y estaciones de ferrocarril.

En la actualidad las instalaciones industriales quedan anticuadas y han causado un deterioro ambiental incapaz de atraer nuevas empresas. Por otra parte, han quedado plenamente incorporadas a la ciudad.

Los antiguos barrios proletarios han quedado plenamente incorporados a la ciudad. Los más próximos y mejor conectados se han revalorizado con la sustitución de la población residente.

2.3 Barrios ajardinados

La ciudad-jardín no dio lugar a barrios de vivienda unifamiliar con jardín.

En la creación de estos barrios tuvo lugar un destacado papel la legislación de Casas Baratas (1911 y 1922). La ley pretendía crear barrios obreros de viviendas unifamiliares subvencionadas.

La Ciudad Lineal de Arturo Soria se concibió como una gran calle, de 40 metros de anchura, bordeada de manzanas formadas por casas unifamiliares con huerto y jardín. Por ella se discurrían los servicios básicos y el transporte. Además se pretendía incluir viviendas de distinto nivel y precio. El proyecto que pretendía rodear toda la periferia madrileña, solo se llevó a la práctica parcialmente en la zona del noreste.

3.1 Barrios residenciales de la periferia

Los barrios marginales de infravivienda o chabolas surgen sobre suelo ilegal y sin organización urbanística. Las viviendas son autoconstruidas, con graves deficiencias de cimentación y materiales, y carecen de los servicios elementales.

Los barrios de viviendas de promoción oficial, construidas con ayuda estatal y con limitaciones en el precio de venta. En la mayoría de los casos formaron barrios de trama abierta, con edificación en bloques o aislada, monótona y de baja calidad constructiva, que sufrió un envejecimiento prematuro. Estas carencias, junto con la de equipamientos y servicios, han dado lugar hoy a políticas de rehabilitación destinadas a la recuperación.

Los polígonos de vivienda de promoción privada.

La manzana cerrada ha resurgido.

Las áreas de vivienda unifamiliar proliferan en la periferia a partir de la década de 1980.

4. Aglomeraciones urbanas

4.1 El área metropolitana:

Es una gran extensión urbana que rodea a una ciudad importante y abarca administrativamente varios municipios, entre los que existen importantes relaciones económicas y sociales.

4.2 Otros tipos de aglomeraciones urbanas:

La conurbación es un área urbana continua formada por el crecimiento paralelo de dos o más ciudades hasta unirse. Cada ciudad de la conurbación mantiene su independencia. El factor de fusión suele ser un eje de tráfico (Málaga. Marbella).

La región urbana es un área urbana discontinua, integrada por ciudades dispersas, pero lo suficientemente densa como para que todo el territorio posea características urbanas. Funcionalmente las ciudades forman un espacio unitario. Suele crearse también por el crecimiento paralelo de varias ciudades.

La megalópolis surge cuando la urbanización alcanza escala suprarregional. Esta constituida por diversos elementos urbanos, con funciones distintas, que crecen y forman una red urbana discontinua, pero sin fracturas importantes (Barcelona, Valencia, Alicante).