Evolución Demográfica, Migraciones y Revolución Industrial en la España del Siglo XIX
Evolución Demográfica y Movimientos Migratorios en el Siglo XIX. El Desarrollo Urbano.
En cuanto a la evolución demográfica, la población aumentó a lo largo del siglo XIX, pero en una cantidad inferior a la de los países europeos, no creándose las condiciones necesarias para crear un mercado nacional ni un desarrollo económico.
Las causas del lento crecimiento son:
- La tasa de mortalidad era elevada (un 28%) debido a las continuas guerras y las enfermedades infecciosas.
- Encontramos una alta tasa de natalidad (un 35%), lo que explica el crecimiento de la población.
- La tasa de crecimiento vegetativo (diferencia entre la natalidad y la mortalidad) era muy baja, con la excepción de Cataluña.
En cuanto a los movimientos migratorios, encontramos dos tipos:
- Movimientos hacia el exterior: cuyo principal destino era América Latina (habitantes del norte de España) y África (habitantes del sur).
- Migraciones internas: fueron los primeros pasos del éxodo rural, que se aceleraron a partir de la mitad de siglo, hacia las principales ciudades. Estos movimientos potenciaron el desarrollo urbano.
A medida que el éxodo rural crecía, se concentraron en las ciudades grandes grupos de personas, creando en la periferia barrios obreros sin infraestructuras ni servicios. Pero también se crearon áreas burguesas de urbanismo planificado, los denominados ensanches, donde destacan:
- El de Barcelona, diseñado por Cerdá, que presentaba uniformidad en el trazado, convirtiéndose en una ciudad sin segregación social.
- El ensanche de Madrid, que estaba segregada socialmente en barrios.
- A finales del siglo, Arturo Soria diseñó una ciudad jardín cuyo objetivo era mejorar la calidad de vida.
En estas nuevas zonas aparece el sistema del tranvía.
A finales del siglo, España continuaba siendo un país rural, con la excepción de Cataluña, donde la industrialización de Barcelona había permitido una concentración urbana notable.
La Revolución Industrial en la España del Siglo XIX. El Sistema de Comunicaciones: El Ferrocarril. Proteccionismo y Librecambismo. La Aparición de la Banca Moderna.
La revolución industrial se incorpora en España con un gran atraso comparado con el resto de Europa. Las principales causas de este hecho fueron:
- La situación geográfica del país, que dificultaba las comunicaciones y encarecía el transporte.
- La escasez y dispersión de las materias primas y fuentes de energía.
- La falta de capital español.
- La dependencia externa.
- La inestabilidad política.
- El papel negativo del Estado.
- La falta de mano de obra y mercado de producción.
En España destacaba:
- La industria textil catalana, destinada al mercado interior.
- La siderurgia, que era muy débil debido a la falta de demanda de productos siderúrgicos nacionales. Sin embargo, a finales de siglo, la siderurgia vizcaína tuvo un gran desarrollo debido a la existencia de una importante burguesía comercial vinculada a la exportación de hierro.
- La industria de consumo, que creció a lo largo del siglo, pero primaban los sistemas de producción preindustriales.
- La minería, que se modernizó a partir de las legislaciones que llevaron a su liberalización y privatización. El crecimiento de esta coincidió con una fuerte demanda externa, por lo que se convirtió en exportadora.
El Ferrocarril
Hasta 1855, la debilidad económica de España y la falta de un marco jurídico estable no permitieron la construcción de una red de ferrocarriles. Hasta este momento, encontramos tres vías: una en Madrid, otra en Cataluña y otra en Asturias. En este año se promulga la Ley General de Ferrocarriles, que promovía la construcción de una red. Durante la siguiente década se da en España un “boom” ferroviario.
Las consecuencias de la construcción de vías férreas, que a pesar de reducir costes y aumentar la velocidad de intercambios, al hacerse demasiado deprisa y con una planificación irracional, no contribuyeron al despegue de la industria en el país y se siguió dependiendo del exterior.
Proteccionismo y Librecambismo
Durante el siglo XIX nos encontramos con dos políticas económicas:
- El proteccionismo, defendido por los moderados, que establecían grandes aranceles para asegurar la producción nacional.
- El librecambismo, defendido por los progresistas, que establecían bajos aranceles que permitían un gran volumen de intercambios comerciales y la obtención de altos ingresos aduaneros.
La Banca Moderna
Durante este siglo presenciamos la aparición de la banca moderna con la creación de la Ley de Bancos de Emisión en 1856, llevando a la modernización de la banca. Encontramos dos tipos de banca: la privada y el Banco de España, que obtuvo en 1874 el monopolio de la emisión de billetes. Será en 1868 cuando se establezca una misma moneda en España: la peseta.