El estudio de la población española parte de la presentación de las fuentes demográficas que proporcionan información sobre sus distintos componentes y se centra en la explicación de sus rasgos actuales: la tasa de natalidad muy baja, una elevada esperanza de vida, un balance migratorio positivo, una relativización del crecimiento y una estructura envejecida y terciarizada.La distribución espacial española se analiza mediante la densidad de población, sus rasgos básicos son los siguientes: En la época preindustrial tuvieron mayor peso los factores naturales; en la época industrial se consolidaron y agudizaron los contrastes en la distribución; en la época postindustrial, tienden a mitigarse los problemas. En la evolución de la población española se distinguen tres etapas: Por un lado, el régimen demográfico antiguo hasta principios del siglo XX, caracterizado por las altas tasa de natalidad y mortalidad y por un crecimiento natural bajo. La natalidad presenta valores elevados debido al predominio de una economía y una sociedad rurales y a la inexistencia de sistemas eficaces para controlar los movimientos. Además de la alta mortalidad general causado por la escasa dieta alimentaria y las numerosas enfermedades transmitidas o a través del agua, del aire y alimentos. Como consecuencia, el crecimiento natural era bajo. En segundo lugar, la transición demográfica (1900-1975), caracterizado por la disminución de la natalidad, el brusco descenso de la mortalidad y, en consecuencia, un elevado crecimiento natural. Por un lado, la natalidad descendió de forma suave y discontinua, la mortalidad general descendió de manera acusada y continua, excepto en la gripe de 1918 y la Guerra Civil, como consecuencia, el crecimiento natural fue alto. Por último, el régimen demográfico actual, a partir de 1975, caracterizado por unas bajas tasas de natalidad, del mismo modo la mortalidad general se mantiene en cifras bajas, aunque las tasas asciende en 1982, debido al envejecimiento de la población. Como consecuencia, el crecimiento natural actual descendió hasta 1998, a partir de entonces crece lentamente. En las comunidades autónomas, existen ciertos contrastes debidos a la diferente estructura por edades. A su vez, depende de las cuitas heredadas, que son el distinto comportamiento de la natalidad y el diferente desarrollo económica y de las causas actuales que son los nuevos factores de desarrollo económico a partir de la crisis y la inmigración extranjera, Las comunidades autónomas con mayor dinamismo demográfico cuentan, con respecto a la media española, con tasas de natalidad elevadas, de mortalidad bajas y un crecimiento natural más alto. Las comunidades autónomas en declive demográfico presentan tasas de natalidad baja, de mortalidad altas y un crecimiento natural bajo.


Las migraciones interiores son los movimientos de población dentro de las fronteras del país. Estas se clasifican en las migraciones interiores tradicionales (hasta 1975), caracterizadas por la motivación laboral y los flujos unidireccionales entre las áreas inmigratorias y emigratorias. Su perfil característico fue el de personas jóvenes con bajo nivel de cualificación. En ello, podemos distinguir diversos tipos: las migraciones estacionales y temporales y el éxodo rural. Las consecuencias en el plano demográfico son las responsables de los desequilibrios en la distribución de la población; en el plano económico, especialmente en las áreas rurales; el plano social, donde se produjeron problemas de asimilación y en el aspecto medioambiental, las zonas de precedencia de inmigrantes quedaron abandonadas. En segundo lugar, dichas migraciones se clasifican en las interiores actuales, caracterizados por la mayor variedad de las motivaciones de la inmigración, y por la pluridireccionalidad de los flujos. Además, el perfil de las inmigraciones es diverso, tanto en jóvenes como en mayores. Los tipos de inmigraciones interiores, se clasifican en las laborales, residenciales, de reforma y los movimientos habituales. Por otra parte, las migraciones exteriores, son los movimientos de población fuera de las fronteras del propio país, Estos, se dividen en emigración transoceánica y emigración a Europa. Por otra parten las migraciones transoceánicas se dieron principalmente hacia América Latina y hacia EEUU, Canadá y Australia. Dentro de esta, se distinguen dos etapas. La primera desde mediados del s.XIX hasta la 1GM y la segunda entre las dos guerras mundiales. Por otra parte, las migraciones a Europa, tuvo 3 etapas bien definidas. La primera hasta mediados del siglo XX, la segunda entre 1950-1973 y la tercera a partir de 1973. Las consecuencias de dichas migraciones son de carácter demográfico, económico y social. En 2008 España dejó de ser un país de emigración debido a la mayor formación de la mano de obra y a la competencia entre los lugares de destino. Por último, la inmigración extranjera por la recepción de un elevado volumen de inmigrantes. Las causas de dicha atracción inmigratoria son las siguientes: por parte española, la necesidad de mano de obra fue insuficientemente cubierta por la mano de obra nacional. Además, la proximidad de España a África, la convierte en la parte principal de llegada de inmigrantes, Por parte de los inmigrantes extranjeros, influyen los motivos económicos y políticos. El perfil de los inmigrantes varía según su procedencia. Por un lados los inmigrantes comunicarlos (con un nivel de vida medio-alto) o extracomunitario (jóvenes que acuden por motivos económicos o políticos. Las consecuencias de las inmigraciones, al igual que en las migraciones exteriores, pueden ser demográficas, económicas y sociales. Finalmente, la estructura de la población es su composición por sexo, edad y por las actividades económicas que desempeña. En primer lugar, la estructura por sexo y edad, es la relación entre el número de hombres y mujeres que componen la población que contribuye con su actividad al proceso productivo y a los distintos sectores en que se desarrolla esta actividad.