El Ocaso del Antiguo Régimen y el Amanecer de la Ilustración en el Siglo XVIII
El Ocaso del Antiguo Régimen
La organización social, política y económica que existió desde el final de la Edad Media hasta el siglo XVIII se denomina Antiguo Régimen, en oposición al Nuevo Régimen, que se inició tras la Revolución Francesa en 1789. El último tercio del siglo XVIII es una época de transición entre el Antiguo Régimen y la Edad Contemporánea, caracterizada por una sociedad estamental, el absolutismo y una economía de base agraria marcada por el mercantilismo.
Sociedad en los Siglos XVI y XVII
En los siglos XVI y XVII, la población europea descendió debido a las hambrunas, la peste y la guerra. Las mejores condiciones de vida del siglo XVIII facilitaron un aumento de la población: se incrementaron los nacimientos, se alargó la esperanza de vida y se redujo la mortalidad. Este cambio de ciclo demográfico se reprodujo de forma desigual en Europa.
La sociedad era profundamente desigual. El lugar que ocupaba cada persona estaba condicionado por su nacimiento y no tenía posibilidades de ascenso social. La población se agrupaba en tres estamentos cerrados (nobleza, clero y tercer estado) que se definían por su nivel de privilegio.
Privilegiados
Nobleza y clero eran estamentos privilegiados: no pagaban impuestos y contaban con sus propios tribunales de justicia. Aunque eran una minoría, acaparaban los principales cargos civiles y religiosos.
No Privilegiados
El tercer estado o pueblo llano era el estamento más numeroso y sostenía económicamente, con su trabajo y sus impuestos, a los privilegiados. Estaba formado en su mayor parte por campesinos, artesanos y siervos.
Aunque la sociedad del siglo XVIII continuó siendo fundamentalmente rural, el comercio revitalizó las ciudades, en las que surgió un nuevo grupo social: la burguesía. Este grupo social estaba formado por comerciantes, rentistas, banqueros y profesionales liberales; poseían dinero y poder, y se caracterizaban por su dinamismo e iniciativa.
Política
En el Antiguo Régimen predominaba el absolutismo o monarquía absoluta, que concentraba en el rey todos los poderes del Estado. Los monarcas absolutos consideraban que su poder procedía directamente de Dios y, por ello, ningún poder terrenal podía limitarlo.
El único país en el que no se daba el absolutismo era Inglaterra, que tenía una monarquía parlamentaria.
Economía
En el siglo XVIII persiste una economía de base agraria enfocada hacia los campesinos. La monarquía absoluta requería una economía fuerte, que se basaba en el mercantilismo. Este defendía la acumulación de metales preciosos (oro y plata) para poder sustentar el Estado. Esto se conseguía de dos formas:
- Aumentando las ventas a otros países (exportaciones) a cambio de oro y plata.
- Limitando las compras a otros países (importaciones) para evitar la salida de oro y plata.
Se aseguraba el suministro de algunos productos, especialmente de lujo.
La Ilustración
La Ilustración fue una corriente de pensamiento que se extendió desde Francia al resto de Europa y a América durante el siglo XVIII. Su influencia penetró en ámbitos muy variados: política, filosofía, religión, ciencia, economía, etc.
Este movimiento consideraba que la razón era la luz que iluminaría el conocimiento humano para sacar a la humanidad de la ignorancia en la que hasta entonces había vivido. Por ello, el siglo XVIII también se conoce como el Siglo de las Luces.
Principales Características de la Ilustración
- Pensamiento racional: única forma de acceder al conocimiento.
- Consideración de que todas las personas nacen iguales y están dotadas de derechos inherentes a su condición de seres humanos.
- Creencia en el progreso material y moral de las sociedades a partir de los descubrimientos científicos y tecnológicos.
- El conocimiento podía mejorar la vida de las personas y de las sociedades.
- Rechazo a los principios del Antiguo Régimen, por ejemplo, que el poder del rey proviniera de Dios.
La labor de los ilustrados, la difusión de sus ideas y la educación se transmitían en reuniones en cafés o salones.
La Enciclopedia fue la gran obra de la Ilustración, que recogía todo el conocimiento de la época.
Política en la Ilustración
- Despotismo ilustrado: consistía en mantener el Estado absoluto, pero integrando las ideas de progreso defendidas por los ilustrados.
- Liberalismo: defendía la separación de los poderes del Estado y el respeto de los derechos naturales del hombre (la vida, la libertad, la propiedad), la tolerancia religiosa y la igualdad de todas las personas ante la ley.
La Ilustración, con su defensa de los derechos individuales, favorece la aparición de figuras que comienzan a defender los derechos de la mujer.
Sociedad y Economía en la Ilustración
El pensamiento ilustrado dirigió gran parte de sus críticas a cuestionar el modelo social y los aspectos económicos del Antiguo Régimen.
En el aspecto social, se puso de manifiesto que la sociedad estamental estaba en crisis y en proceso de transición hacia un nuevo modelo. Algunos síntomas del cambio fueron que los ilustrados criticaban y denunciaban las enormes desigualdades que había entre los estamentos privilegiados y no privilegiados. Además, la alta burguesía, debido al crecimiento del comercio, adquiere cada vez más poder y empieza a reclamar una serie de derechos, sobre todo en el ámbito político.
En el aspecto económico, surgieron nuevos modelos teóricos como la fisiocracia y el liberalismo económico.
- La fisiocracia: teoría que defendía un sistema económico en el que la principal fuente de riqueza debía residir en la agricultura y no en el comercio. Asimismo, planteaba la existencia de una ley natural que aseguraba el buen funcionamiento del sistema económico sin la intervención del Estado.
- El liberalismo económico: doctrina económica basada en la libertad de la economía y la no intervención del Estado. Según esta teoría, era necesario anular los impuestos y aranceles entre territorios y eliminar los gremios.
El Siglo XVIII en España
El siglo XVIII trajo consigo en España numerosos cambios en la organización política, económica y social con la llegada de los Borbones, con quienes también llegaron las ideas ilustradas.
El Cambio Dinástico
- Muerte de Carlos II sin descendencia.
- Pretendientes: Felipe de Anjou y Carlos de Habsburgo.
- Guerra de Sucesión: guerra internacional y guerra civil.
- Guerra internacional: Francia, Tratado de Utrecht y Austria.
- Guerra civil: Castilla, Decretos de Nueva Planta y Aragón.
El Reformismo Borbónico
La llegada de la dinastía Borbón supone el traspaso a España del modelo de gobierno francés: la monarquía absoluta influida por ideas ilustradas, es decir, el despotismo ilustrado. Carlos III fue el máximo exponente de este modelo. Con su llegada al trono, se llevaron a cabo numerosas reformas políticas, económicas y culturales. A este proceso modernizador se le conoce como reformismo borbónico. Las reformas que se llevaron a cabo influyeron en distintos ámbitos, como el político, el económico y el cultural.