Antecedentes: La Guerra Civil (1936-1939)

La Guerra Civil (1936-1939), uno de los sucesos más devastadores de la historia de España, sentó las bases del régimen franquista. La guerra provocó hambruna, bombardeos constantes y el exilio de miles de republicanos, principalmente a Francia, fracturando el país profundamente.

El Franquismo: Construcción de la Dictadura (1939-1959)

La muerte de figuras políticas clave como Calvo Sotelo, Sanjurjo, Mola y José Antonio despejó el camino para el golpe de Estado liderado por Franco. Este golpe instauró una dictadura totalitaria inspirada en los modelos fascistas italiano y alemán, aunque sin una relación directa con líderes como Mussolini, Hitler o Stalin, ni con figuras del siglo XIX como Miguel Primo de Rivera. El fascismo, en su versión menos totalitaria y sanguinaria, permitía cierta distribución del poder, como en el caso de Mussolini con la monarquía y el Gran Consejo. Sin embargo, esta situación era impensable para Franco, quien jamás compartiría el poder.

Características del Franquismo

  • Totalitarismo: Franco concentraba todo el poder.
  • Caudillismo: Franco como figura central y omnipotente.
  • Unitarismo y Centralismo: Abolición de los estatutos de autonomía y fomento de la españolización de Cataluña, Galicia y el País Vasco.
  • Represión: Persecución sistemática de la oposición.
  • Control de los Medios: Manipulación de la información a través de la Falange.

Pilares del Régimen Franquista

El Ejército

El ejército fue el principal sostén del régimen, con una participación activa en el poder. Muchos ministros y gobernadores civiles eran militares de carrera.

El Partido Único

La Falange Española Tradicionalista y de las JONS proporcionó la base ideológica del régimen, controló los medios de comunicación y ocupó cargos administrativos. Sin embargo, el poder de Franco no emanaba del partido, sino de diversos grupos de poder y del apoyo popular que anhelaba paz y orden. Del fascismo, a través de la Falange, el franquismo adoptó ciertos elementos estéticos: el saludo, la camisa y parte del léxico.

La Iglesia Católica

La Iglesia católica jugó un papel crucial en la legitimación del régimen. A pesar de ser un ferviente creyente, Franco desconfiaba de la influencia de la Iglesia y competía con ella por el control de ciertas áreas de poder. En 1941, se anularon las leyes republicanas contrarias a la Iglesia y se restableció la confesionalidad del Estado, la financiación del culto y el clero, y la legislación familiar. El Concordato de 1953 con la Santa Sede consolidó la posición de la Iglesia, a cambio del control de Franco sobre el nombramiento de obispos, favoreciendo a personas afines a través de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNDP) y, más tarde, el Opus Dei.

Asociación Católica Nacional de Propagandistas y Opus Dei

Además de falangistas, carlistas, ultracatólicos y monárquicos alfonsinos, la Iglesia impulsó organizaciones como la ACNDP en los años cincuenta y el Opus Dei en los sesenta para apoyar al régimen. Varios miembros del Opus Dei ocuparon puestos ministeriales y altos cargos (tecnócratas). El ascenso del Opus Dei, una especie de partido político dentro del gobierno, llevó a la destitución de Girón, representante del dirigismo paternalista de la Falange tras su absorción por el Estado franquista.

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945)

España, debido a su falta de preparación militar, se declaró neutral en la Segunda Guerra Mundial. La situación internacional amenazaba la supervivencia del régimen, lo que llevó a la reunión entre Franco y Hitler en Hendaya (1940). Tras este encuentro, Hitler decidió invadir Rusia, asegurando la continuidad del régimen franquista. La posterior expansión del estalinismo y la amenaza nuclear beneficiaron a Franco. Estados Unidos negoció el reingreso de España en la ONU, instaló bases aéreas en territorio español y una base submarina en Rota (Cádiz).