La Guerra de los Treinta Años y la Pérdida de la Hegemonía Española en Europa

Al inicio del reinado de Felipe III (finales del siglo XVI, inicios del XVII), la monarquía hispánica era la mayor potencia del planeta y se encontraba en un periodo de paz. Este periodo concluyó cuando España entró en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), en la que se jugó la hegemonía de los Habsburgo en Europa. Con Felipe IV y su valido, el Conde Duque de Olivares, se implementó una política imperialista que los enfrentó con los territorios de su imperio: Países Bajos y Francia. España vio retroceder sus posiciones en los frentes europeos, como en la derrota de Rocroi (1643), y enfrentó rebeliones en Portugal y Cataluña.

El sucesor, Luis de Haro, comenzó la pacificación. Reconoció la independencia de Holanda (Paz de Westfalia, 1648) y la de Portugal (1668), y firmó la Paz de los Pirineos con Francia (1659). Esta paz supuso el reconocimiento de la decadencia española.

Principales Factores de la Crisis Demográfica y Económica del Siglo XVII y sus Consecuencias

Durante el siglo XVII en España y Europa se produjo una importante crisis demográfica, económica y social. La población no superó los 8.000.000 de habitantes en todo el siglo a causa de la crisis de subsistencia, el rebrote de epidemias, los enfrentamientos bélicos por rebeliones en Castilla y Portugal, la Guerra de los Treinta Años y la expulsión de los moriscos.

Con respecto a la economía, la producción agrícola disminuyó por falta de mano de obra, falta de demanda y los altos cargos fiscales. La artesanía entró en recesión y el comercio exterior disminuyó por el aumento de ofertas. Además, el Estado tenía una crisis financiera que solo se recuperó con Carlos II, sus ministros Oropesa y Medinaceli, y su reforma monetaria. Los resultados serían la base para el reformismo del siglo XVIII.

Crisis y Decadencia de la Monarquía Hispánica: El Reinado de Carlos II y el Problema Sucesorio

La muerte de Felipe IV deja la corona en manos de su hijo Carlos II, el cual está débil y enfermo. Sin embargo, la monarquía vive en tranquilidad, poniendo las bases para la recuperación del siglo XVIII. Durante la primera parte del reinado gobernó su madre, Mariana de Austria, junto con su valido Nithard. Cuando se revela que el rey no puede tener un heredero, comienzan las disputas en España por la sucesión entre franceses y Austrias, mientras que Holanda e Inglaterra buscan un equilibrio del poder.

En el primer tratado de partición de España (1698) se pacta como heredero a José Fernando de Baviera, pero al morir, se da el segundo tratado de partición (1700) en donde se nombra como heredero al archiduque Carlos. Pero finalmente, Carlos II nombra como heredero al francés Felipe de Anjou, iniciando así la Guerra de Sucesión Española.

Los Reyes Católicos: Unión Dinástica e Instrucciones de Gobierno

El matrimonio entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón (1469) dio origen a la monarquía hispánica, en la que se ve la unión dinástica entre las dos coronas: Castilla y Aragón. Se consolidó un estado plural en que cada reino siguió rigiéndose por sus leyes e instituciones, y sus territorios (Castilla, Aragón, Cataluña y Valencia) solo compartían la misma monarquía. Para afirmar la autoridad, se disminuyó el poder político de los privilegiados, se crearon organismos e instituciones comunes como: el corregidor, las Cortes y las audiencias, se generalizó la Inquisición, se expulsaron a los judíos (1492) y se logró la unificación territorial de la península con la conquista del reino nazarí (1492) y el Reino de Navarra (1512).

El Significado de 1492: La Guerra de Granada y el Descubrimiento de América

1492 es la fecha que abre el periodo de la Edad Moderna y en ella se dan tres sucesos de gran importancia: el descubrimiento de América, la expulsión de los judíos y la conquista del reino nazarí de Granada. La Guerra de Granada concluye en 1492 gracias al aprovechamiento de la crisis nazarí y a la firma de las Capitulaciones de Boabdil, dando por concluida la Reconquista.

En la segunda mitad del siglo XV, Cristóbal Colón propone que, mediante la esfericidad de la Tierra, se puede abrir una nueva ruta para llegar a la India. Este proyecto fue rechazado, pero finalmente Isabel de Castilla lo aprueba con las Capitulaciones de Santa Fe. De Huelva salen tres naves que llegarán a América el 12 de octubre de 1492. Al descubrir el nuevo territorio y las riquezas que poseía, en pocos años se inició el proceso de conquista.

El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I. Política Interior y Conflictos Europeos

Carlos I heredó las coronas peninsulares, un gran patrimonio de Europa y el título imperial. Su gobierno se basó en: la defensa de la idea de un imperio universal y la defensa del cristianismo como el factor de la unidad europea. En la política exterior se dieron tres frentes:

  1. Guerras contra Francia por la hegemonía europea (Pavía, 1525; Roma, 1529).
  2. Guerras contra los turcos en defensa del cristianismo y de la estabilidad del comercio.
  3. Guerras contra las protestas, las consecuencias por la reforma protestante de Lutero fueron el principal problema de la monarquía de Carlos I. Finaliza con la Paz de Augsburgo (1555).

En la política interior se dieron dos conflictos:

  1. Sublevación de las Comunidades en Castilla por el descontento de los castellanos con la política de Carlos V, el cual finalmente vence a los comuneros (Villalar, 1521).
  2. La rebelión de las Germanías, conflicto entre burgueses y nobleza.

La Monarquía Hispánica de Felipe II. Gobierno y Administración. Los Problemas Internos. Guerras y Sublevación en Europa

Felipe II (segunda mitad del siglo XVI) fue solamente rey, pero aún así sus dominios fueron más amplios y heterogéneos. Su gobierno se centraba en el rey asistido por los secretarios y por debajo los Consejos Territoriales y técnicos. Las Cortes perdían poder y aumentaban los virreyes y las audiencias. Los tercios eran quienes defendían los intereses de la monarquía.

Su política interior se basó en las rebeliones por el autoritarismo político y la intolerancia religiosa: rebelión de los moriscos en Granada y rebelión de Aragón. Su política exterior se vio marcada por su liderazgo religioso (Contrarreforma): sublevación de los Países Bajos, enfrentamientos con Francia (San Quintín), enfrentamientos con Inglaterra (Armada Invencible, 1588), guerra contra los turcos y la unión con Portugal, que fue el único triunfo de Felipe II.

Exploración y Colonización de América. Consecuencias de los Descubrimientos en España, Europa y América

La conquista de América inició en las islas de las Antillas (1517). El interés por dominar los pueblos indígenas, que se suponían muy ricos, fue el origen de una gran empresa conquistadora. Hernán Cortés conquistó México y se apoderó de un gran terreno al que llamó Nueva España. Francisco Pizarro constituyó el virreinato de Perú en 1542 y en la misma época Cabeza de Vaca exploró América del Norte, Orellana recorrió el Amazonas, en el sur Almagro y Valdivia conquistaron Chile y Mendoza fundó Buenos Aires.

Las poblaciones indígenas tuvieron un fuerte descenso demográfico y perdieron su identidad cultural, pero gracias a Bartolomé de las Casas y Francisco de Vitoria se dieron las Leyes Nuevas para América. La agricultura americana se benefició (café, trigo, caña de azúcar) y tanto Europa como España se beneficiaron de la afluencia masiva de metales.

Los Austrias del Siglo XVII: El Gobierno de Válidos. La Crisis de 1640

En el siglo XVII se dio un aumento del absolutismo y los reyes dejaban sus responsabilidades totalmente a cargo de los validos, personas de confianza del rey. Con el rey Felipe III gobernaron para su beneficio el Duque de Lerma y su hijo. Se logró la expulsión de los moriscos, que agravó la crisis de Castilla (1609), y la Tregua de los Doce Años (1609) con los Países Bajos. Con Felipe IV gobernó el Conde Duque de Olivares, que luchó por superar la crisis de Castilla.

Se generó el levantamiento de Cataluña (Corpus de Sangre, 1640) que tras 12 años de rebelión llegó a un acuerdo con Felipe IV. Portugal obtuvo su independencia en 1668 y así todas las reformas de Olivares fracasaron. Carlos II y sus validos se centraron en las medidas políticas y económicas.