El Legado de Petrarca

La Influencia del Cancionero

Se divide en dos partes: la primera corresponde a la vida de Laura y la segunda a la muerte de Laura y el dolor que siente el poeta.

Consolidación de un Nuevo Ideal de Belleza

  • El Cancionero se considera un canon de belleza femenina: mujer rubia, de blanca piel, ojos claros y luminosos, cuello esbelto. Cada rasgo vendrá acompañado de símiles y metáforas.
  • Se recurre con frecuencia a la mitología para caracterizar tanto a los dos grandes personajes (Laura y el propio poeta) como para aludir a los sentimientos de su historia de amor no correspondido.
  • Se juega a menudo con palabras y símbolos como el laurel en una prueba constante de ingenio y talento por parte de su autor.

Recuperación de los Tópicos Latinos

  • Se recoge tópicos como el locus amoenus, pues la naturaleza juega un papel importante en los poemas.
  • Se insiste en ideas como la fugacidad del paso del tiempo.

El Petrarquismo Italiano después de Petrarca

La influencia de Petrarca y de su cancionero se manifestará en otros poetas.

  • Pietro Bembo: humanista perteneciente a una familia noble, llegó a ser Cardenal y escribió poesía en latín y en italiano. En sus rimas continuó la tradición del Cancionero de Petrarca.
  • Vittoria Colonna: marquesa de Pescara, amiga de Miguel Ángel, sobre el cual ejerció una gran influencia. Sus rimas son uno de los mejores ejemplos de la poesía escrita en Italia del siglo XVI.
  • Pietro Aretino: nació en Arezzo e hizo evolucionar el petrarquismo desde el neoplatonismo inicial hacia un erotismo más descarnado y polémico (Sonetos lujuriosos).

El Petrarquismo en Francia

En el siglo XVI, el petrarquismo se extendió por toda Europa, convirtiéndose en una nueva forma de expresión de la poesía amorosa. En el caso de Francia, destaca la aparición a mediados del siglo de un grupo de jóvenes poetas que se hicieron llamar a sí mismos “La Pléyade”. Su objetivo era implantar el petrarquismo en la poesía francesa y alcanzar elevadas cimas de belleza y refinamiento poético. En su nómina de autores destaca sobre todo Pierre de Ronsard, reconocido por sus poemas amorosos de corte petrarquista.

El Petrarquismo en España

En el siglo XV, aún se mantiene la lírica propia de los cancioneros provenzales, con el Marqués de Santillana o Jorge Manrique. En cuanto a la influencia de la nueva poesía italiana, el Marqués de Santillana intenta adaptar el soneto a la lengua castellana. En el siglo XVI, los poetas Boscán y Garcilaso traerán consigo la influencia petrarquista e iniciarán con su lírica una tradición continuada por autores como Fernando de Herrera.

La Primera Guerra Mundial

El Descontento y los Cambios de 1917

4.1 Del Entusiasmo al Desánimo

El entusiasmo ante la guerra derivó hacia la frustración y el descontento. La pérdida de vidas, las condiciones en las trincheras y los rigores de la economía de guerra desembocaron en el estallido de protestas tanto en el frente como en la retaguardia. En el frente, los mandos militares acusaron de traición y ordenaron fusilar a muchos de sus propios soldados. En la retaguardia, las protestas se multiplicaron y el movimiento obrero se dividió entre los partidarios de seguir combatiendo y los que propugnaban el fin de las hostilidades.

4.2 Los Cambios de 1917

A lo largo de 1917 ocurrieron dos hechos cruciales para el equilibrio de fuerzas en el conflicto: la retirada de Rusia y la entrada de Estados Unidos.

  • La retirada rusa de la guerra: El descontento social era mayor en Rusia, donde la guerra provocó un centenar de miles de muertos en el frente y culminaría con la Revolución de Febrero de 1917 y con la abdicación del zar. El gobierno provisional prosiguió con la guerra, pero una nueva revolución en octubre dio el poder a los comunistas, que abandonaron el conflicto y firmaron la paz de Brest-Litovsk.
  • La entrada de Estados Unidos a la guerra: En abril de 1917, Estados Unidos declaró la guerra al II Reich alemán. Los motivos fueron intereses económicos y mayores afinidades ideológicas y políticas hacia los países aliados. El detonante fue la guerra submarina declarada por el II Reich alemán. Con la entrada en la guerra de Estados Unidos, se evaporó la ventaja que habían cobrado las Potencias Centrales en el frente oriental y acabaron por inclinar la balanza a favor del bando aliado.

La Derrota de las Potencias Centrales y sus Consecuencias

4.3 La Derrota de las Potencias Centrales

La retirada rusa de la guerra había permitido al II Reich alemán desplegar una ambiciosa ofensiva en el frente occidental. A finales de 1917, las tropas austro-alemanas atacaron el frente italiano, donde se libró la batalla de Caporetto. El ejército italiano fue desarbolado, pero las defensas en torno al río Piave resistieron y la línea del frente quedó estabilizada. Entre julio y agosto se libró la segunda batalla del Marne, en la que el II Reich alemán agotó sus reservas militares del frente. Mientras, la llegada de los efectivos humanos y materiales estadounidenses permitió a los aliados acometer una contraofensiva dirigida bajo el mando único del general Foch. En un clima de descontento y sublevación social, el Káiser Guillermo II abdicó, y en octubre de 1918 se formó un Gobierno provisional que poco después proclamó la República en Weimar. El 11 de noviembre de 1918, la Primera Guerra Mundial había llegado a su fin.

La Sociedad de Naciones

5.2 La Sociedad de Naciones

La primera sesión de la asamblea se celebró en noviembre de 1920 en la ciudad suiza de Ginebra. La Sociedad de Naciones quedó organizada a través de diversos organismos. La Asamblea General integraba a representantes de todos los países miembros, mientras que un Consejo formado por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón e Italia, además de otros tres miembros no permanentes, tomaría las decisiones. Pese a que el presidente Wilson había sido el promotor de la idea, el Senado estadounidense rechazó el ingreso del país en la Sociedad.

Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

6.1 Las Consecuencias Demográficas

La principal consecuencia de la guerra fueron las numerosas pérdidas humanas. Se estima que murieron diez millones de personas y otros 20 millones resultaron heridas. Como novedad, en la Gran Guerra se produjeron un gran número de bajas civiles debidas al deterioro en las condiciones de vida, con su inevitable secuela de hambre, penurias y enfermedades. Asimismo, en 1918 tuvo lugar una virulenta epidemia de gripe, propagada por los soldados que regresaban del frente y que ocasionó varios millones de muertos.

6.2 Las Consecuencias Económicas

El efecto más visible de la guerra fueron las enormes pérdidas materiales y económicas por la destrucción de las zonas donde se habían desarrollado las batallas. El esfuerzo bélico agotó las economías de los continentes, lo que elevó la inflación. La puesta en marcha de la economía de guerra supuso un cambio radical en el funcionamiento de la economía de los combatientes, y la intervención del Estado en la economía para sostener el esfuerzo bélico puso fin al librecambismo del siglo XIX. Europa perdió su tradicional supremacía en los mercados. El principal perjudicado fue el Reino Unido.

6.3 Las Consecuencias Políticas

La derrota de las potencias centrales supuso la desaparición de los últimos imperios del continente. Austria-Hungría, el Imperio Otomano y Rusia fueron desintegrados por los impulsos nacionalistas, por los tratados de paz y, en el caso ruso, por la revolución, que introdujo el comunismo. La desaparición de los imperios dio lugar a un resurgimiento del nacionalismo, debido a la constitución de nuevos estados. Otro de esos nuevos países fue el Reino de Yugoslavia, cuya formación respondió a la vocación serbia de aglutinar a los eslavos del sur en un único estado, tal y como había quedado establecida en la Declaración de Corfú de 1917. El nacionalismo también se expandió por los territorios coloniales.

6.4 Las Consecuencias Sociales

Uno de los cambios más importantes fue el creciente protagonismo de las mujeres en la vida pública por su mayor participación en el mundo laboral en sustitución de los hombres que combatían en el frente. Por otro lado, los partidos y sindicatos salieron fortalecidos. El optimismo fue sustituido por el pesimismo y la desilusión ante una sociedad burguesa incapaz de asegurar la prosperidad, lo que contribuyó a la crisis de las democracias liberales durante el periodo de entreguerras.