Adam Smith, despotismo ilustrado, reformas borbónicas y expansión del capitalismo
Adam Smith: Fue un economista y filósofo nacido en Escocia que elaboró la teoría del liberalismo económico.
En una de sus obras consideró que las naciones no accedían a la riqueza mediante la acumulación de metálico ni por el fomento de la agricultura, sino por el trabajo individual en todas sus formas.
La suma del trabajo individual llevaba, según Smith, al beneficio general de la sociedad. Pero esa apreciación no tenía en cuéntalas desigualdades sociales, es decir que al no existir igualdad de oportunidades se dificultaba el acceso a un trabajo que garantizara el bienestar de todos los individuos.
La división del trabajo era el punto de partida para el crecimiento económico: El hombre dividió el trabajo para intercambiar los bienes que no podía producir.
Smith destacó el principio de la fisiocracia (Dejad hacer, dejad pasar) al afirmar que la ley de oferta-demanda de productos debía gozar de mayo libertad. Estas ideas fueron muy bien recibidas por los industriales de la época.
La enciclopedia francesa: Fue la mayor obra de divulgación de las nuevas ideas. Sus directores tenían como objetivo recopilar los últimos adelantos científicos, artísticos, técnicos, filosóficos y políticos en una única obra para difundirlos. Diderot era el encargado de traducir La enciclopedia británica, al iniciar dicha traducción comenzó a incorporar ideas propias, enriqueciendo al texto original, hasta que finalmente decidió redactar una enciclopedia francesa. La enciclopedia no solo trataría de las ciencias liberales sino también de la técnica y de los oficios. El papa Clemente VII la prohibió y Luis XV también, siguió en la clandestinidad y luego fue aceptada. Fue la principal obra del pensamiento de los ilustrados y otros.
El despotismo ilustrado: Fue la forma de gobierno de algunos reyes que combinaron las nuevas ideas con el más puro absolutismo.
Las medidas tomadas para racionalizar la administración y para presentarse como servidores de la nación fueron: La modernización de sus economías, impulsaron la educación, las artes y la ciencia, suavizaron los procedimientos judiciales, etc.
Las nuevas ideas en Hispanoamérica: Dentro de estos ideales podemos destacar Francisco Suárez, A. Nariño, M. Moreno y a F. Miranda.
Suárez sostenía que la soberanía provenía de Dios quien la depositaba en el pueblo, y este la delegaba en el rey. Anticipó la idea del pacto social y aceptó que el pueblo destituyera al rey cuando este gobernase de forma tiránica.
Nariño fue funcionario de la corona española y tesorero de diezmos pero por realizar actividades clandestinas fue encarcelado. Logró fugarse y se contactó con Miranda.
Nariño retornó a Nueva Granada donde continuó su prédica y fue nuevamente encarcelado, con el triunfo de la revolución de 1810 obtuvo la libertad.
Miranda fue un general venezolano que inició su carrera militar en España. Ideó un plan para la independencia de América del sur pero por poseer y difundir obras prohibidas la inquisición ordenó su captura.
En 1792 se unió al ejército revolucionario francés y años más tarde formo la gran logia americana. Sus ideales independentistas estaban acompañados por un proyecto para formar un gran estado americano en manos de un descendiente de los incas.
Fue uno de los principales responsables de la independencia de Venezuela. Murió en la prisión de Cádiz luego de haber dedicado su vida a la causa revolucionaria.
Mariano Moreno se doctoró en derecho en Chuquisaca. De regreso a Bs. As ejerció como abogado y fue asesor del cabildo.
Defendía el libre comercio e impulsó la creación de la Biblioteca Pública, fundó la Gazeta y realizo la primera traducción y edición del contrato social de Rousseau.
Murió en 1811.
Las reformas Borbónicas: España durante los siglos XVI y XVII fue gobernada por monarcas de la casa de Habsburgo. En 1700 al producirse la muerte de Carlos II fue designado un monarca representante de la casa de Borbón. El nuevo monarca gobernó con el nombre de Felipe II.
Esta llegada desató de inmediato una guerra con Austria que se denominó: Guerra de Sucesión.
En esta guerra que duro casi una década jugo un importantísimo rol el contexto internacional, ya que potencias como Portugal no estaban dispuestas a tolerar la influencia de Francia sobre el territorio español.
Finalizó con la Paz de Utrecht, este tratado concedió un permiso especial a Inglaterra para comerciar esclavos, a demás de un navío con 500 t de mercancías.
Las puertas de monopolio comercial español, cerradas durante tanto tiempo a Inglaterra, se abrieron repentinamente.
A partir de la Paz de Utrecht las mercancías de su majestad británica arribaron (progresivamente) a las colonias americanas. Con la apertura comercial ingresaron también nuevas ideas del siglo XVIII que influyeron en el pensamiento de las burguesías mercantiles criollas.
La economía europea a partir de los S. XII y XIII: fue durante estos siglos que Europa occidental experimentó un proceso de recuperación agrícola y comercial.
La crisis del S. XIV influyó en el debilitamiento del poder de los señores feudales, permitiendo la aparición de un pequeño número de asalariados y de pequeños agricultores en el campo. Mientras tanto, nuevos ideales como el trabajo y el dinero se divulgaban y se convertían en medios para alcanzar el poder.
Expansión del capitalismo comercial y financiero: Los monarcas necesitados de recursos debieron recurrir a los banqueros para el mantenimiento de la burocracia, el ejercito, el armamento y las guerras. Los fugger fueron los que representaron el ascendente capitalismo comercial y financiero de los tiempos modernos.
Durante este proceso, los bancos generalizaron el uso del papel moneda y la letra de cambio, esta era un documento comercial mediante el cual una persona o entidad daba orden a otra para que pagara a un tercero una cantidad de dinero en una fecha fijada.
En un primer momento de la expansión ultramarina, los capitalistas participantes aportaban solo para la contratación de la tripulación, del flete, etc. Al finalizar la traesía las ganancias eran repartidas y luego la sociedad construida se disolvía.
Estas compañías coloniales impulsaron todavía más el capitalismo moderno.