Ríos y Aguas en España

España cuenta con una destacada diversidad de aguas superficiales y subterráneas. Ambas pueden ser corrientes (ríos y arroyos) o estancadas (lagos y humedales). Un río es una corriente continua de agua que discurre por un cauce, que desemboca en el mar, en otro río (afluentes).

Factores que Influyen en los Ríos Peninsulares

Los ríos peninsulares están condicionados por diversos factores que determinan la organización de las cuencas y las vertientes hidrográficas, así como el caudal:

  1. Clima: Tiene una gran influencia. Las precipitaciones determinan el caudal de los ríos y sus variaciones a lo largo del año (régimen fluvial). Las temperaturas inciden en la mayor o menor evaporación del agua o en la existencia de nieve.
  2. Relieve y Topografía: Influyen en la organización de las cuencas y vertientes hidrográficas, que se separan por unidades de relieve (divisoria de aguas). En la erosión de los ríos, que aumenta con la inclinación del terreno. En el régimen fluvial dado que la altura determina la aportación o no de nieve.
  3. Roquedo: Más o menos permeable determina la escorrentía, es decir, la circulación superficial o subterránea del agua.
  4. Vegetación: Aminora la evaporación, reduce la erosión al frenar la fuerza del agua; y el riesgo de inundaciones, pues retrasa la incorporación del agua de precipitación al cauce.
  5. Acción Humana: Realiza obras (embalses) para el abastecimiento de agua y la regularización de los ríos.

Caudal y Tipos de Régimen Fluvial

El caudal es la cantidad de agua que pasa en un segundo por un punto.

Vertiente Mediterránea

Exceptuando al Ebro, sus ríos son cortos, puesto que nacen en montañas próximas al mar. Por este motivo, erosionan violentamente las laderas deforestadas. Su caudal es escaso, debido a las reducidas precipitaciones y su régimen muy irregular. Presentan acusado estiaje en verano (muy prolongado en los ríos más meridionales) y crecidas en otoño originadas por lluvias torrenciales (contraste entre las cálidas aguas del Mediterráneo y la tierra, que se enfría más deprisa). En esta vertiente son también frecuentes los torrentes, cursos intermitentes que solo llevan agua cuando llueve. Gran parte del año sus cauces o ramblas se encuentran secos. Destacan los ríos de las cuencas internas de Cataluña (Ter y Llobregat), Ebro, Turia, Júcar y Segura. Baleares y Canarias carecen de ríos propiamente dichos. Su roquedo, calizo en Baleares y volcánico en Canarias, favorece la infiltración del agua y el clima con verano caluroso y seco ocasiona fuerte evaporación. Tienen arroyos o corrientes de agua de escaso caudal, alimentados por manantiales. Los torrentes también son frecuentes en ambos archipiélagos. En ambos casos los recursos hídricos se obtienen de los acuíferos.

Las Cuencas Fluviales y las Vertientes Hidrográficas

Cuencas Fluviales

La cuenca fluvial es el territorio cuyas aguas vierten a un río principal y a sus afluentes. Se encuentran separadas por divisorias de aguas, formadas por las cumbres de los relieves montañosos que las delimitan. Estas cuencas son: cuencas del Cantábrico, Galicia Costa, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Tinto-Odiel-Piedras, Guadalete-Barbate, cuencas internas de Cataluña, Ebro, Júcar, Segura y Cuenca mediterránea andaluza.

Vertientes Hidrográficas Españolas

Una vertiente hidrográfica es el conjunto de cuencas cuyas aguas vierten en el mismo mar. En la Península se observa una gran disimetría entre las vertientes atlántica y cantábrica (en las que desembocan el 69% de los ríos peninsulares) y la mediterránea (en la que desagua el 31% restante). La causa es la inclinación de la Meseta hacia el oeste a partir del Sistema Ibérico.

Divisoria de aguas: unidades de relieve que delimitan las vertientes hidrográficas españolas.

Son numerosos, caudalosos y de régimen bastante regular gracias a la abundancia y constancia de las precipitaciones, por las borrascas del frente polar. Aprovechando estas circunstancias y la topografía abrupta, se construyen pantanos destinados a la producción hidroeléctrica.

Vertiente Atlántica

Sus ríos son largos, al nacer cerca del Mediterráneo y desembocar en el Atlántico. Su fuerza erosiva es escasa puesto que discurren por llanuras. Su caudal es abundante porque tiene numerosos afluentes, pero su régimen es irregular, presentan estiaje en verano, debido a la influencia del anticiclón de las Azores, y crecidas en otoño y primavera por las lluvias. Los ríos gallegos forman rías en su desembocadura y son muy caudalosos: Tambre, Ulla y Miño. Los andaluces, Guadalete, Tinto y Odiel son ríos cortos y de régimen pluvial. Destacan los grandes ríos de la Meseta: Duero, Tajo, Guadiana y Guadalquivir.

Vegetación en España

La vegetación o flora es el conjunto de especies vegetales de un territorio. Está integrada por formaciones vegetales: el bosque, el matorral y el prado. España forma parte del reino floral holártico (tierras continentales próximas al trópico de Cáncer). La Península incluye tres regiones florales: región boreoalpina (zonas más elevadas de los Pirineos y de la c. Cantábrica); región eurosiberiana (norte peninsular y algunos sectores de los sistemas Central e Ibérico); región mediterránea (resto de la Península e Islas Baleares); y región macaronésica en las Islas Canarias.

La diversidad vegetal española resulta de factores físicos como el clima, el relieve, que propicia especies diferentes según la altitud, orientación, etc, y los suelos. Los factores humanos se manifiestan en la degradación de la cubierta vegetal y en la introducción de especies de repoblación. Cuando la vegetación de una zona solo obedece a factores naturales se llama clímax, si en ella interviene el ser humano se denomina secundaria.

Los Paisajes Vegetales de España

Paisaje Vegetal de Clima Oceánico

Corresponde a la región floral eurosiberiana. Sus formaciones vegetales características son el bosque caducifolio, la landa y el prado.

Bosque Caducifolio

Es denso con árboles altos de tronco recto y liso, y hoja grande caduca. En el sotobosque crecen helechos y musgos por el ambiente sombrío. Destacan especies como:

  • El haya: árbol de montaña, exige humedad y tolera el frío; de madera dura y de buena calidad para muebles, etc. Cordillera Cantábrica.
  • El roble: exige humedad y tolera mal el calor; su madera dura se emplea en la construcción y fabricación de muebles. Galicia.

El bosque marcescente menos denso, hacia el interior peninsular. Bellotas alimentan al ganado.

Landa

Vegetación densa de matorral de gran altura. Especies brezo, retama, etc. Aparece al degradarse el bosque caducifolio. Se usa como cama de animales y abono.

Prados

Vegetación herbácea de grandes extensiones. Alimento para el ganado.

Paisaje Vegetal de Clima Mediterráneo

Corresponde a la región floral mediterránea. Sus especies son xerófilas, se adaptan a la sequía estival: largas raíces, hojas pequeñas, duras (esclerófilas), recubiertas de cera y pilosidades, o forman espinas, para minimizar la pérdida de agua por transpiración. Sus formaciones vegetales características son el bosque perennifolio y el matorral.

Bosque Perennifolio

Es poco denso, con árboles de mediana altura de tronco sinuoso, de corteza gruesa y hoja perenne. Las ramas forman copas globulares y amplias para mitigar la insolación y la evaporación. Rico sotobosque, ya que la luz alcanza el suelo. Sus especies más características:

  • La encina: soporta la sequía, el calor y el frío, y se adapta a todo tipo de suelos. Su madera dura y muy resistente se emplea para carpintería, etc. Su fruto para el ganado. Sierra Morena y Guadarrama.
  • El alcornoque: necesita más humedad, de madera muy dura para realizar barcos, y su corteza para corcho. Sur de Andalucía, Castellón, etc.
  • El pino: se ha extendido por esta zona, se adapta a todo tipo de climas y suelos, crece rápido y se aprovecha para resina, madera, pasta de papel, etc; aunque arde rápido y su hoja acidifica el suelo.
Matorral

Es la degradación del bosque por el ser humano. Presenta tres tipos:

  • La maquia: formación arbustiva, muy densa y casi impenetrable. Especies: jara, retama, etc.
  • La garriga: formada por arbustos y matorrales de poca altura: tomillo, romero, etc.
  • La estepa: formada por hierbas bajas, entremezcladas con arbustos espinosos, bajos y discontinuos: esparto, palmito, tomillo, etc.

El matorral se usa en perfumería, medicina natural, fabricación de cuerdas, cestos, etc.

Paisaje Vegetal de Ribera

Aparece en las riberas de los ríos. La presencia constante de agua hace que solo puedan vivir allí ciertas especies, que se disponen en franjas paralelas al río, desde las que están en contacto semipermanente con el agua hacia el exterior. Están formados por especies como el aliso, el sauce, el chopo, el álamo y el olmo. Algunos de esos árboles de crecimiento rápido y madera blanda, son usados para armazones y embalajes. Junto a los bosques crecen juncos y matorrales: madreselva, zarzamoras, rosales silvestres, etc.

Paisaje Vegetal de Montaña

La vegetación se dispone en distintos pisos vegetales según la altitud, latitud y orientación. En la montaña pirenaica o alpina:

  • Un piso basal con bosques de encinas, robles y hayas.
  • Un piso subalpino de coníferas como el pino silvestre y el abeto.
  • Un piso alpino con prados.
  • Un piso nival donde solo crecen pequeñas plantas rupícolas.

En la montaña atlántica, representada por c. Cantábrica:

  • Un piso basal forestal de bosque caducifolio.
  • Un piso supraforestal de landa.
  • Una cima con prados.

En la montaña mediterránea:

  • Un piso basal forestal de bosque perennifolio, y caducifolio y/o pinares a mayor altitud.
  • Un piso supraforestal de maquia o garriga.
  • Prados en las cimas más elevadas o en las umbrías.

Paisaje Vegetal de Canarias

Corresponde a la región floral macaronésica. Presenta especies autóctonas, mediterráneas, africanas y americanas. Debido a su insularidad destacan los endemismos (formaciones vegetales propias y exclusivas) y las reliquias (formaciones vegetales propias de épocas geológicas pasadas que han sobrevivido en enclaves muy reducidos). En las islas con relieve montañoso se suceden los siguientes pisos vegetales:

Piso Basal

(Desde el nivel del mar hasta los 300-500m). Incluye plantas que soportan la sal (halófilas) y la arena (psamófilas); y una elevada aridez como los matorrales: tabaiba y cardón.

Piso Intermedio

(200-800m); condicionado por el aumento de la humedad y el descenso térmico permiten el crecimiento de palmeras, dragos y sabinas.

Piso Termocanario

(800-1200m), la vegetación se adapta al mar de nubes (humedad) Incluye bosque de laurisilva y el fayal-brezal resultante de la degradación antrópica de la laurisilva.

Piso Canario

(1200-2200m); la vegetación debe adaptarse a la aridez y al frío. Dominada por el bosque de coníferas: pino canario y cedro canario.

Piso Supracanario

(+2200m); en Tenerife y La Palma. Ocupado por matorrales: codeso y retama, y matillas dispersas de gran riqueza florística: violetas del Teide.

La Acción Humana

La acción humana ha reducido la extensión del bosque por diversas causas: la pérdida de sus usos tradicionales, incendios, la agrarización o sustitución de especies naturales por otras de aprovechamiento agrario, como el castaño en el bosque caducifolio, o las dehesas en el mediterráneo; y las repoblaciones con árboles con buen aprovechamiento económico como el pino y el eucalipto (madera, pasta de papel, etc.), que arden con facilidad y sus hojas acidifican y empobrecen el suelo. Los beneficios ecológicos del bosque de ribera: reduce la erosión, el riesgo de inundación y la evaporación, etc., se han visto alterados por su degradación. La vegetación canaria se ha reducido por las urbanizaciones turísticas, cultivos, etc.