El Franquismo en España: De la Dictadura a la Transición
El Franquismo en España
Orígenes y Características del Régimen
Desde la victoria de Franco en la Guerra Civil Española (1936-1939) y la formación de su primer gobierno en 1938, se instauró en España un nuevo Estado totalitario. Este régimen, que se puede definir como una dictadura militar y eclesiástica de tipo tradicional, concentraba todos los poderes en la figura del Jefe del Estado, el general Francisco Franco.
La instauración del franquismo comenzó con el nombramiento de Franco como Generalísimo de los ejércitos y Jefe del Estado Español, sin limitaciones de ningún tipo. A este acontecimiento le siguió la formación de un único partido, la Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de las JONS), en 1937. Este partido, dirigido por Franco, surgió de la unión de la Falange de José Antonio Primo de Rivera con grupos carlistas y tradicionalistas. El proceso culminó con la formación del primer gobierno franquista a principios de 1938, que comenzó a legislar imponiendo la ideología del nuevo Estado.
Ideología del Franquismo
Ideológicamente, el régimen franquista se apartaba de las ideas de las democracias tradicionales. Franco adoptó ideas de los falangistas, del conservadurismo antiparlamentario, del catolicismo tradicional, negando el reformismo republicano e impidiendo el liberalismo, el comunismo, el separatismo y el anticatolicismo.
Los principios de la Falange incluían:
- Una España unida, fuerte y centralizada.
- Una unidad de destino en lo universal.
- Una entidad única.
- Una España inspirada en las doctrinas de la Iglesia católica y del nacional-catolicismo falangista.
- Una España dirigida por el Caudillo, en quien se concentraban todos los poderes.
- Una España que recogiera la “verdadera tradición española”, es decir, sin liberalismo, sin democracia, sin comunismo.
Esta ideología se plasmó en los siguientes puntos:
- Concentración de poderes en Franco.
- Partido único (FET y de las JONS).
- Sindicato vertical.
- Pseudoparlamentarismo a través de la democracia orgánica.
- Falta de Constitución. El régimen se rigió por una serie de leyes, llamadas Leyes Fundamentales.
- Limitación de derechos individuales.
- Definición de España como reino sin rey, por la Ley de Sucesión de 1947.
- Férreo centralismo.
- Defensa del nacionalcatolicismo.
El régimen de Franco se apoyó en distintos grupos sociales, los más importantes fueron: el ejército, la Iglesia, la Falange y los monárquicos.
Adaptación y Evolución del Régimen
Una característica del régimen franquista fue su gran capacidad de adaptación para ir imponiéndose y adecuándose a los problemas de cada momento. El franquismo fue totalitario hasta 1945, católico hasta 1959 y finalmente tecnocrático. Por esa razón, no tuvo una constitución, sino que se rigió por un conjunto de Leyes Fundamentales que fue promulgando para ir institucionalizando el régimen y controlarlo todo.
El Franquismo hasta 1945: La Etapa Azul
El régimen franquista hasta 1945 fue fundamentalmente totalitario, conocido como la etapa azul o etapa del Nacional-Sindicalismo. Para asentar el régimen, Franco empleó a militares y falangistas, especialmente a Ramón Serrano Súñer. Se llevó a cabo una gran represión a través de la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939.
En 1938 se promulgó la primera Ley Fundamental, el Fuero del Trabajo, que exponía los principios sociales del régimen. La segunda Ley Fundamental fue la Ley Constitutiva de las Cortes de 1942, que creó un pseudoparlamentarismo. Estas Cortes, que no representaban una separación de poderes, fueron presentadas como un órgano de participación del pueblo español, dentro de la idea de la “democracia orgánica”.
La Segunda Guerra Mundial y la Política Exterior Española
A nivel internacional, Franco tuvo que afrontar el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Al principio, España se declaró neutral. Franco, a pesar de tener lazos con las potencias del Eje, sabía que España no estaba en condiciones de seguir luchando y que debía asentar el régimen.
Los gobiernos de Alemania e Italia presionaron a España para que entrara en la guerra. Alemania quería el wolframio y la posición geoestratégica de España en el Mediterráneo. Franco cambió a una posición de “no beligerancia” el 12 de junio de 1940. Esto permitió a España no participar directamente en la guerra, pero mantener una postura de amistad y colaboración con Alemania. Esta política fue consecuencia de las victorias fascistas de 1940. España envió wolframio y ayudó en el control del Mediterráneo.
El cambio del escenario en la guerra hizo que España no entrara en el conflicto. Solo se envió un grupo de voluntarios que formaron la División Azul (soldados y oficiales que fueron reclutados voluntariamente y lucharon en el frente ruso). Fue disuelta en 1943, cuando España volvió a la neutralidad, pero se mantuvo como una “Legión Azul”, que también sería disuelta en marzo de 1944.
Cambios Internos y Transición hacia la Etapa Católica
Al mismo tiempo, a nivel interno, Franco empezó a distanciarse de la Falange, ya que esta intentaba controlarlo. Por estas razones, comenzó un cambio que sería definitivo a partir de 1945 con la derrota de Alemania. España entró entonces en la etapa católica o nacional-católica.