El Ascenso del Nazismo: La Debilidad de la República de Weimar
La Debilidad de la República de Weimar
Tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, el emperador alemán abdicó.
Una asamblea constituyente, reunida en la ciudad de Weimar, desarrolló una nueva constitución que creaba en Alemania una república gobernada por un régimen democrático. Por eso, conocemos a la nueva etapa con el nombre de República de Weimar.
El partido más importante era el socialdemócrata, pero desde el principio la nueva democracia contó con la oposición de los grupos políticos más extremos:
- Los grupos de extrema izquierda pensaban que el nuevo régimen era muy moderado. Así, en 1919, los espartaquistas intentaron tomar el poder por la fuerza.
- Los grupos más conservadores opinaban que el nuevo régimen no era legítimo. En 1920, Adolf Hitler creó el partido nacionalsocialista. En 1923 intentó tomar el poder por la fuerza mediante un golpe de Estado que fracasó.
La situación económica aumentó el número de los descontentos.
Para hacer frente al pago de las reparaciones de guerra, el gobierno tuvo que imprimir muchos billetes, lo que provocó hiperinflación. Un dólar podría llegar a costar 4.200 millones de marcos. El dinero no valía nada y la población empobreció aún más.
Las Consecuencias Políticas de la Crisis Económica
La crisis económica incrementó el descontento y la tensión social. Como el paro afectó a obreros y a las clases medias, estas personas dejaron de apoyar al gobierno y comenzaron a votar a partidos extremistas. El Partido Comunista y el Partido Nacionalsocialista aumentaron sus votos.
Ante el temor de que se produjera una revolución obrera, los industriales y financieros decidieron apoyar al partido nazi, ya que pensaban que era el único que podía resolver la situación.
Hitler Llega Legalmente al Poder
En 1932, hubo elecciones para el Parlamento y para la presidencia de la república, lo que representó una oportunidad para Adolf Hitler.
Los comunistas rechazaron aliarse con los socialistas a fin de formar un bloque sólido que se enfrentara al partido nazi.
En las elecciones al Parlamento, los comunistas y el partido nazi fueron los más votados, pero ningún partido tuvo mayoría absoluta; por tanto, ninguno podía formar gobierno en solitario.
En las elecciones a presidente de la república, volvió a ser elegido el mariscal Hindenburg. Este, presionado por los hombres de negocios y por los grupos más conservadores, nombró como canciller a Hitler.
La Eliminación de la Oposición
En pocos meses, los nazis se hicieron con todo el poder.
Lo primero que hicieron fue acabar con los partidos de la oposición. Con el pretexto de que un comunista había incendiado el Reichstag, los comunistas fueron encarcelados en campos de concentración. El partido nazi aprovechó la situación e ilegalizó a todos los partidos políticos.
Hitler acabó incluso con aquellos que se le podían oponer dentro de su partido; así, ordenó asesinar a sus adversarios políticos en la Noche de los Cuchillos Largos.
Hindenburg murió y Hitler pasó también a ser presidente de la república.
El Ideario de Hitler
Tras el fracaso del putsch de Munich en 1923, Hitler fue encarcelado. En la cárcel, escribió Mein Kampf, donde plasmó su ideología. Este ideario recogía rasgos del fascismo: culto al jefe, primacía del Estado, exaltación de la violencia y de la juventud, y racismo. Además, la ideología nazi incorporaba valores tradicionales: se consideraba que las mujeres solo debían dedicarse a tener hijos y a las tareas domésticas.
Una Ideología Racista
El nazismo es una de las variantes del fascismo. Su rasgo más específico es que se basa en una concepción racista y racial de la historia. Para Hitler, los alemanes pertenecían a la raza aria; por ello, debía imponerse a los «pueblos inferiores», como los latinos, los eslavos, los gitanos y, sobre todo, los judíos. Según Hitler, la mezcla de razas explicaba la decadencia en la que había caído Alemania. Por eso, Hitler consideraba una prioridad el devolver la pureza racial a la población. Para ello, se asesinó a todo aquel que se consideraba que no era racialmente perfecto: los locos, los discapacitados mentales y físicos, y los homosexuales. Primero, se prohibió a los judíos que ejercieran la mayoría de las profesiones. Se prohibieron los matrimonios y las relaciones sexuales entre judíos y arios. Y los judíos empezaron a ser maltratados físicamente. En 1938, se produjo la Noche de los Cristales Rotos. En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, Hitler decidió aplicar la llamada «solución final». Todos los judíos y los gitanos de Alemania y de los países que había conquistado fueron deportados a campos de exterminio. Los investigadores han demostrado que al menos murieron seis millones de judíos en estos campos.