La producción industrial actual

Los subsectores industriales maduros

Son las ramas industriales afectadas por el descenso de la competitividad (debido al atraso de su tecnología o al menor coste de la mano de obra de otros países), por la reducción de la demanda (a causa de la aparición de nuevos materiales o productos) o por la necesidad de llevar a cabo procesos de reconversión:

  1. La industria siderúrgica integral: Obtiene acero a partir del mineral de hierro en el alto horno. Tras un duro proceso de reconversión, solo se mantiene en Asturias.
  2. La industria de transformados metálicos: Fabrica productos metálicos y maquinaria. Destaca su presencia en Barcelona, País Vasco y Madrid.
  3. La fabricación de electrodomésticos de línea blanca: Se localiza en Navarra, Aragón, Cantabria y País Vasco (Artilleros).
  4. La construcción naval: Ante la fuerte competencia de países más baratos, está sufriendo una dura reconversión. Se encuentra muy concentrada en Galicia, Cantabria, País Vasco y Andalucía.
  5. La industria textil y de la confección: Se centra en Cataluña y la Comunidad Valenciana. Sufre la competencia de los países más baratos, que trata de atajarse con la inversión en intangibles (diseño, moda, marcas).

Los subsectores dinámicos

Son las ramas industriales caracterizadas por su alta productividad y especialización, y por tener la demanda asegurada (alto mercado interior y gran potencialidad exportadora). En estos sectores es muy importante la presencia del capital extranjero.

  • El automóvil: Tras superar un proceso de reconversión, ha recuperado su dinamismo. Las plantas industriales pertenecen a empresas multinacionales extranjeras, y la producción se exporta en gran parte, siendo España el tercer país exportador de Europa. Entre las fábricas principales destacan las de Palencia, Valladolid, Zaragoza y Madrid.
  • El sector químico: Es una de las bases de la industria española, a pesar de que sufre problemas, como la fuerte presencia extranjera y la escasa capacidad investigadora. Comprende dos subsectores:
    • La química de base o petroquímica, con refinerías en Puertollano, Cartagena, Algeciras, Huelva, Santa Cruz de Tenerife.
    • La química de transformación, que se estructura en pequeñas empresas que fabrican colorantes, pinturas, barnices, farmacéuticos, perfumes y material fotográfico. Se localizan en el País Vasco, el litoral catalán y Madrid.
  • El sector agroalimentario: Cuenta con industrias pequeñas y dispersas, aunque también tienen gran peso las transnacionales. Destacan Cataluña, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Murcia.

Los sectores industriales punta o de alta tecnología

(Material eléctrico y electrónico, ordenadores, instrumentos ópticos y de precisión). En España, estos sectores se han implantado con retraso y tienen menor desarrollo que en otros países europeos.

  • La localización de los sectores de la alta tecnología tiende a concentrarse en parques tecnológicos o científicos, también llamados tecnopolos.
  • Se ubican en el entorno de metrópolis y ciudades medias con buena accesibilidad. En ellos suelen existir incubadoras de empresas, edificios destinados a alojar a empresas innovadoras durante los primeros años de su desarrollo local, mediante la atracción de otras empresas.

La estructura actual de la industria

  • La dimensión media de la empresa y de las industrias es reducida, pues la mayoría (96,7% en 2008) son pequeñas (menos de 50 trabajadores) o medianas (de 51 a 250).
  • La investigación y la innovación son insuficientes. La inversión en I+D es menor que la de los países europeos más avanzados.

La localización industrial actual

Los factores de la localización industrial actual

  • Pierde importancia la proximidad de los recursos naturales ante el abaratamiento del transporte.
  • Mantienen su relevancia la disponibilidad de buenos sistemas de transporte y comunicación y la mano de obra cualificada.
  • El acceso a la innovación y a la información es esencial para la competitividad de las industrias actuales. El territorio adquiere cada vez más importancia como factor de localización industrial.

Las tendencias actuales: difusión y concentración

La difusión de parte de la industria hacia espacios periféricos se debe a los problemas que presentan las grandes concentraciones industriales, las mejoras tecnológicas y en el transporte, y el desarrollo de la industrialización endógena.

Las áreas industriales actuales

En España, la localización industrial mantiene en la actualidad fuertes desequilibrios territoriales: los sectores más dinámicos tienden a localizarse en las regiones más avanzadas, a saber, Madrid, Barcelona, País Vasco y Valencia.

Áreas industriales desarrolladas

Son las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, marcadas por el hundimiento o reconversión de sectores industriales maduros y por una revitalización industrial, debida a la alta tecnología y a las sedes sociales de las grandes empresas nacionales y transnacionales. Todo ello ha favorecido una creciente terciarización. A nivel nacional, los ejes principales son los del valle del Ebro (triángulo de Zaragoza, Logroño y Pamplona) y del Mediterráneo (Gerona-Cartagena, también llamado arco industrial mediterráneo).

Áreas y ejes industriales en declive

Son zonas caracterizadas por su declive industrial, localizadas en la cornisa cantábrica (País Vasco, Asturias, Galicia y Cantabria) y en algunos emplazamientos concretos (Ferrol, bahía de Cádiz, Puertollano y Ponferrada). No obstante, algunas zonas han protagonizado ejemplos de revitalización industrial, como el País Vasco a partir de 1995.

Áreas de industrialización inducida y escasa

Se caracterizan por la existencia de algunas grandes implantaciones industriales aisladas y dispersas. Se encuentran en Aragón (salvo en Zaragoza), Castilla y León, y Andalucía. Estas áreas cuentan también con algunas industrias en las capitales provinciales, aprovechando el mercado de consumo urbano, pero dentro de ellas hay dos zonas industriales en auge: el eje de Valladolid-Palencia-Burgos y las capitales andaluzas.

La política industrial actual

  1. La creciente apertura al exterior: Es el resultado de la integración española en el mercado europeo y mundial, es decir, del actual proceso de globalización. Ha supuesto el fin de los aranceles para los productos industriales comunitarios y una reducida tarifa para los productos procedentes de terceros países.
  2. La disminución de la intervención del Estado en la industria: Se manifestó en la desaparición del INI en 1995. Entonces, las empresas estatales se agruparon en la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). Algunas de las empresas más rentables han sido privatizadas, lo cual permitió reducir el endeudamiento estatal.
  3. La Unión Europea interviene en la política industrial: En 2000 aprobó la llamada “Estrategia de Lisboa”, relanzada en 2008, que propone elevar la inversión en I+D al 3% del PIB de cada país.
  4. El apoyo a las PYMES: Se potencian su creación y crecimiento (Plan de Fomento Empresarial), iniciado en el año 2000.
  5. La extensión de las TIC a toda la sociedad: Destinándoles un 7% del PIB (Programa Ingenio 2010).

Política medioambiental de la industria

El objetivo de la política medioambiental es solucionar los problemas causados por la industria al medio ambiente y proteger el patrimonio industrial amenazado de desaparición.

  1. El uso abusivo de los recursos naturales: Conduce a su sobreexplotación y su agotamiento. Frente a este problema se fomenta el desarrollo sostenible, es decir, un uso racional de los recursos que permita satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras.
  2. La contaminación: Algunas industrias contaminan el medio debido a la generación de gases, residuos y ruidos.