Política Económica del Franquismo: Autarquía y Desarrollismo
Política Económica del Franquismo
1. La Autarquía Económica (1939-1959)
La economía española de los años cuarenta y cincuenta estuvo condicionada tanto por la situación interior como por las circunstancias exteriores:
La Guerra Civil había dejado al país en una situación ruinosa. La Segunda Guerra Mundial privó a España de la posibilidad de abastecerse en el exterior. El bloqueo internacional al que fue sometida España tras la guerra mundial prolongó el aislamiento económico.
En consecuencia, la política económica se basó en la autarquía, que aspiraba a alcanzar la autosuficiencia del país. El objetivo era una rápida industrialización del país, mediante un rígido intervencionismo del Estado. Pero el resultado fue desastroso:
- La producción industrial apenas aumentó.
- La producción agraria resultó insuficiente para alimentar a la población, por lo que hubo que establecer un sistema de racionamiento de alimentos hasta 1952.
La escasez y el racionamiento propiciaron, a su vez, la aparición de un mercado negro, en el que los bienes alcanzaban un precio muy superior al que habrían tenido en un mercado libre.
La renta per cápita no recuperó los niveles de antes de la guerra hasta los cincuenta. En los años cincuenta, la economía española se fue abriendo poco a poco hacia el exterior. Sin embargo, las reservas de divisas iban camino de agotarse al final de la década. En consecuencia, era inaplazable un reajuste de la economía.
2. El Desarrollismo: El Plan de Estabilización y el Crecimiento Económico (1959-1973)
El Plan de Estabilización de 1959. El gobierno formado en 1957 incorporó a cualificados profesionales, que abandonaron la autarquía. Eran miembros del Opus Dei e impusieron un nuevo estilo de hacer política basado en la eficacia técnica y económica. Se los ha calificado como «tecnócratas». Su proyecto más ambicioso fue el Plan de Estabilización de 1959, que perseguía tres grandes objetivos:
- La estabilidad de los precios.
- La flexibilización de la actividad económica nacional.
- La liberalización de las relaciones económicas con el exterior.
El plan incluía un conjunto de medidas de reajuste, como la devaluación de la peseta o la supresión de los rígidos controles estatales de la economía. Los resultados inmediatos fueron traumáticos.
Los Planes de Desarrollo
Conseguidos los objetivos del Plan de Estabilización, se pusieron en marcha los planes de desarrollo. Desde 1964 a 1975 se elaboraron tres planes. Uno de los aspectos más destacables de los planes fue la creación de los polos de desarrollo: para alcanzar un desarrollo equilibrado en el país, se eligieron ciertas zonas con posibilidades económicas, y se concedieron ayudas a las empresas que se establecieran en ellas. Se crearon doce polos de desarrollo:
- La Coruña
- Vigo
- Zaragoza
- Valladolid
- Huelva
El «Milagro Económico» Español y sus Deficiencias
Entre 1960 y 1973, la economía española experimentó un crecimiento sin precedentes, próximo al de Europa Occidental:
La renta per cápita aumentó en más del doble entre 1960 y 1970; y la tasa de crecimiento anual del PNB solo fue superada por Japón. Se emprendió una modernización de todos los sectores económicos:
- La agricultura mejoró notablemente sus rendimientos y su productividad mediante la incorporación de nuevas técnicas, maquinaria y fertilizantes.
- El sector secundario fue el que más se desarrolló, en especial las industrias químicas, del metal y del automóvil; este último se convirtió en todo un símbolo de la mejora en el nivel de vida de las familias españolas.
- En el sector terciario destacaba el crecimiento espectacular del turismo, debido a la creciente llegada de turistas extranjeros a nuestras costas.
No obstante, en el milagro económico español había luces y sombras. Así, entre los aspectos negativos del modelo de desarrollo seguido por España destacan tres:
- Se originaron grandes desequilibrios regionales. Frente al desarrollo espectacular de las zonas industriales de larga tradición -País Vasco, Cataluña, Madrid, etc.- y de los nuevos polos de desarrollo, otros territorios quedaron despoblados y muy rezagados económicamente.
- Se optó por un modelo de crecimiento que desaprovechaba la mano de obra disponible y una parte de la población activa tuvo que emigrar al extranjero para buscar trabajo.
- Además, la balanza comercial española seguía siendo muy deficitaria, porque se importaba petróleo, materias primas industriales, maquinaria…
El déficit comercial se pudo compensar con tres fuentes de ingresos: la inversión de capitales extranjeros en España, las divisas que los emigrantes enviaban a sus familias en España y la entrada de divisas por el turismo extranjero.