El Modelo Heliocéntrico y la Ley de Gravitación Universal

Nicolás Copérnico (1473-1543), en el siglo XVI, propuso el modelo heliocéntrico, desafiando la visión geocéntrica del universo. Posteriormente, Johannes Kepler explicó el movimiento de los planetas mediante leyes que definían matemáticamente sus trayectorias y velocidades.

Galileo Galilei fue el primero en utilizar el telescopio para estudiar la Vía Láctea, los satélites de Júpiter, los anillos de Saturno y otros cuerpos celestes. Sus observaciones lo llevaron a defender el modelo heliocéntrico, lo que le valió la condena de la Iglesia Católica.

Isaac Newton formuló la Ley de Gravitación Universal, que establece que dos cuerpos se atraen con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa. Esta ley explica tanto la caída de los objetos en la Tierra como las órbitas de la Luna y los planetas.

El Big Bang y la Formación del Universo

A principios del siglo XX, se descubrió que las galaxias se alejaban entre sí. Esta expansión del universo implica que en el pasado era más caliente y denso, hasta que toda la materia se concentró en un punto diminuto: el Big Bang.

Veinte minutos después del Big Bang, se había formado la mayor parte de la materia del universo, principalmente hidrógeno y helio, con trazas de litio y berilio. Unos cientos de miles de años más tarde, se formaron grumos de gas que dieron origen a las galaxias.

En el interior de las galaxias, la acumulación de gas y polvo formó las primeras estrellas. Las estrellas más grandes juegan un papel fundamental en la creación de elementos químicos más pesados.

Clasificación de los Cuerpos Celestes

Planetas

Los planetas tienen suficiente masa para que su gravedad les confiera una forma aproximadamente esférica. Además, han limpiado su órbita de otros cuerpos de tamaño considerable.

Planetas Enanos

Los planetas enanos también poseen suficiente masa para ser esféricos, pero comparten su órbita con otros cuerpos similares.

Cuerpos Menores

Los cuerpos menores, como los cometas y asteroides, no tienen suficiente masa para ser esféricos y presentan formas irregulares.

Formación y Estructura de la Tierra

La Tierra se formó hace unos 4.500 millones de años. En sus inicios, era un planeta fundido debido a las altas temperaturas y los impactos de meteoritos. Uno de estos impactos originó la Luna e inclinó el eje de rotación terrestre.

A medida que la Tierra se enfriaba, los materiales más densos, como el hierro y el níquel, se hundieron hacia el centro, mientras que los más ligeros, como el oxígeno y el silicio, permanecieron en la superficie. Así se formaron las capas internas de la Tierra.

Deriva Continental y Tectónica de Placas

A principios del siglo XX, Alfred Wegener propuso la teoría de la Deriva Continental, basándose en la coincidencia de las costas de Sudamérica y África, así como en la similitud de sus registros fósiles. Wegener sugirió que los continentes actuales se formaron a partir de la fragmentación de un supercontinente llamado Pangea.

La corteza terrestre y la parte superior del manto forman la litosfera, una capa rígida y quebradiza dividida en placas tectónicas. Estas placas interactúan entre sí, provocando terremotos, volcanes y la formación de montañas.

  • Convergencia: Cuando dos placas chocan, una puede hundirse bajo la otra (subducción) o arrugarse, formando cordilleras.
  • Divergencia: Cuando dos placas se separan, el espacio entre ellas se llena con material magmático, creando nueva litosfera.

La energía interna de la Tierra impulsa el movimiento de las placas tectónicas, haciendo de nuestro planeta un sistema dinámico en constante cambio.