Geografía y Sociedad de Palestina en el Siglo I

Galilea: Tierra de Contrastes

Galilea era una región montañosa al norte de Palestina, donde se encontraba la ciudad de Nazaret. A pesar de su terreno accidentado, también contaba con una llanura fértil propicia para el cultivo de cereales y frutas, así como para la pesca. Jesús nació en esta región y vivió en Nazaret hasta el comienzo de su vida pública. Por esta razón, su predicación a menudo recurría a un lenguaje relacionado con la pesca y la agricultura. Muchos de sus discípulos también eran originarios de Galilea. Esta zona era conocida como el “distrito de los gentiles”, debido a que su población no era exclusivamente judía en términos religiosos.

Samaria: Entre la Diversidad y el Conflicto

Samaria se situaba entre Galilea y Judea. Era una región fértil y con un alto nivel de desarrollo urbano. Sus habitantes, los samaritanos, no eran considerados judíos ortodoxos, ya que descendían de colonos extranjeros. Eran seguidores de la Ley, pero solo admitían el Pentateuco y rechazaban el resto del Antiguo Testamento. Tenían su propio templo en el monte Garizim. Existía una profunda animosidad entre samaritanos y judíos.

Judea: Centro Religioso y Político

Judea, al sur de Palestina, era la región más extensa, aunque también la más despoblada y pobre. Su principal ciudad era Jerusalén, que poseía una gran importancia en varios aspectos:

  • Religiosa: Albergaba el único templo judío del mundo, al que todos los judíos debían peregrinar.
  • Política: Era la sede del Sanedrín, el consejo supremo judío.
  • Económica: La gran afluencia de peregrinos la convertía en un centro de importantes transacciones monetarias.

Organización Política de Palestina Bajo el Dominio Romano

En el año 63 a.C., Pompeyo conquistó Jerusalén, y Palestina pasó a depender del poder de Roma. El emperador Octavio Augusto gobernaba Roma cuando nació Jesús, y el emperador Tiberio lo hacía cuando Jesús murió.

Roma, en los territorios conquistados, procuraba:

  • Conservar las costumbres locales.
  • Reservarse la política exterior.
  • Controlar la moneda y los caminos.
  • Exigir un elevado tributo.

Todo esto se llevaba a cabo a través de hombres fieles a Roma, como el judío Herodes el Grande, quien fue nombrado rey vasallo de Palestina. Herodes mantuvo su soberanía mediante dos estrategias: aliarse con el poder romano y eliminar a cualquier posible aspirante a su puesto.

A Herodes lo sucedieron tres de sus hijos, pero Roma solo los reconoció como gobernadores, no como reyes:

  • Arquelao: Heredó Judea y Samaria. Fue depuesto debido a su crueldad. Poncio Pilato, quien condenó a Jesús a muerte, lo sucedió.
  • Herodes Antipas: Gobernó Galilea y Perea. Se casó con la mujer de su hermano. Estuvo presente en Jerusalén durante la Pasión de Jesús para celebrar la Pascua.
  • Filipo: Gobernó Iturea y Traconítide.

El Sanedrín y las Instituciones Religiosas Judías

El Sanedrín: El Consejo Supremo

El Sanedrín era la institución más importante de la sociedad judía. Funcionaba como una especie de parlamento con poder ejecutivo, legislativo y judicial. Estaba compuesto por 71 miembros elegidos entre:

  • Ancianos.
  • Sumos sacerdotes retirados.
  • Escribas o doctores de la Ley.

El presidente del Sanedrín era el Sumo Sacerdote. Su función principal era gobernar el país bajo la tutela romana. En la época de Jesús, los sumos sacerdotes eran Anás y Caifás. El Sanedrín ejercía la justicia según las leyes judías.

Las Instituciones Religiosas

Las principales instituciones religiosas judías eran:

  • Las Fiestas: Las tres fiestas de peregrinación (Pascua, Pentecostés y la Fiesta de las Tiendas o Tabernáculos) reunían al pueblo junto al templo y reforzaban la fe común.
    • Pascua: Conmemoraba la liberación del Éxodo. Se inmolaban corderos y la fiesta duraba ocho días.
    • Pentecostés: Se celebraba 50 días después de la Pascua. Era la fiesta de la Alianza y su renovación.
    • Fiesta de las Tiendas (o Tabernáculos): Cada familia construía una choza de ramaje en los alrededores de la ciudad para recordar la estancia en el desierto.
  • El Templo: Allí se celebraba a diario el culto a Yahvé, y los sacerdotes ofrecían los sacrificios.
  • La Ley: Dada por Dios a Moisés, debía ser explicada y adaptada a las situaciones cambiantes de la vida. Esto dio lugar a la ley oral o tradiciones de los padres. Este trabajo era realizado por los escribas o doctores de la Ley.
  • El Sábado: Era la práctica más sagrada. Un día dedicado a Dios y al descanso. No se permitía trabajar, y solo se podía caminar una distancia limitada (aproximadamente 1 km).
  • La Sinagoga: Era el lugar de reunión de los judíos para la oración y el estudio de la Ley. La ceremonia se dividía en dos partes:
    • Shemá: Una oración que terminaba con una bendición.
    • Lectura de la Ley y de un texto de los profetas, seguida de una homilía.

Grupos Socio-Religiosos en la Sociedad Judía

Los principales grupos socio-religiosos en la Palestina del siglo I eran:

  • Sumo Sacerdote: El máximo responsable del templo y presidente del Sanedrín. Gozaba de gran dignidad y una buena situación económica. Era saduceo y colaboraba con el poder romano. Su cargo era vitalicio, pero los procuradores romanos podían destituirlo.
  • Saduceos: Constituían la clase alta del país. Colaboraban con el poder romano y eran muy conservadores, apegados a la ley antigua.
  • Sacerdotes: En Israel, el sacerdocio era hereditario y se adquiría por nacimiento en la tribu de Leví. En general, eran personas pobres que vivían de las ofrendas y de otros oficios.
  • Escribas: En su mayoría eran laicos. Su función era explicar y actualizar la Ley en función de los nuevos tiempos y problemas.
  • Fariseos: Significa “separados”. Eran hombres piadosos que conocían bien la Ley y la cumplían estrictamente. Los jefes religiosos solían seguir sus consejos. Pertenecían a la clase media (artesanos, comerciantes). Buscaban separarse de los impuros (aquellos que no conocían o no cumplían la Ley). Eran nacionalistas y hostiles a los romanos.
  • Zelotes: Eran un movimiento extremista y armado, “celosos de Dios”. Constituían el grupo más pobre del pueblo (agricultores, jornaleros). No se enfrentaban directamente a los romanos, sino que organizaban revueltas y asesinatos en reuniones masivas.
  • Esenios: Una especie de monjes que vivían en comunidad a orillas del Mar Muerto. Esperaban la venida de dos Mesías, uno político y otro religioso.
  • Pueblo: La clase social inferior, la plebe, habitantes del campo, descendientes de extranjeros que ni siquiera conocían la Ley. Ejercían oficios considerados impuros (carniceros, pastores).
  • Mujeres: No tenían los mismos derechos civiles y religiosos que los hombres. Dependían de su padre hasta los 12 años y luego de su marido, tras el matrimonio. El marido podía divorciarse, pero la mujer no. En la sinagoga, solo podían escuchar.
  • Marginados: Existían marginados por causas religiosas, morales o raciales:
    • Publicanos: Marginados porque cobraban los tributos sobre las mercancías importadas y a menudo cometían abusos.
    • Enfermos: Leprosos, personas con enfermedades mentales o nerviosas, mendigos, discapacitados.
    • Gentiles: Los no judíos.
    • Pecadores públicos: Prostitutas, adúlteras.

Jesús y su Relación con la Religión y la Sociedad

Jesús no fue un reformador social ni un revolucionario político; su único interés era el anuncio del Reino de Dios. Sin embargo, adoptó una postura inconformista respecto a las instituciones sociales y religiosas de su tiempo. Fue liberador respecto a los elementos religiosos, mostrándose menos estricto en su observancia.

Jesús y la Ley

Jesús no buscaba abolir la Ley, sino llevarla a su plenitud. Exigía primero la conversión del corazón, de donde procede toda maldad, para poder acoger la realidad suprema del Reino. Afirmaba: “El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado”.

Jesús y los Pecadores

Una práctica constante de Jesús fue sentarse a la mesa con los pecadores. Justificaba esta actitud como parte de su misión, ya que, según él, había venido a buscar a los pecadores y no a los justos. Jesús no se posicionaba del lado de la Ley, sino del lado del hombre, por más pecador que fuera.

Jesús y las Clases Marginadas

Jesús permaneció en los pueblos y ciudades, cerca de la gente, incluyendo leprosos, enfermos y mujeres, quienes recuperaban así su dignidad. Aunque no fue un reformador social, penetró en el corazón de todos los discriminados. Se colocó del lado de los débiles y de los pobres, mostrando que era Dios mismo quien actuaba a través de él.