Factores y Distribución de la Industria en España: Localización y Tendencias
Factores de Localización Industrial
La actividad industrial de un país está condicionada por múltiples factores: disponibilidad de recursos naturales y mano de obra, estrategias políticas, demandas del mercado, coyuntura internacional, condicionantes históricos… Tradicionalmente, se han considerado factores favorables para la localización industrial los siguientes:
- La proximidad a las materias primas.
- La proximidad a las fuentes de energía.
- La proximidad a los mercados de consumo.
- La existencia de buenos sistemas de transporte y buenas redes de comunicaciones.
- La presencia de mano de obra abundante, barata y bien cualificada.
Todo ello dio lugar a la creación, a lo largo del proceso industrializador, de grandes aglomeraciones urbano-industriales. Junto a las industrias principales, surgieron industrias auxiliares, empresas de servicios (marketing, publicidad, asesoría, seguros…), financieras, de mantenimiento y reparación, etc. Además, la gran ciudad suministra mano de obra cualificada y ofrece un amplio mercado para las ventas. Son las ventajas de las llamadas economías de aglomeración, que predominan en la industria hasta el último cuarto del siglo XX.
En los últimos 30 años han cambiado las pautas de localización, ganando importancia nuevos factores:
- Pierden importancia la proximidad a los recursos naturales y al mercado por la mejora de los transportes y las comunicaciones.
- Mantienen su importancia la disponibilidad de buenos sistemas de transporte y comunicación y la de mano de obra.
- Aparecen nuevos factores que atraen a las industrias: El acceso a la innovación y la información. Además de ser importante para cualquier industria, es fundamental para las de alta tecnología, que tienden a localizarse en “medios innovadores” como los parques tecnológicos.
- Las ventajas competitivas aportadas por el territorio: mano de obra, infraestructuras, apoyo de las instituciones, ventajas fiscales, ayudas y subvenciones…
Como consecuencia de lo anterior, se dan hoy dos tendencias contradictorias en la localización industrial: difusión hacia los espacios periféricos y concentración en los espacios centrales.
La difusión de la industria hacia espacios periféricos que hasta ahora no le resultaban atractivos tiene las siguientes causas:
- Los problemas de las grandes aglomeraciones. La concentración, que, en principio supuso ventajas, comienza a presentar grandes inconvenientes a partir de un punto determinado: encarecimiento del suelo, saturación de las infraestructuras, deterioro del medio ambiente, conflictividad laboral…
- Las características del nuevo modelo de producción industrial. La tendencia hacia empresas de menor tamaño, la diversificación de la producción, las facilidades de comunicación instantánea que dan las nuevas tecnologías, la mejora de las redes de transporte, la ampliación de las áreas de mercado…
- Nuevas estrategias para la reducción de costes. En zonas periféricas o rurales, los salarios son más bajos, la conflictividad laboral es escasa, el suelo barato, hay beneficios fiscales para atraer industrias, pocos controles ambientales, etc.
- Desarrollo de la industrialización endógena. Algunas zonas rurales o periféricas han conseguido cierto desarrollo industrial a partir de sus propios recursos: cierto volumen de ahorro, existencia de una tradición artesanal, existencia de excedentes laborales…
Sin embargo, los focos tradicionales continúan teniendo un fuerte poder de atracción, concentrándose en los espacios centrales los sectores de nuevas tecnologías y las sedes sociales y de gestión de las empresas.
Distribución Actual: Principales Regiones Industriales
La localización industrial en España presenta fuertes desequilibrios territoriales. Distinguiremos cuatro tipos de áreas industriales:
- Sistemas evolucionados complejos
- Áreas y ejes en expansión
- Áreas en declive
- Áreas de industrialización inducida y escasa
Sistemas Evolucionados Complejos
Pertenecen a este tipo el foco catalán, el vasco y también el madrileño. En ellos, una industrialización antigua y densa dio origen a la formación de grandes aglomeraciones urbano-industriales. Su evolución reciente está marcada por tendencias contradictorias: los sectores industriales maduros se hunden o deben reconvertirse y se desplazan a la periferia. Por contra, se instalan en el centro las industrias tecnológicas o las sedes sociales de las empresas. También se crean en los alrededores de Madrid, Barcelona o Bilbao parques tecnológicos (Tres Cantos, Cerdanyola, Zamudio) y polígonos empresariales en los que predominan las tareas de oficina.
Ejes Industriales y Áreas en Expansión
Ejes industriales en expansión: Son el litoral mediterráneo, de Gerona a Cartagena, y el Valle del Ebro. Son zonas vertebradas por unas buenas comunicaciones (autopistas), en las que existen ciudades con tradición industrial (Valencia), que fueron promocionadas por los Planes de Desarrollo (Zaragoza), que ofrecen ventajas por su régimen foral especial (Pamplona) o que acogen a grandes empresas (Tarragona, Almusafes, Cartagena…). Además, cuentan con el apoyo de una industria rural dispersa (agroalimentaria en el Ebro y Murcia, textil y cerámica valencianas, calzado y juguete en Alicante…). Estas características y su buena conexión con Europa han propiciado un mayor desarrollo de estas zonas.
Franjas periurbanas: Crecen, como consecuencia de la difusión industrial, con empresas que buscan reducir costes, pero que dan gran importancia a la accesibilidad. Por lo general, son pequeñas empresas, dedicadas a actividades poco cualificadas (madera, mueble, metalurgia de transformación, confección) o a la subcontratación de tareas para otras empresas.
Áreas rurales: Generalmente han crecido a partir de una industrialización endógena que aprovecha las producciones agrícolas o la tradición artesanal preexistente. Esta industria se caracteriza por el predominio de pequeñas unidades, escasa división del trabajo, y fabricación de productos de consumo tradicional, con escaso valor añadido y tecnología sencilla. Su localización espacial es dispersa, aunque tiene importancia en el litoral mediterráneo, valle del Ebro, y zonas de La Mancha y el Guadalquivir.
Áreas Industriales en Declive
Son Asturias, Cantabria, Galicia y algunos núcleos aislados como Cádiz, Puertollano o Ponferrada. Se caracterizan por lo siguiente:
- Especialización en sectores maduros (metalurgia, construcción naval…), que han sufrido intensamente la crisis y la reconversión industrial.
- Mercado laboral de cualificación media o baja, con fuerte implantación sindical y gran conflictividad causada por las malas perspectivas de empleo.
- Deterioro del medio ambiente, producido por el predominio de industrias de base muy contaminantes, con un crecimiento urbano desorganizado, solares y naves abandonadas, etc. Problemas para adaptarse a las nuevas regulaciones ambientales de la UE.
Áreas de Industrialización Inducida y Escasa
Las primeras se desarrollaron generalmente a partir de actuaciones de promoción pública (como los Planes de desarrollo de la década de los 60) y de la instalación de grandes empresas. Sería el caso de Valladolid, Aranda de Duero, Burgos, Málaga, Campo de Gibraltar o Sevilla. Constituyen focos aislados (enclaves industriales) de dimensiones mucho menores que los tipos anteriores.
Las áreas de industrialización escasa son Castilla La Mancha, Extremadura, Baleares y Canarias, aunque la primera de estas Comunidades comienza a tener una industria importante como consecuencia de la difusión de la industria madrileña.