De la Restauración a la Guerra Civil Española: Crisis y Fractura de la Monarquía
1. Introducción
Con la Restauración, la tranquilidad política llegó a España. Pero a principios del siglo XX, con la muerte de Cánovas y Sagasta, la crisis del 98 y la falta de apoyo de los sectores que no estaban integrados en el sistema, se inició una crisis que coincidió con el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), en el que ocurrieron tres sucesos clave: la Semana Trágica de Barcelona (1909), la crisis de 1917 y la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930), apoyada por el Rey. Muchos veían que el sistema estaba ya caduco y que era necesario cambiarlo.
2. La caída de la monarquía de Alfonso XIII y la proclamación de la Segunda República
Tras la dimisión de Primo de Rivera, el rey nombró a Dámaso Berenguer, quien defendió una lenta vuelta a la constitución de 1876.
El 17 de agosto de 1930 se firmó el Pacto de San Sebastián, donde se reunieron para derrocar a la monarquía. A este pacto acudieron:
- Alianza Republicana, formado por el Partido Radical de Lerroux y Acción Republicana de Manuel Azaña.
- Partido Republicano Radical Socialista, de Álvaro Albornoz.
- Derecha Liberal Republicana, de Maura y Alcalá.
En esta reunión se creó un comité revolucionario presidido por Alcalá Zamora, el cual era el encargado de realizar los movimientos republicanos y dar apoyo civil al golpe militar, así como de formar un gobierno provisional de la República hasta la celebración de las elecciones.
El golpe militar tuvo lugar en diciembre de 1930. El fracaso de este golpe tuvo de positivo el hecho de que la República no quedara deslegitimada en su nacimiento por una “militarada”.
En febrero de 1931, el rey destituyó a Berenguer y nombró al almirante Aznar.
En abril de 1931 se celebraron las elecciones y ganó en la mayoría de ciudades importantes la coalición Socialista-Republicana, a pesar de que el número de escaños, en el resto de ciudades y pueblos, fue superior en el partido monárquico. La prensa dio el triunfo moral a la República y la gente se echó a la calle. Se proclamó la República en la tarde del 14 de abril de 1931. El rey se encontró solo y decidió exiliarse. La República había llegado a España.
3. El gobierno provisional y la Constitución de 1931
Las nuevas cortes elaboraron una nueva constitución inspirada en la constitución alemana. En ella se contemplaban los siguientes principios:
- España era una república democrática de trabajadores.
- La soberanía residía en el pueblo.
- Amplio abanico de libertades: pensamiento, expresión, prensa, etc.
- Sufragio universal, hombres y mujeres por primera vez en España, y se establecía la mayoría de edad en 23 años.
- El poder ejecutivo lo tenía el consejo de ministros, cuyo presidente era elegido por el presidente de la República, pero las cortes debían dar el visto bueno, y el poder judicial quedaba en manos de jueces y tribunales autónomos.
- La enseñanza fue declarada laica y obligatoria en primaria.
- Se establecía que la República era compatible con la autonomía de municipios y regiones.
- Se estableció el fin de la ayuda económica a las asociaciones religiosas, la expulsión y apropiación de la compañía de Jesús, etc.
- Finalmente, se formó un gobierno provisional presidido por Alcalá Zamora y formado por miembros de diferentes tendencias políticas como Partido Republicano Radical, Acción Republicana, PSOE, etc.
Nada más proclamarse la Segunda República, el gobierno provisional tuvo que resolver los primeros conflictos sociales como huelgas, la quema de iglesias y conventos.
Lo más urgente era convocar elecciones a la corte, redactar una nueva constitución y controlar a los dos grandes poderes del momento: iglesia y ejército, pues de ellos dependía la permanencia de la República.
- La Iglesia desde un principio se mostró en contra de la República, y se hicieron llamamientos a los católicos para la movilización en contra de ella.
- El ejército: Manuel Azaña fue el encargado de hacer una auténtica reforma para modernizarlo y democratizarlo lo máximo posible.
4. El Bienio de Izquierdas (1931-1933)
Este periodo tuvo lugar entre diciembre de 1931 hasta septiembre de 1933. Alcalá Zamora fue el presidente de la República y Manuel Azaña presidente del Consejo de Ministros. Pese a todos los contratiempos del bienio, fue la etapa más fructífera de toda la República, y se caracterizó por las siguientes reformas:
Reforma Militar
Manuel Azaña intentó modernizar y democratizar al ejército. Para ello concedió la jubilación anticipada con sueldo íntegro a quienes no querían jurar fidelidad a la República. Cerró la Academia Militar de Zaragoza, prohibió la prensa destinada exclusivamente al ejército y los ascensos serían por estudios y no por méritos de guerra.
Reformas Sociales
El ministro de Trabajo fue Francisco Largo Caballero, que desarrolló varias leyes para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, como:
- Ley de Contratos de Trabajo que regulaba los salarios, vacaciones, etc.
- Ley de jurados mixtos, cuya misión era mediar en los conflictos laborales.
Reforma de la Autonomía
La Constitución daba la posibilidad de conceder la autonomía a aquellos territorios que lo solicitasen. Cataluña fue el primero en solicitarlo. En primavera de 1932 se inició el debate del Estatuto Catalán en las Cortes, que fue aprobado y otorgaba a Cataluña un gobierno autónomo.
La derecha estaba totalmente en contra de las autonomías. Incluso, el General Sanjurjo dio un golpe de estado el 10 de agosto de 1932 en Sevilla, pero el golpe fracasó. Sanjurjo fue apresado y condenado a cadena perpetua.
Reforma Agraria
Fue el mayor proyecto iniciado por la República, ya que intentaba acabar con las desigualdades en el campo español. Para ello se redactó la Ley de Reforma Agraria. El gobierno podía confiscar las tierras que sobrepasasen cierta extensión, las abandonadas o mal cultivadas, las no regadas en tierra de regadío y las que sobrepasasen 1/6 del municipio.
Sin embargo, esta ley fue muy difícil de aplicar porque era costosa y requería de mucho papeleo. Por un lado, los propietarios estaban en contra de las medidas de la República y se unieron a los enemigos de esta, y por otro lado, la decepción de los campesinos que vieron frustradas sus esperanzas puestas en la República y se iniciaron hacia posturas revolucionarias y actos violentos.
Los conflictos sociales aumentaron tanto en el campo, la ciudad y las minas.
En enero de 1933, en Cádiz, un viejo campesino anarquista junto a un número de familiares y hombres del pueblo tomaron el poder local y proclamaron el Comunismo Libertario, enfrentándose a la Guardia Civil. Finalmente fueron masacrados por la Guardia de Asalto creada por la República. Este hecho se consideró responsabilidad del gobierno y Manuel Azaña se vio obligado a dimitir, lo que llevó a la convocatoria de nuevas elecciones en 1933.
5. El Bienio Radical-Cedista (1933-1935)
Mientras Azaña gobernaba, la derecha se organizó mejor, así se construyó la CEDA. Este era el partido católico de las clases medias. También existían otros partidos de derechas como: Renovación Española, Comunión Tradicionalista y Falange Española liderado por José Antonio Primo de Rivera.
Por otro lado, la izquierda estaba totalmente desunida, los anarquistas divididos, al igual que el PSOE, y el Partido Acción Republicana de Manuel Azaña había perdido muchos apoyos tras los sucesos de Casas Viejas.
Y en el centro estaba el Partido Radical de Alejandro Lerroux.
Las elecciones se celebraron en noviembre de 1933 y dieron la victoria a los partidos de centro derecha. Los más votados fueron: la CEDA con 115 diputados, el Partido Republicano Radical de Lerroux con 102 y el PSOE con 58 diputados.
Lerroux comenzó a gobernar con el visto bueno de la CEDA. Sus actuaciones dieron un giro a la derecha e intentó suavizar las reformas del primer gobierno.
Sanjurjo fue liberado, lo que supuso una crisis de gobierno y la dimisión de Lerroux. Alcalá Zamora nombró a Samper como presidente del consejo.
La CEDA retiró su apoyo a Samper, pero Alcalá Zamora llamó de nuevo a Lerroux, que incluyó en su gobierno a tres ministros de la CEDA: trabajo, agricultura y justicia.
La izquierda reaccionó mal, con una serie de acciones en 1934, como la llamada a huelgas contra el gobierno. Se produjo una auténtica matanza, al enviar tropas militares; la legión, liderada por Franco, y los regulares. Hubo 4000 muertes y 40000 encarcelados. Como consecuencia, Lerroux incluyó en sus gobiernos a 5 ministros de la CEDA, aunque más tarde tuvo que dimitir por estar envuelto en un escándalo financiero, subiendo Portela-Valladares al gobierno.
Desde el exilio, Prieto unió a la izquierda en el Frente Popular, donde se incluían también partidos nacionalistas, como Esquerra Republicana.
En febrero de 1936 se celebraron de nuevo elecciones, debido a una crisis gubernamental.
6. El Frente Popular (Febrero-Julio 1936)
En las elecciones de febrero de 1936 ganó el Frente Popular. Manuel Azaña fue presidente de la República, y Casares Quiroga presidente del consejo de ministros.
Azaña reactivó las reformas paralizadas por la derecha, como la reforma agraria, el estatuto de Cataluña, y amnistió a los encarcelados por los sucesos del 34. En contra de esto surgió una fuerte oposición contra los cambios, formada por miembros de la CEDA, monárquicos, agrarios y miembros de Falange, que desarrollaron una estrategia pre-guerra: una campaña de propaganda en contra de la República, llamando “al orden, la religión y la patria” y una conspiración en la que participaron generales y miembros de la oligarquía terrateniente. Las organizaciones obreras y campesinas tampoco estaban de acuerdo con los cambios de la República.
En la primavera del 36, en España hubo un deterioro del orden público: violencia en el campo con huelgas y ocupaciones de tierras, ataque y quema de edificios eclesiásticos, atentados políticos perpetuados por miembros de grupos extremistas de derecha e izquierda (falange, monárquicos, anarquistas o comunistas).
7. El golpe de Estado
Los hechos suponían un peligro inminente para los intereses de las clases dominantes. Ya la misma noche del triunfo del Frente Popular, Franco declaró el estado de guerra, y en marzo los generales Valera, Goded, Mola, Sanjurjo y Franco prepararon el golpe.
El gobierno, consciente del peligro, decidió separar a los militares sospechosos, enviando a Franco a Canarias y a Goded a Baleares. Pero Mola creó una trama para acabar con la República. El 12 de julio fue asesinado en Madrid un teniente de la guardia de Asalto. Al día siguiente, como represalia, la guardia de asalto asesina a Calvo Sotelo. Esta fue la excusa para adelantar el golpe. Ante la eminencia del golpe, el gobierno tomó medidas, como el registro policial del cuartel de Melilla, lo que adelantó el golpe aún más (estaba previsto para el 19 de julio).
En la tarde del 17 de julio, Melilla, Ceuta y Tetuán fueron el escenario de una sublevación, y al día siguiente se extendió al resto de la península, comenzando la Guerra Civil Española, en la que España se dividió en dos bandos irreconciliables.