Ascenso y Caída de la Dictadura de Primo de Rivera y la Proclamación de la II República
El Directorio Civil y la Institucionalización de la Dictadura (1925-1930)
A finales de 1925, se establece el Directorio Civil con el objetivo de abandonar la excepcionalidad y retornar a la “normalidad” política. Primo de Rivera, inspirado por las dictaduras fascistas, buscaba mantenerse en el poder con el apoyo de la oligarquía. Para ello, se crea Unión Patriótica, un partido que aglutinaba principalmente a funcionarios y propietarios rurales.
En 1927, se convoca la Asamblea Nacional Consultiva con la intención de institucionalizar la dictadura. Sin embargo, este proyecto fracasa debido al rechazo de los políticos dinásticos, los socialistas y el propio rey, Alfonso XIII.
Política Económica y Social
Gracias a la buena coyuntura económica internacional, el Estado implementa una política intervencionista con un notable aumento del gasto público. Estas políticas, sin embargo, generan un déficit acumulado considerable.
El paternalismo social del Estado se manifiesta en diversas iniciativas: construcción de viviendas protegidas, creación de escuelas públicas y desarrollo de servicios sanitarios, estos últimos vinculados a la ley de accidentes laborales.
En 1926, se crea la Organización Corporativa Nacional, también conocida como Consejo del Trabajo. Este sindicato vertical se organiza en comités paritarios con representantes de la patronal y de los obreros. Su función era reglamentar los salarios, las condiciones de trabajo y las negociaciones entre las partes, siempre bajo el control del Estado.
La colaboración de la UGT con el régimen genera tensiones dentro del socialismo, especialmente con la oposición de Indalecio Prieto. Por otro lado, la CNT se niega a participar, lo que lleva a la detención o exilio de muchos anarcosindicalistas.
La Oposición a la Dictadura
La oposición al dictador crece de forma progresiva y diversa, negándole el derecho a perpetuarse en el poder. La prolongación del régimen propicia conspiraciones como la “Sanjuanada” en 1926, en la que participan militares y civiles.
El republicanismo inicia una campaña de desprestigio del régimen tanto a nivel nacional como internacional. Se organiza principalmente en torno a la Alianza Republicana, una coalición formada por Acción Republicana, liderada por Manuel Azaña, y el Partido Republicano Radical, encabezado por Alejandro Lerroux.
La oposición obrera se concentra en el pequeño Partido Comunista de España y, sobre todo, en la CNT, que son prohibidos. El anarquismo se radicaliza con la creación en 1927 de la Federación Anarquista Ibérica (F.A.I.), una organización destinada a coordinar las luchas contra las dictaduras de la Península.
Periodistas, estudiantes e intelectuales como Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Miguel de Unamuno critican la dictadura, denunciando la censura de prensa y la falta de libertad de expresión.
Ante la creciente oposición, Alfonso XIII retira su confianza al dictador, forzando la dimisión de Miguel Primo de Rivera el 27 de enero de 1930.
La Caída de la Monarquía y la Proclamación de la II República
El “pecado constitucional” de Alfonso XIII le persigue. La situación se agrava con los primeros síntomas de la crisis económica de 1929: cierre de empresas, aumento del paro, huelgas y atentados.
El Rey encarga al general Dámaso Berenguer la formación de un gobierno provisional con el objetivo de restaurar la Constitución de 1876 y convocar elecciones. Berenguer dimite el 15 de febrero de 1931. El almirante Juan Bautista Aznar forma un nuevo gobierno y convoca elecciones municipales para el 12 de abril.
Los republicanos habían suscrito el Pacto de San Sebastián en agosto de 1930 para formar un comité revolucionario que derrocase al régimen. Como en otras ocasiones del siglo XIX, el proyecto de los republicanos era lograr el cambio de régimen mediante un alzamiento militar planeado para diciembre, respaldado por una huelga general. La sublevación de Jaca el 15 de diciembre de 1930 evidencia la descoordinación de la trama militar republicana. Los cabecillas, los capitanes Galán y García Hernández, son fusilados y se convierten en mártires de la causa republicana.
La coalición de republicanos y socialistas obtiene un gran triunfo en las grandes ciudades (41 de las 50 principales), aunque a nivel global triunfan los monárquicos en una España mayoritariamente rural. El 14 de abril se proclama la II República en medio del entusiasmo popular y se constituye un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora.
Conclusión
La dictadura de Primo de Rivera recuperó la costumbre decimonónica de la participación de los militares en la vida política. Se presentó como una solución para liberar a España de los profesionales de la vieja política, prometiendo orden, eficacia administrativa, patriotismo y una serie de reformas sociales, económicas y políticas. Las causas del golpe de Estado coinciden en gran medida con su justificación: el desprestigio de los partidos políticos, el auge de los nacionalismos, una intensa conflictividad social protagonizada por campesinos, obreros y patronos, y la desastrosa gestión de la guerra de Marruecos, con el telón de fondo del Desastre de Annual.