Migraciones Interiores

Las migraciones interiores tradicionales:

Se caracterizan por un volumen elevado, con la motivación laboral como principal motor. Los protagonistas suelen ser jóvenes con baja cualificación.

Las migraciones estacionales y temporales:

Desplazamientos estacionales a otras áreas rurales para llevar a cabo trabajos agrarios en épocas de mayor demanda laboral. También se incluyen desplazamientos temporales a la ciudad, especialmente en sectores como la construcción o la industria.

El éxodo rural:

Migración desde áreas rurales a urbanas con carácter definitivo o de larga duración. Las motivaciones principales son la búsqueda de trabajo e ingresos más altos, un mejor nivel sanitario y cultural, y mayor libertad personal. Los migrantes proceden de zonas menos avanzadas (Galicia, interior peninsular) y se dirigen a núcleos industriales (Cataluña, Madrid, País Vasco).

Etapas del éxodo rural:

  1. Siglo XIX – 1930: Éxodo moderado.
  2. 1931 – 1950: Estancamiento del éxodo.
  3. 1951 – 1975: Éxodo masivo.
  4. 1975 – Actualidad: Declive del éxodo, con valores muy bajos en la actualidad.

Migraciones interiores actuales:

A partir de la crisis de 1975, se observan las siguientes tendencias:

  • Migraciones laborales: motivadas por el trabajo, con adultos jóvenes como principales protagonistas.
  • Migraciones residenciales: jóvenes que buscan viviendas más asequibles y adultos que buscan áreas con mayor calidad medioambiental.
  • Migraciones de retorno: personas mayores de 65 años, principalmente jubilados, que regresan a sus áreas de origen.
  • Movimientos pendulares: desplazamientos diarios o semanales por motivos laborales o de estudios.

Migraciones Exteriores

Movimiento de población fuera de las fronteras nacionales.

Emigración transoceánica:

Dirigida principalmente a América Latina, y en menor medida a Estados Unidos, Canadá y Australia. Se trata de una emigración permanente, con dos etapas de auge y dos de crisis.

Evolución del Crecimiento Natural en España

Régimen demográfico antiguo (hasta 1900):

  • Natalidad elevada: Inexistencia de métodos de control de la natalidad. Los hijos eran una ayuda para la economía familiar.
  • Mortalidad elevada: Mala nutrición, enfermedades e infecciones debido al retraso en la medicina y la falta de higiene.
  • Mortalidad catastrófica: Hambre, guerras, epidemias.
  • Alta mortalidad infantil.
  • Esperanza de vida baja.
  • Crecimiento natural bajo con oscilaciones por las crisis de mortalidad.

La transición demográfica (1900 – 1975):

  • Descenso más lento de la natalidad: Mayor supervivencia de los hijos, reducción de su valor económico.
  • Descenso rápido e intenso de la mortalidad: Mejora del nivel de vida, avances médicos (vacunas, antibióticos), reducción de la mortalidad infantil.
  • Crecimiento natural elevado.

Régimen demográfico moderno (1975 – actualidad):

  • Natalidad baja: Retraso en la edad de matrimonio, anticonceptivos, aborto, divorcio, incorporación de la mujer al mundo laboral.
  • Mortalidad baja: Nuevas enfermedades, desaparición de la mortalidad infantil.
  • Aumento de la esperanza de vida.
  • Crecimiento natural estancado.

Densidad de Población

La densidad de población en España ha aumentado con el tiempo hasta llegar a 92,2 hab/km², un valor moderado e inferior a la media de la Unión Europea. Las áreas de alta densidad se sitúan en Madrid, Baleares, Canarias y el área mediterránea. Las áreas de baja densidad se localizan en el interior de la Península.

A partir de la crisis de 1975, se observa una tendencia a la difusión espacial de la población y de algunas actividades económicas. Sin embargo, la concentración de población en Madrid y los ejes del Mediterráneo y del Ebro se ha visto reforzada por los nuevos polos de desarrollo y la inmigración extranjera.