El Descubrimiento del Fuego y el Homo Erectus

El Homo erectus, como los primeros homínidos, se desplazaba en bandas. Sin embargo, este homínido mostraba un avance significativo: construía refugios con piedras o pieles colgadas de palos para protegerse del viento. En las zonas donde existían cuevas, el Homo erectus las utilizaba como refugio. Evidencia de ello son los hallazgos de Black cerca de Pekín, en una cueva que contenía restos de hogueras, lo que indica el descubrimiento del fuego hace aproximadamente 500,000 años.

Este descubrimiento marca una diferencia crucial entre los humanos y otros organismos. Toda sociedad humana, incluso la más primitiva, ha utilizado el fuego. Ninguna otra criatura, aparte de los seres humanos, utiliza el fuego en ninguna de sus formas.

El fuego permitió al Homo erectus acorralar presas, provocando estampidas hacia trampas o despeñaderos. Además, el fuego hizo posible cocinar los alimentos, ablandando y mejorando el sabor de la carne.

Con el tiempo, se desarrollaron técnicas para iniciar el fuego mediante fricción, haciendo girar un palo en la depresión de otro, previamente rellena de yesca. Aunque se desconoce el método exacto, esta técnica representa un avance gigantesco en la historia de la humanidad.

La Edad del Bronce

El bronce, una aleación de nueve partes de cobre y una de estaño, es más duro, fácil de fundir y de trabajar que el cobre puro. Posiblemente, se añadían otros metales para lograr mayor elasticidad y flexibilidad.

Origen y Expansión de la Cultura del Bronce

  • Surge en el Creciente Fértil hacia el IV milenio a. C.
  • La búsqueda de cobre y estaño impulsó las rutas de los metales en Europa.
  • El mar Egeo se convirtió en un importante centro de comercio del bronce.
  • En Europa central, la cultura del bronce se introdujo entre el 1800 y el 1600 a. C., desarrollándose hasta el 700 a. C., coincidiendo con la generalización de las construcciones megalíticas.

Utilización del Bronce

El bronce se utilizó para fabricar una gran variedad de instrumentos:

  • Útiles agrícolas: azadas, hoces.
  • Armas de guerra: espadas, lanzas, escudos.
  • Utensilios domésticos: vasos, jarras, cuencos.

La necesidad de desplazamiento y transporte de metales impulsó el desarrollo de la navegación.

La Edad del Hierro

En esta época coexisten pueblos prehistóricos que conocen el bronce con pueblos históricos que, aunque no conocen el hierro, sí la escritura (como los hititas, dominadores del hierro pero sin escritura, y los egipcios, con una civilización culturalmente superior pero sin la tecnología del hierro).

Origen de la Metalurgia del Hierro

  • La metalurgia del hierro requirió conocimientos y tecnología diferentes a la del bronce, incluyendo hornos con fuelles y el martilleado para el endurecimiento y temple.
  • Con la metalurgia del hierro surgió el oficio de herrero.
  • Los hititas, en la Península de Anatolia (actual Turquía), fueron los primeros en dominar la tecnología del hierro, manteniéndola en secreto durante años.
  • Tras la caída del imperio hitita hacia el 1200 a. C., la tecnología del hierro comenzó a difundirse.

Ventajas del Hierro respecto al Bronce

  1. Abundancia del hierro (piritas) frente a la escasez de cobre y estaño.
  2. Mayor dureza y flexibilidad de las armas de hierro, que podían repararse, frente a la fragilidad del bronce.

Expansión de la Cultura del Hierro

  • En Europa occidental, el hierro fue introducido por los celtas, perdurando hasta la época romana, y en Escandinavia hasta la época vikinga (alrededor del año 1000 d. C.).
  • En Europa central, la Edad del Hierro se divide en la cultura de Hallstatt (800-450 a. C.) y la cultura de La Tène (450 a. C. hasta la conquista romana).
  • En Alemania, se distingue entre la Edad del Hierro prerromana y la romana (cultura de Jastorf).

La metalurgia era considerada un arte sagrado, relacionando los metales con el Sol y los planetas: oro-Sol, plata-Luna, cobre-Venus, hierro-Marte, estaño-Júpiter, plomo-Saturno y mercurio-Mercurio. Esta clasificación, basada en el número siete (siete planetas, siete metales, siete dioses, etc.), influyó en la concepción del mundo durante siglos. La civilización egipcia destacó en la fabricación de vidrios, esmaltes, imitaciones de metales y piedras preciosas, perfumes, bálsamos, jabones y sales. Sin embargo, estas prácticas eran empíricas, sin constituir una ciencia.