Crisis de la Monarquía Española y la Guerra de la Independencia
1. La Crisis de la Monarquía y la Guerra de la Independencia
Contexto Histórico
La invasión napoleónica y el levantamiento popular del 2 de mayo en Madrid marcaron el inicio de un proceso histórico crucial para España en el siglo XIX. Este proceso definió el modelo político y social del país durante esa época.
Desprestigio de la Monarquía
A principios del siglo XIX, la monarquía de Carlos IV enfrentaba un profundo desprestigio debido a una crisis en el sistema de gobierno. Las figuras más destacadas en este periodo eran el propio rey, su esposa María Luisa de Parma y Manuel Godoy.
Problemas Económicos y Políticos
La desamortización ordenada por Godoy en 1789 para paliar la crisis financiera generada por las guerras con Francia y Reino Unido había enemistado a la Iglesia con el valido. Existía un déficit en la hacienda real debido a las guerras y un sistema fiscal ineficaz. Además, la política exterior española estaba subordinada a los intereses de la Francia de Napoleón. Una de las consecuencias más graves de esta situación fue la derrota en la batalla de Trafalgar. Posteriormente, se firmó un nuevo acuerdo con Francia, el Tratado de Fontainebleau, que permitía la entrada de tropas francesas para ocupar el reino de Portugal y dividirlo en tres provincias, una de las cuales sería para Godoy.
Oposición a Godoy
Surge el partido antigodoyista, integrado por nobles y clérigos que apoyaban al príncipe Fernando. El partido fernandino organizó una conspiración contra el rey, conocida como el proceso de El Escorial. Otro hito de la crisis fue el motín de Aranjuez, que provocó la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo Fernando.
Invasión Francesa
La caída de Godoy y Carlos IV agravó la crisis de la monarquía. El Tratado de Fontainebleau sirvió como pretexto para que Francia ocupara toda la península ibérica.
Levantamiento del 2 de Mayo
El 2 de mayo de 1808, ante la salida de los últimos miembros de la familia real, el pueblo de Madrid se levantó contra las tropas francesas presentes en la ciudad. El ejército francés, bajo el mando del general Murat y con 30.000 hombres, reprimió duramente el levantamiento popular.
Resistencia Española
La insurrección se extendió a numerosas localidades españolas a medida que se conocían los sucesos de Madrid. Se formaron guerrillas para combatir al invasor y juntas para organizar el gobierno y la defensa.
Estatuto de Bayona
Los franceses intentaron imponer en España un sistema de gobierno basado en los principios del liberalismo político, plasmado en el Estatuto de Bayona, una carta otorgada con el sello napoleónico.
Reinado de José I
España era un país católico donde el rey concentraba todos los poderes. Existían tres órganos consultivos: el Senado, el Consejo de Estado y las Cortes. El rey José I llegó a Madrid en 1808 para implementar el proyecto napoleónico. Su subordinación a Napoleón era absoluta. A pesar de ser inteligente y preparado, José I era consciente de su escasa popularidad e intentó gobernar con el apoyo de ilustrados españoles, acusados posteriormente de afrancesados.
Batalla de Bailén y Campaña de Rusia
La victoria española en la batalla de Bailén obligó a José I a abandonar Madrid y a las tropas francesas a retirarse al norte de la Península. Napoleón envió un ejército de 150.000 hombres y entró en Madrid el 2 de diciembre de 1808. Mientras José I estaba en España, el emperador francés implementó reformas de corte revolucionario, como la supresión de la Inquisición, el régimen señorial y los conventos. En 1812, la campaña de Rusia, comandada por Napoleón, obligó al emperador a retirar tropas de España para concentrarse en otros frentes europeos. El avance de las tropas angloespañolas forzó a José I y a los franceses a abandonar Madrid.
Tratado de Valençay
Napoleón, al borde de la derrota en Europa, firmó con Fernando VII el Tratado de Valençay en diciembre de 1813, por el cual Fernando VII era repuesto en el trono español.
Evolución Política y Centros de Acción
La evolución política en España durante la Guerra de la Independencia generó un proceso revolucionario y una confrontación entre afrancesados y patriotas, y dentro de estos últimos, entre liberales y absolutistas. Hubo tres centros de acción principales:
- La guerrilla: Fue un instrumento que canalizó la lucha del pueblo llano contra el invasor. Surgieron de forma espontánea y pronto fueron reguladas por la Junta Central. La base social de estas guerrillas era campesina y algunas partidas cayeron en el bandolerismo.
- Las juntas: Se formaron en muchas localidades ante el vacío de poder producido por la invasión. Las juntas locales dieron lugar a las provinciales, que a su vez promovieron la Junta Central.
- Convocatoria de las Cortes: La Junta Central convocó las Cortes, que defendían la necesidad de reformas y abogaban por unas Cortes generales elegidas por sufragio universal masculino.
Patriotas y Afrancesados
Durante la ocupación francesa, el pueblo español se dividió en dos bandos principales:
- Los patriotas: Defensores de la monarquía borbónica y contrarios a la nueva dinastía impuesta por Napoleón. Entre ellos había dos posturas: los liberales y los absolutistas.
- Los afrancesados: Un grupo heterogéneo que colaboró con la administración francesa. La obra más destacada de este grupo fue el Estatuto de Bayona de 1808.
2. Las Cortes de Cádiz
Contexto y Composición
Las Cortes se reunieron en Cádiz porque era una ciudad fácil de defender y libre de la ocupación francesa. Entre los diputados existían diversas sensibilidades políticas:
- Un grupo que pretendía mantener el sistema político absolutista sin modificaciones.
- Un grupo, en el que destacaba Jovellanos, que buscaba un régimen intermedio entre el viejo absolutismo y el modelo constitucional.
- Los liberales, que proponían una cámara única que asumiera la soberanía nacional y elaborara una constitución.
Muchos diputados no pudieron acudir a la convocatoria y fueron sustituidos por otros presentes en Cádiz. La composición social de los diputados era diversa: nobles, dignidades eclesiásticas, representantes de las clases medias urbanas, servidores del Estado y profesionales liberales o comerciantes. La burguesía no fue la única clase social protagonista de la revolución liberal; parte del clero y de la nobleza también la apoyaron, aunque la mayoría se mantuvo en el bando absolutista. En este ambiente nació la prensa política y la opinión pública, gracias al decreto de libertad de imprenta aprobado por las Cortes. En los debates surgieron dos grandes partidos: los absolutistas y los liberales.
Obra Legislativa
La obra legislativa de las Cortes de Cádiz representó una ruptura radical con los principios vigentes hasta entonces. El primer decreto de las Cortes estableció que la soberanía residía en la nación y que las Cortes asumían esa representación. También se proclamó la igualdad ante la ley, lo que suponía el fin de la sociedad estamental, basada en la desigualdad jurídica. Además, se estableció la igualdad entre españoles y americanos. Se planteó un conjunto de reformas como la libertad de prensa, la abolición de la tortura, la Inquisición y los antiguos consejos.
Constitución de 1812
En diciembre de 1810 se creó la comisión encargada de elaborar un proyecto de constitución. Hubo un intenso debate sobre el modelo de constitución y el papel de la monarquía. La Constitución se promulgó el 19 de marzo de 1812, también conocida como”la Pep” por la festividad de San José. Los principios de la Constitución fueron:
- Afirmación de la soberanía nacional.
- Reconocimiento de los derechos y libertades individuales, y la igualdad ante la ley.
- División de poderes.
- La religión católica como única religión de la nación española.
- Elección de las Cortes por sufragio universal masculino.
- Creación de la Milicia Nacional.
- Monarquía moderada, con derecho a veto transitorio para el rey.
- Libertad económica con la supresión de los gremios, la abolición de los señoríos, etc.
3. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Restauración del Absolutismo
Tras el Tratado de Valençay, Fernando VII regresó a España, pero no aceptó la Constitución ni las reformas legislativas de Cádiz. El contexto internacional era favorable al absolutismo, ya que Napoleón había sido derrotado y la Santa Alianza unía a casi todas las monarquías europeas contra cualquier movimiento liberal. Fernando VII desembarcó en Valencia, coincidiendo con la publicación del Manifiesto de los Persas, firmado por 69 diputados. El decreto de Valencia del 4 de mayo de 1814 supuso un golpe de Estado que restauró el poder absoluto y abolió la legislación de las Cortes de Cádiz.
Política de Fernando VII
La política de Fernando VII consistió en una vuelta al pasado, con la restauración de la Inquisición, la Mesta, los gremios y el régimen señorial. La represión se tradujo en cárcel, destierro o pena de muerte para los liberales, lo que provocó el primer exilio de la España contemporánea, que afectó a afrancesados y liberales, quienes se refugiaron principalmente en Reino Unido y Francia. España debía afrontar la guerra por la independencia de las colonias americanas mientras la Hacienda real se encontraba en bancarrota. Los cambios de gobierno generaron una gran inestabilidad política, marcada por la influencia de la camarilla que rodeaba al rey.
Crisis Económica y Pronunciamientos Militares
A la inestabilidad política se sumó la quiebra de la Hacienda, que obligó a tomar medidas liberales. Esta quiebra se debía al elevado gasto generado por la guerra en América. En 1817 se estableció un sistema fiscal de contribución única y proporcional a los ingresos, pero fracasó por la oposición de la nobleza, el clero y las órdenes militares. Se inició una serie de pronunciamientos militares que caracterizaron todo el siglo XIX. Hubo hasta ocho pronunciamientos, pero solo el de 1820 tuvo éxito. Los liberales carecían de apoyo popular y fracasaron por ser fracciones minoritarias del ejército. El 1 de enero de 1820, el ejército se sublevó en Las Cabezas de San Juan, dirigido por Rafael del Riego. En marzo, Fernando VII tuvo que jurar la Constitución de 1812.
4. El Trienio Liberal (1820-1823)
Rafael del Riego y la Constitución de 1812
Rafael del Riego fue un militar que luchó contra el invasor en la Guerra de la Independencia, donde fue hecho prisionero. Forjó su liberalismo e ingresó en la masonería, que puso en práctica al proclamar la Constitución en 1820 en Las Cabezas de San Juan. La Constitución de 1812, también conocida como”la Pep”, fue la primera Constitución española, ya que el Estatuto de Bayona no se considera como tal, al ser una carta otorgada con el sello napoleónico.
Información y Debate Político
La información se transmitía a través de:
- La prensa: Contaba con 700 publicaciones, también llamadas cabeceras, que reflejaban una pluralidad ideológica y una gran libertad de expresión.
- Las sociedades patrióticas: Eran clubes donde se debatían temas políticos y sociales. Solían reunirse en cafés.
Divisiones en el Liberalismo
En el liberalismo existía un doble poder: el del gobierno y el de las juntas. Las diferencias ideológicas dividieron al liberalismo en dos tendencias:
- Liberales moderados: Defendían un mayor poder para el rey y un control sobre la prensa. No apoyaban la Milicia Nacional.
- Liberales exaltados: Querían volver a la Constitución de 1812 y planteaban reformas radicales basadas en un liberalismo popular, que pretendían acabar con el Antiguo Régimen, con elecciones populares de los alcaldes y con la Milicia Nacional.
Los moderados mantuvieron el poder durante la mayor parte del periodo, mientras que las tensiones entre moderados y exaltados fueron en aumento.
Crisis del Trienio Liberal
En el verano de 1820, los exaltados no aceptaron la decisión del gobierno moderado de disolver el ejército del pronunciamiento de Las Cabezas de San Juan. En octubre, se sumó la supresión de las sociedades patrióticas, a las que el gobierno veía como una amenaza revolucionaria, mientras que los exaltados las defendían. Los realistas explotaban el odio del clero y del campesinado a las reformas liberales, sobre todo en las Provincias Vascas y Navarra, donde los liberales pretendían anular los viejos fueros. A todo esto se sumó la guerra de la independencia de las colonias, las maniobras internacionales de la Santa Alianza y la crisis económica. Se formaron gobiernos exaltados y aumentó la presión internacional sobre el régimen constitucional. La Santa Alianza decidió intervenir y Francia envió un ejército, los Cien Mil Hijos de San Luis, que invadió España en abril de 1823. Como símbolo de la represión de la revolución de 1820, se produjo el fusilamiento de Rafael del Riego. El 1 de octubre de 1823, Fernando VII restauró su poder absoluto e inició una implacable persecución contra los liberales.
5. La Década “Ominosa” (1823-1833)
Represión y Exilio
Poco antes de que Fernando VII regresara a Madrid como rey, ordenó ejecutar al general Rafael del Riego, símbolo de la revolución de 1820. Comenzaba así uno de los periodos más oscuros de la historia de España. Los primeros años fueron de intensa represión política, aunque la Santa Alianza presionó para suavizar la dureza del monarca. A causa de esta represión, muchos liberales abandonaron España y se exiliaron, entre 15.000 y 20.000 personas. La mayoría se dirigió a Estados Unidos. Tras la revolución de París en julio de 1830, muchos se trasladaron a Francia. Los que no pudieron huir fueron perseguidos, ejecutados o encarcelados.
Instrumentos de la Represión
El aparato represivo absolutista se articuló con cuatro instrumentos básicos:
- La Superintendencia General de Policía y las comisiones militares (1824): Se ocuparon de la depuración de funcionarios y militares. Afectó a unos 80.000 funcionarios.
- El Cuerpo de Voluntarios Realistas (1823): Era una milicia opuesta a la Milicia Nacional liberal. Su ideología se basaba en el odio social hacia los ricos.
- Los tribunales de justicia: Condenaban por delitos como decir “¡Viva la libertad!” o poseer símbolos liberales.
- Las Juntas de Fe: Herederas de la Inquisición, actuaron en algunas diócesis como Valencia y Tarragona.
Reformas y Tensiones Internas
Gracias al decreto del 1 de octubre de 1823, se restablecieron algunas de las instituciones anteriores a 1820. Sin embargo, no se podía restaurar sin más el Antiguo Régimen, e incluso el rey se dio cuenta de la necesidad de modernizar el país. Era imprescindible llevar a cabo una reforma fiscal, que realizó Luis López Ballesteros a través de varias medidas: la recuperación de viejos impuestos, la creación de la Real Caja de Amortización, la reducción de la deuda pública y un plan de minería mediante el alquiler a compañías extranjeras. Las reformas y la suavización del absolutismo generaron tensiones entre los propios absolutistas. Los más radicales se organizaron en torno al hermano del rey, Carlos María Isidro. La insurrección absolutista más importante fue la que tuvo lugar en Cataluña en 1827, conocida como la guerra de los Agraviados o Malcontents.
Problema Sucesorio
El rey quería asegurar la sucesión al trono, ya que estaba preocupado por no tener descendencia. Casado por cuarta vez en 1829 con María Cristina de Borbón, en 1830 se anunció el embarazo de la reina. Un mes antes se había derogado la Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres. En 1832 tuvieron lugar los sucesos de La Granja: durante una crisis de salud del rey, los absolutistas convencieron a Fernando VII para que derogara la Pragmática Sanción, lo que significaba que su hija no podría reinar. Sin embargo, el rey se recuperó y revocó la decisión, nombrando a su hija Isabel como heredera. En 1833, Carlos y su familia se exiliaron. Fernando VII falleció en septiembre de ese mismo año e Isabel II fue proclamada reina bajo la regencia de su madre, María Cristina.
6. La Independencia de las Colonias Americanas
Inicio y Factores
La lucha por la independencia de las colonias españolas en América comenzó en 1810, en Caracas y Buenos Aires, mientras que en España se desarrollaba la Guerra de la Independencia contra la invasión francesa. El proceso independentista concluyó en 1824 con la independencia de la mayoría de las colonias españolas. Hubo una serie de factores que contribuyeron a la independencia:
- El reformismo borbónico incrementó el control económico y administrativo sobre las colonias. Los principales puestos de gobierno se concedían a peninsulares, dejando fuera a los criollos (descendientes de españoles nacidos en América, pertenecientes a la clase media y alta).
- La liberación del comercio peninsular con América benefició más a los peninsulares que a los criollos, sometidos a los intereses de la metrópoli.
- La influencia de la Revolución americana y el nacimiento de Estados Unidos.
- Los intereses del Reino Unido, que prefería países independientes en América para poder comerciar libremente.
- La elevación de los impuestos a los criollos.
El descontento con la metrópoli se intensificó con la invasión francesa de España en 1808.
Fases de la Independencia
El proceso de independencia se puede dividir en dos fases:
- De 1808 a 1815: Coincide con la Guerra de la Independencia en la metrópoli. Se formaron juntas de gobierno en las colonias. En 1810, las juntas de Caracas, Buenos Aires y Santa Fe proclamaron su intención de separarse de España. A pesar de las reformas de las Cortes de Cádiz, la rebelión no se detuvo. Las proclamas de 1810 se extendieron a otros territorios (Venezuela, Ecuador…). Venezuela declaró su independencia en 1811. Esta fase se cierra con la vuelta de Fernando VII al trono en 1814 y el restablecimiento del poder español, excepto en Argentina y Uruguay. En México, los propios insurgentes fracasaron en su intento de independencia.
- De 1816 a 1824: La lucha se organizó mejor. Simón Bolívar y José de San Martín iniciaron campañas militares. Se reunieron en la Conferencia de Guayaquil para coordinar sus esfuerzos. José de San Martín derrotó a los ejércitos realistas en Chacabuco y Maipú, lo que dio lugar a la independencia de Chile. Posteriormente, avanzó hasta Perú. Bolívar se alió con el general Sucre y lograron derrotar a los españoles en Carabobo (1821) y Ayacucho (1824). México se independizó en 1821.
Consecuencias de la Independencia
Fernando VII no pudo frenar el proceso de independencia, en el que se invirtieron enormes recursos que dejaron exhausta la Hacienda real y agravaron la crisis económica del país. La independencia supuso la pérdida del imperio americano, a excepción de Puerto Rico y Cuba. Simón Bolívar tenía la intención de crear una gran federación de estados americanos en el territorio liberado por su ejército: la Gran Colombia. Sin embargo, este proyecto fracasó y el territorio se dividió en tres repúblicas: Colombia, Venezuela y Ecuador. En el resto del territorio independizado se crearon los estados hispanoamericanos. Los nuevos países mantuvieron la dependencia económica de las potencias europeas, especialmente del Reino Unido.