El Cómic: Evolución, Impacto Cultural y Representación Social
Un mundo en viñetas
A finales del siglo XIX aparece un nuevo género en los periódicos: las viñetas de humor gráfico. Estas tendrán un papel importante dentro de la cultura de masas y, con el paso de las décadas, acabarán convirtiéndose en un auténtico contenido de opinión.
A la hora de construir narrativas, todas las sociedades presentan elementos narrativos en común a la hora de representar a los personajes que admiran. Esto es lo que intenta establecer Joseph Campbell en ‘El héroe de las mil caras’, cuyas ideas se popularizaron por Hollywood. En esta obra se pueden apreciar doce estados, entre los que destacamos los siguientes:
- Primer estado del héroe: este vive en un mundo ordinario y cotidiano.
- Segundo: se produce una llamada a la aventura que rompe la vida cotidiana.
- Tercero: se produce un rechazo.
- Cuarto: aparece un viejo sabio.
- Quinto: se produce un regreso a la cotidianidad.
Estos estados podemos encontrarlos en cualquier asociación humana a la hora de contar sus historias. Por su parte, Bruno Bettelheim escribe el ‘Psicoanálisis de los cuentos de hadas’. En esta obra analiza los cuentos que pasan de generación en generación y observa que preparan a los niños para enfrentarse a las diferentes dificultades que plantea la vida cotidiana.
Esto se plasma en la popularidad que va a tener el cómic a principios de los años 20 y se crean nuevos héroes. En esta época aparecen los primeros superhéroes, pero no tienen superpoderes como tal. El primero de ellos fue Superman y un año después aparece Batman.
- Superman es una reformación de la figura de Aquiles, ya que este último tenía su punto débil en el talón y Superman lo tenía en la kryptonita.
- Batman tiene unos padres millonarios, es astuto, sagaz y se vincula con Odiseo (Ulises), un hombre sin superpoderes que es capaz de resolver actos heroicos.
Cualquier superhéroe responde a estos prototipos y se puede vincular con algún personaje del pasado.
Esto produce que en las décadas de los años 30 y 40 tenga lugar la Edad de Oro del cómic y se genera un gran negocio en torno a él. En este momento los cómics se perciben como un medio de entretenimiento popular hasta que Fredric Wertham escribe ‘La seducción de los inocentes’ en 1954. En esta obra se describe a los cómics como una forma inferior de literatura popular que corrompe a la infancia, siendo una de las principales causas de la delincuencia juvenil. El libro alarmó a muchos padres y los animó a lanzar campañas pidiendo la censura de los cómics. Su publicación coincidió con una investigación del Congreso de EEUU sobre la delincuencia juvenil en la que se involucró a la industria del cómic.
Todo esto llevó a los principales editores de cómics estadounidenses a constituir la Autoridad del Código de Cómics, un código de censura que planteaba los temas que no se podían abordar en los cómics. En los años 60 aparecen una serie de personajes, como Hulk, los Cuatro Fantásticos, Spiderman y X-Men:
- Los Cuatro Fantásticos (1961): reflejan la negación de la sociedad norteamericana por tener que asumir una gran responsabilidad con el mundo.
- Spiderman: es el personaje más querido, ya que es con el que más se identifican los ciudadanos. Refleja todas las empatías que podemos tener de nuestras inseguridades, pero defiende que ‘dentro de él hay una estrella’.
- X-Men: manifiesta las tensiones raciales existentes en Norteamérica.
La popularización de estos personajes hace que en los años 70 los cómics sean un medio de transmisión de mensajes dirigido a un público joven e infantil. A cambio de esto, Stan-Lee pedía eliminar la Autoridad del Código de Cómics y lo acaba consiguiendo. Así, se pudo comprobar la gran capacidad que tenían los cómics para transmitir información a gente que no le llega.
Con el atentado del 11-S, el primer conflicto que tenía lugar en tierra norteamericana, los cómics pretenden abordar y explicar a la población a través de Spiderman cómo pudo llegar a producirse este hecho. Para ello, se publica un número de Spiderman que versa sobre este asunto:
- Una portada negra.
- Spiderman se va al lugar del suceso (se identifica con el gobierno).
- Plantea la concepción del mal (imagen de los terroristas).
- Plantea una fórmula para levantar la moral de la población.
Este cómic se caracteriza por ser un péndulo entre la emoción y la razón; es decir, no se podía eliminar el 11-S, pero sí se podía cambiar su interpretación y estar orgullosos de cómo se había superado. También produce un llamamiento a la unidad por el interés de ocultar las diferencias reales entre las distintas clases sociales (presente en la última página del cómic). Así, vemos cómo un elemento de cultura popular había sido utilizado como una herramienta de comunicación por parte del gobierno norteamericano.
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Si buscamos antecedentes de narración gráfica de acontecimientos, el cómic tiene antecedentes ilustres; siempre se ha considerado que una sucesión de imágenes o narración secuencial explica cosas. Por ejemplo, la Columna de Trajano (siglo I) o el tapiz de Bayeux (XI). El gran bisabuelo de todos los dibujantes satíricos es Hogarth (XVIII), con ilustraciones que caricaturizan la sociedad inglesa.
El papel del cómic dentro de la cultura japonesa
El fenómeno manga es conocido más allá de este estereotipo. Particularidades narrativas del manga: man-ga significa dibujo de poca calidad, relativamente sencillo. Es un género que se populariza en Japón después de la II Guerra Mundial. No tenía apenas difusión anteriormente, pero tras la II Guerra Mundial aparece el padre e impulsor del manga japonés: Osamu Tezuka. A partir de la II Guerra Mundial, el manga va a ser consumido por población de todas las edades. La narración gráfica en el mundo occidental y en Japón va a ser muy diferente; comprar en Japón un cómic es comprar algo similar a “las páginas amarillas”, lo normal es “leer y tirar” el cómic porque el papel es de mala calidad y en blanco y negro normalmente; es una serie de 20 historias orientadas a todo tipo de públicos. Los lectores que empezaron tras la II Guerra Mundial siguen haciéndolo hoy en día por la gran cantidad de personajes y tramas que existen en los cómics.
Osamu Tezuka trata de distraer al mayor número posible de personas mediante los cómics con temas de la cultura japonesa. Una de las cosas que descubre el manga es el uso de los primeros planos; se emplea el acercamiento para explicarnos con detalle y es muy importante la expresión de los ojos. Lo primero que convierte a este género narrativo son unas características más cinematográficas, es un cómic más visual. Los personajes de Osamu Tezuka siempre son personajes que han elegido el aislamiento de la sociedad, principalmente por culpa de la sociedad; representa el aislamiento de la isla de Japón. Uno de sus personajes es Astroboy, un niño robot hecho por un hombre que no puede tener hijos y el creador le repudia cuando Astroboy cobra vida humana. Astroboy tiene muchos poderes, pero es repudiado por su propio “padre”. El cirujano “Blackjack” es capaz de curar lo imposible y como consecuencia de una operación tiene una cara completamente desfigurada. Ese papel de cirujano prodigioso le lleva a que una serie de gente rica acuda a él, pero al mismo tiempo le repudian. Son personajes rechazados por la sociedad por no ser aquello que la sociedad considera “correcto”, ya que tienen algo especial.
Evolución del superhéroe
Etapa de invencibles en la década de los 30, 40 y 50 con héroes como Superman, Spiderman, Batman: invencibles que pueden tener algún problema, pero siempre pueden con ello; son auténticos héroes por encima de los mortales. Plasman los deseos de heroicidad que tiene la sociedad norteamericana y están en la cima del mundo, el arquetipo de superhéroe casi invencible con alguna pequeña debilidad que nunca supone un problema excesivo. Esto se debe a la victoria estadounidense de la II Guerra Mundial. La evolución del superhéroe va acorde con la sociedad: en la década de los 60-70 se produce la Guerra de Vietnam que supone una ruptura de corte moral. Los héroes continúan, pero surgen dudas del porqué de las acciones: por qué EEUU va a Vietnam si supuestamente son los salvadores de la humanidad. Por ello, los superhéroes son insuficientes, son demasiado simples. Esta crisis moral salta a los superhéroes y en los 60 se produce la humanización de los superhéroes y aparece una gran oleada de superhéroes con problemas humanos: por ejemplo, “Los 4 fantásticos”. Lo primero que hacen al recibir sus poderes es estar asustados y pelearse entre ellos, tienen miedo y rechazan sus poderes. Frente a una especie de regalo divino se comportan de una forma humana. Stan Lee fue el creador de estos héroes a la medida de la sociedad norteamericana. A estos le sigue Hulk, cuya identidad verdadera es de uno de los científicos más importantes y una pequeña referencia a la patrulla X: los X-Men, los mutantes tienen como problema que son diferentes, lo que representa la discriminación de la población negra en la sociedad americana. Spiderman es el superhéroe perfecto para la sociedad media norteamericana: un pringado con superpoderes.
El cómic se va adaptando a la sociedad: en los años 80 aparece un cómic denominado “underground”, de Harvey Pekar y Robert Crumb. Pekar retrata las inseguridades de la sociedad baja, ambos hacen una serie de cómics de baja calidad, fuera de lo típico y tienen una gran aceptación por parte del público. Es un cómic costumbrista que retrata gente normal con problemas normales, retratando las inseguridades de la sociedad norteamericana. Es la muestra de la inseguridad de los adultos. En la película “American Splendor”, se desarrolla la historia del cómic de Harvey Pekar, que retrata los momentos de la vida cotidiana. Otro tema tratado en el cómic era su disgusto por su trabajo; Pekar supo encontrar una fibra sensible en su miserable vida que caló entre el público. Robert Crumb se hace famoso en esa época por su cómic: “El gato Freats” u otro cómic llamado “Supernatural” de un hombre gordo desnudo con una larga barba.