Las Semillas de la Independencia

Los Factores Determinantes

La Segunda Guerra Mundial puso en evidencia la debilidad de las grandes metrópolis coloniales: Reino Unido, Francia y Países Bajos. La propaganda de libertad y democracia de los aliados contra el nazismo fortaleció los movimientos independentistas, que solicitaban la aplicación de los mismos principios a los pueblos colonizados. Los valores defendidos por el antifascismo estaban claramente en contradicción con el colonialismo. En este sentido, el Congreso de la Internacional Socialista de París se manifestó a favor de la independencia.

Los movimientos nacionalistas de las colonias habían obtenido promesas de liberación a cambio de su participación, o de su neutralidad, en el conflicto. Sin embargo, al acabar la guerra, las metrópolis pretendieron retornar al statu quo colonial anterior a 1939.

Otro factor importante para la independencia fue la actitud de las dos grandes potencias, Estados Unidos y la URSS, que eran contrarias al colonialismo clásico, por el deseo de ampliar sus áreas de influencia a costa de las antiguas metrópolis coloniales. El Congreso de Estados Unidos declaraba en 1955: “Los Estados Unidos deben ayudar a los pueblos en sus esfuerzos para alcanzar su autonomía o independencia”.

La ONU se convirtió en partidaria de la independencia. La opinión pública de los países desarrollados, crecía la postura a favor de la independencia.

La Emergencia del Tercer Mundo

Desde mediados del siglo XX, los nuevos estados fueron tomando conciencia de su debilidad frente al poder que seguían teniendo las viejas metrópolis y acordaron asociarse para hacer frente común al colonialismo. El control económico de los nuevos países seguía en manos de las antiguas metrópolis o de los intereses estadounidenses.

La existencia de unas fronteras arbitrarias, determinadas por las antiguas potencias, provocó la inestabilidad política de las nuevas naciones, lo que dio lugar a numerosos enfrentamientos tribales, que fueron aprovechados por las metrópolis para mantener su presencia en las antiguas colonias.

Las primeras manifestaciones de solidaridad entre los estados del Tercer Mundo comenzaron con las conferencias asiáticas de Nueva Delhi, en donde se denunció el peligro de la ayuda estadounidense y se condenó la política de los Países Bajos en Indonesia.

En la ONU se formó un bloque afroasiático compuesto por los estados independientes, que votaban, habitualmente, en contra de las potencias coloniales.

La Conferencia de Bandung

La acción colectiva más importante fue la Conferencia de Bandung. La resolución de la conferencia incluía:

  • La afirmación del derecho de los pueblos a la autodeterminación.
  • La igualdad de razas y de los países.
  • El rechazo a la injerencia de un estado en los asuntos de otro.
  • La condena del colonialismo y de zonas de influencia de las grandes potencias.
  • El desarme y la prohibición de armas atómicas.

En 1955, solo diez años después de la Segunda Guerra Mundial, la descolonización de Asia estaba prácticamente acabada y la de África se ponía en marcha. Era el fin de los imperios coloniales.

Pobreza y Desarrollo Desigual

Durante la segunda mitad del siglo XX se puso en evidencia que la pobreza se concentraba en antiguos espacios colonizados. Los criterios que clasificaban a los países del Tercer Mundo eran:

  • La baja renta per cápita.
  • Las altas tasas de crecimiento demográfico, mortalidad y analfabetismo.
  • La malnutrición.
  • El predominio del sector privado.

La corrupción política, los golpes de estado y las dificultades para la democratización también caracterizan al Tercer Mundo. África subsahariana es el continente que mantiene agravadas las características del viejo Tercer Mundo.

Asia: Un Continente que Despierta

El Pasado Colonial de China y el Nuevo Nacionalismo

Desde finales del siglo XIX, los europeos habían conseguido establecerse en puertos y enclaves estratégicos de China mediante favorables tratados comerciales. Los extranjeros no estaban sometidos a las autoridades chinas; por otro lado, las ganancias obtenidas en los enclaves chinos no eran invertidas en mejorar el país, sino exportadas a las metrópolis europeas.

A principios del siglo XX, Sun Yatsen consiguió aglutinar a diversos grupos y fundó el Partido del Pueblo. Los objetivos de esta organización eran tres:

  1. Liberarse del dominio económico de las potencias extranjeras.
  2. Mejorar las condiciones de vida del pueblo chino, llevando a cabo una reforma agraria.
  3. Democratizar la vida política.

En 1912, Puyi proclamó la República China. Sun Yatsen ocupó la presidencia, pero pronto fue destituido por el ejército. Mongolia y Tíbet aprovecharon este desconcierto y se independizaron. Mao Zedong fundó el Partido Comunista Chino.

India: Joya de la Corona Británica

Desde el siglo XVII, la Compañía de las Indias Orientales Británica se estableció en algunas ciudades indias. En 1858, India se convirtió en una colonia de la corona británica, gobernada por un virrey; su riqueza y extensión la convirtieron en la llamada “joya de la corona”. La administración colonial británica aprovechó el antagonismo existente entre hindúes y musulmanes para gobernar la colonia.

Durante el primer tercio del siglo XX, la mayor parte de la población estaba formada por campesinos sometidos a un verdadero régimen feudal. La industrialización era muy escasa. Desde 1918, se fundaron los primeros sindicatos y partidos socialistas. En las grandes ciudades vivía una masa de pequeños comerciantes y funcionarios.