Desarrollo y Fases de la Guerra Civil Española (1936-1939)
La Guerra Civil Española (1936-1939)
1. La Sublevación Militar
El golpe de Estado, inicialmente planeado para el 19 de julio, se adelantó al 17 de julio debido a una serie de circunstancias imprevistas. Comenzó en Melilla y se extendió rápidamente por la península, sin que el gobierno republicano pudiera contenerlo eficazmente.
El golpe tuvo éxito en Galicia, Castilla y León, Navarra y Andalucía occidental, pero fracasó en el resto de España. En las zonas donde fracasó, el gobierno republicano entregó armas a los obreros. Como consecuencia, España quedó dividida en dos zonas:
- Zona republicana: Controlada por comités de obreros.
- Zona sublevada: Controlada por generales como Mola y Franco.
2. Desarrollo de la Guerra
En un primer momento, hubo una dura represión en ambas zonas, con numerosas detenciones y ejecuciones. Destaca la ejecución de José Antonio Primo de Rivera, líder de la Falange Española.
Gracias a la ayuda alemana, el ejército africano, dirigido por Franco, llegó a la península y avanzó rápidamente hacia Madrid. Durante este avance, el general Yagüe se desvió para tomar Badajoz. Tras la toma de Badajoz, continuaron su camino, y fue el general Franco quien, nuevamente, se desvió para tomar Toledo. Mientras tanto, el general Mola actuó en el norte y tomó el País Vasco.
En octubre de 1936, el ejército sublevado llegó a las afueras de Madrid. Un mes más tarde, se produjo la Batalla de Madrid, en la que el ejército republicano recibió la ayuda de las Brigadas Internacionales, así como tanques y aviones rusos. El ejército sublevado, por su parte, contó con el apoyo de la Legión Cóndor, enviada por Hitler. Al no poder tomar Madrid, Franco decidió rodearla, lo que dio lugar a las batallas de Jarama y Guadalajara, donde las tropas enviadas por Mussolini, con la ayuda de los sublevados, fueron derrotadas.
En otoño de 1937, el ejército sublevado conquistó la zona norte, que estaba controlada por los republicanos. Durante esta campaña, se produjo el famoso bombardeo de la ciudad vasca de Guernica por parte de la Legión Cóndor, un hecho que provocó un escándalo mundial. También durante esta campaña, el general Mola murió en un accidente aéreo.
El ejército sublevado atacó Aragón a finales de 1937, y en abril de 1938 llegó al Mediterráneo, dividiendo la zona republicana en dos. Entre julio y noviembre, tuvo lugar la Batalla del Ebro, la última gran ofensiva republicana, en la que murieron unas 100.000 personas. Ante esta situación, y con el ejército sublevado ocupando Cataluña, el ejército republicano se dividió entre los que querían seguir luchando y los que querían pactar su rendición. El coronel Casado dio un golpe de Estado y pactó la rendición con Franco, hecho que se consumó el 1 de abril de 1939.
3. La Zona Republicana
Los republicanos controlaban las zonas industriales, el trigo de La Mancha, la huerta del Levante y la reserva de oro del Banco de España. Además, recibieron ayuda de la URSS. En el campo, se repartieron las tierras, y en septiembre de 1936 se formó un gobierno presidido por el socialista Largo Caballero. Sin embargo, pronto surgieron tensiones entre comunistas, socialistas y anarquistas, ya que unos defendían la guerra y la revolución simultáneamente, mientras que otros preferían centrarse primero en la guerra y, posteriormente, en la revolución. Estas tensiones provocaron un cambio de gobierno, nombrando como presidente al comunista Negrín. No obstante, en 1938, la zona republicana quedó dividida en dos, se produjo el golpe de Estado de Casado y, con él, el final de la guerra.
4. La Zona Sublevada
Los sublevados poseían el cereal, el ganado y el carbón de Castilla y León, un ejército mejor preparado (el ejército africano), la Legión y la ayuda de Alemania e Italia.
El líder del alzamiento militar, Sanjurjo, murió el 20 de julio de 1936 en un accidente aéreo, lo que desencadenó una disputa por el liderazgo entre varios generales. Como órgano de gobierno para la zona sublevada, se creó la Junta de Defensa Nacional, que decretó el estado de guerra y utilizó la propaganda para justificar el golpe de Estado como un alzamiento contra una república marxista y antiespañola. La Iglesia se unió a los sublevados, justificando la guerra como una cruzada contra el ateísmo.
Ante la necesidad de un líder único, se nombró a Franco jefe de gobierno, y en octubre de 1936 impuso una dictadura militar de corte personal.
En abril de 1937, bajo la influencia de su cuñado, que era fascista, se aprobó el Decreto de Unificación, mediante el cual falangistas y carlistas se unieron en el partido de Falange Española Tradicionalista y de las JONS.
Franco pactó con la Iglesia para establecer el llamado nacional-catolicismo, que guiaría la vida de los españoles.
En febrero de 1939, se aprobó la Ley de Responsabilidades Políticas, con el objetivo de perseguir a todos aquellos que se opusieran a las ideas de la dictadura.