Evolución Común de las Cuencas Peninsulares

El microcontinente ibérico ha sido elevado debido a una intensa deformación alpina de tipo intraplaca, lo que se ve reflejado en un elevado número de cuencas cenozoicas. La mayoría de los contactos entre las zonas elevadas y las cuencas son de cabalgamientos o de fallas de desgarre, y todas parecen presentar una evolución sedimentaria común, con las siguientes etapas:

  • Comienzo de la sedimentación.
  • Intensa sedimentación sintectónica: en todas las cuencas se da un momento de intensa sedimentación en el Oligoceno-Mioceno inferior con facies muy progradantes (cambio muy importante). Posteriormente se da un pulso más pequeño en el Mioceno superior-Plioceno relacionado con el depósito de rañas.
  • Cambio de cuenca endorreica a cuenca exorreica.
  • Erosión acelerada debido a la incisión fluvial.

Esta evolución marca una migración de la actividad desde el este hacia el oeste, en el que las cuencas siguen siendo tectónicamente activas en la actualidad. Hay muchas cuencas cenozoicas en la península ibérica asociadas a sistemas de falla menores en el oeste de la península. Se diferencian de las anteriores en que en estas no hay cobertera, de forma que el tipo de deformación y sedimentación será distinta. Un ejemplo de esto se encuentra en la Falla de Plasencia, en el Valle del Jerte, en el que se dan estructuras de pull-apart y push-up asociadas.

Estructuras de Deformación en la Península Ibérica

La compresión intraplaca relacionada con los esfuerzos alpinos puede acomodarse de tres formas distintas:

  • Buckling: pliegues que afectan a toda la corteza y cabalgamientos asociados en la corteza superior.
  • Fallas de desgarre: en la zona oeste dominan las de tipo sinextral que conectan el cinturón de deformación pirenaica con el central; mientras que en la Cordillera Ibérica se dan movimientos dextrales asociados a la extensión.
  • Inversión del Rift Mesozoico: los esfuerzos oblicuos darán lugar a las fallas de desgarre destrales mencionadas anteriormente.

Para que se produzcan los grandes pliegues es necesario que la placa ibérica esté acoplada mecánicamente a África, por lo que se puede afirmar que antes de chocar con Eurasia ambas placas estaban unidas. La distribución de esfuerzos en ese momento sería completamente distinta al actual, con un punto muerto en el centro de la península.

Pirineos

En la Cordillera de los Pirineos, la litosfera ibérica está siendo cabalgada por la europea, por lo que la deformación en el borde sur es mucho mayor que en el norte. La vergencia de los cabalgamientos es hacia el sur.

Si se hacen una serie de perfiles N-S a lo largo de los Pirineos y la Cordillera Cantábrica se ve cómo hacia el oeste la deformación fue arrastrada por los Pirineos. Hay cierto debate sobre hasta dónde llegan los Pirineos, cuando la realidad es que toda la Cordillera Cantábrica se formó como consecuencia de la formación de los Pirineos.

El Cinturón de Deformación Central

El Sistema Central Hispano-Portugués es una cadena poco típica, ya que no se ha formado a partir de un rift invertido, por lo que se hace necesaria una deformación muy intensa para que se hayan formado estas estructuras de gran tamaño. Destacan en este cinturón las estructuras de pop-up y pop-down. La Falla Sur del Sistema Central tiene un salto vertical enorme, lo que concuerda con un modelo de deformación muy elevada.

Al menos en Portugal los cabalgamientos son relativamente activos en la actualidad, ya que están afectando a materiales de rañas actuales. Son zonas en las que se dan terremotos con mecanismo focal de falla inversa.

Falla de Plasencia

La Falla de Plasencia (falla sinextral) y el cabalgamiento del borde sur del Sistema Central tienen una dirección relativamente paralela, lo que se explica como parte de una partición de la deformación debido a un movimiento oblicuo. Esta falla afecta también a la raña (una de las flores inversas está cabalgando sobre rañas), por lo que la deformación es relativamente reciente. Todos estos son desgarres lentos, así que es posible que se puedan dar terremotos en lugares en los que no existe un registro de sismicidad histórica. Los mecanismos focales indican que en esta zona destacan fundamentalmente las fallas de desgarre.

Desde la Sierra de Estrella hacia el Bierzo hay un sistema de fallas paralelas de dirección NNE-SSO, el Sistema de Fallas de Vilariça, que se han encargado de transmitir buena parte de la deformación hacia el sur. Muchas de estas fallas dan lugar a pequeñas cuencas que se rellenan por materiales cenozoicos.