El gobierno provisional de 1869 y la crisis del sistema político español: de la monarquía de Amadeo de Saboya a la Restauración
El Gobierno Provisional de 1869 y la Constitución de 1869
En los primeros días de octubre entraron en Madrid los sublevados, quienes propusieron a la junta revolucionaria de la capital el nombramiento de un gobierno provisional. El general Serrano fue nombrado regente y el general Prim presidente del gobierno provisional. El nuevo ejecutivo ordenó disolver las juntas y desarmar a la milicia nacional, dejando claro que una cosa era quitar a los Borbones y otra distinta pretender cambios revolucionarios.
Características de la Constitución de 1869: Fue la primera democracia de la historia de España. Estableció importantes derechos y libertades: se reconocían los derechos de manifestación, reunión y asociación, la libertad de cualquier religión, aunque el Estado debía mantener la católica. La potestad de hacer las leyes estaba en las Cortes, el rey no podía vetarlas y sus poderes quedaban limitados.
¿Qué elementos caracterizan el republicanismo federal? ¿Por qué se produjo su auge? ¿Qué otras opciones republicanas existían?
Se trataba de solucionar problemas como las condiciones de trabajo, los salarios o el reparto de tierras. Para un amplio sector de la población, el conseguir estos objetivos iba junto al triunfo de la república federal.
El auge del republicanismo fue debido al desencanto de las masas populares, que vieron que las reformas prometidas por los progresistas y los demócratas no se llevaban a cabo.
Dentro del partido republicano federal existían dos tendencias: los benévolos y los intransigentes. Los primeros eran partidarios del respeto a la legalidad, los segundos apoyaban la insurrección popular como método para proclamar la república. Existía, por último, un sector conocido como los unitarios, que mantenían posiciones más conservadoras desde el punto de vista político y social, encabezados por Castelar.
La monarquía de Amadeo de Saboya
¿Qué hizo inviable la monarquía de Amadeo de Saboya?
Contaba con muy pocos apoyos. Los dos primeros años del reinado se vieron marcados por dificultades constantes. Los problemas económicos del estado seguían siendo importantes, además se produjo una lucha permanente entre los grupos políticos, así como, la revitalización del conflicto carlista y de la guerra de Cuba.
La Primera República Española
¿Qué circunstancias dieron lugar a la proclamación de la Primera República Española? ¿Qué factores propiciaron el fracaso de la experiencia republicana?
La renuncia de Amadeo de Saboya propició la proclamación de la Primera República Española. Las Cortes, en ausencia del monarca, decidieron someter a votación la proclamación de una república, que fue aprobada el 11 de febrero de 1873 y cuyo primer presidente fue el republicano Estanislao Figueras.
Gran parte de la cámara era monárquica y su voto republicano fue para ganar tiempo y organizar el retorno de los Borbones, con lo que la república nació con pocas posibilidades de éxito. Prueba de ello fue el aislamiento internacional del nuevo sistema: excepto Estados Unidos y Suiza, ninguna potencia reconoció a la República Española. Gran parte de los dirigentes del republicanismo estaban lejos de las aspiraciones revolucionarias de las bases de su propio partido.
La Restauración borbónica: el sistema político de Cánovas
¿Qué sistema político ideó Cánovas para asegurar la Restauración monárquica?
Cánovas pretendía un nuevo modelo político que superase los problemas del liberalismo. Para conseguir su propósito, se propuso dos objetivos: elaborar una constitución, un sistema político basado en el bipartidismo y pacificar el país poniendo fin a la guerra de Cuba y al conflicto carlista.
La Constitución de 1876
La constitución elaborada en 1876 es una clara muestra del liberalismo doctrinario. Se trataba de una constitución de carácter conservador e inspirada en los valores históricos de la monarquía, la religión y la propiedad. La constitución consideraba a la monarquía una institución superior, al margen de cualquier decisión política. Constituía un poder moderador que debía ejercer como árbitro en la vida política. Por ello, se establecía la soberanía compartida y se concedían amplios poderes al monarca: derecho de veto, nombramiento de ministros y poder de convocar las Cortes, suspenderlas o disolverlas sin contar con el gobierno. Las Cortes estaban formadas por el Senado y el Congreso de los Diputados. En 1890, se aprobó el sufragio universal masculino. En el Senado, la mitad de los senadores lo eran por derecho propio, lo que daba opción al rey y al gobierno a nombrar directamente a los senadores. La constitución proclamaba la confesionalidad católica del Estado. En consecuencia, se restableció el presupuesto del culto y clero para financiar a la Iglesia. El nuevo texto constitucional contaba con una declaración de derechos.
Bipartidismo y turno pacífico
Cánovas introdujo el gobierno basado en el bipartidismo y en la alternancia en el poder entre los dos grandes partidos, el conservador y el liberal. El ejército quedó subordinado al poder civil, se estableció que la misión del ejército era defender la independencia nacional y que no debía intervenir entre los partidos.
El Desastre del 98 y el Regeneracionismo
¿Qué consecuencias políticas, económicas y sociales se derivaron del Desastre de 1898? ¿Qué fue el Regeneracionismo?
A pesar de la envergadura de la crisis de 1898 y de su significado simbólico, sus repercusiones inmediatas fueron menores de lo esperado. La necesidad de hacer frente a las deudas contraídas por la guerra de Cuba promovió una reforma en la hacienda, con la finalidad de incrementar la recaudación a partir de un aumento de la presión fiscal. La crisis política estimuló también el crecimiento de los movimientos nacionalistas, sobre todo en el País Vasco y Cataluña. De este modo, la crisis del 98 fue fundamentalmente una crisis moral e ideológica. La derrota sumió a la sociedad y a la clase política española en un estado de desencanto y frustración porque significó la destrucción del mito del Imperio español y la relegación de España a un papel de potencia secundaria. La prensa extranjera presentó a España como una “nación moribunda”, con un ejército ineficaz, un sistema político corrupto y unos políticos incompetentes.
El Regeneracionismo
El fracaso de la revolución de 1868 había dejado una huella importante en los intelectuales progresistas, un grupo de intelectuales reunidos en la Institución Libre de Enseñanza. La institución, que tenía en sus filas a intelectuales de la talla de Francisco Giner de los Ríos, influida por el krausismo, fue una gran impulsora de la reforma de la educación en España. Algunos intelectuales formados en la Institución Libre de Enseñanza consideraban que la sociedad y la política españolas, en exceso influidas por la doctrina católica, no favorecían ni la modernización de la cultura ni el desarrollo de la ciencia. Esta corriente, acabó conociéndose como Regeneracionismo. Su mayor exponente fue el aragonés Joaquín Costa, creador de la Liga Nacional de Productores y el inspirador de un partido político, la Unión Nacional. La crisis de 1898 agudizó la crítica regeneracionista, ya que era precisa la regeneración del país. Los regeneracionistas defendían la necesidad de mejorar la situación del campo español y de elevar el nivel educativo y cultural del país, como refleja el lema: “escuela y despensa”.