El Régimen de la Restauración en España: Características, Funcionamiento y Oposición
EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA. INTRODUCCIÓN
Contexto
La situación en el interior: tras el golpe de estado del General Pavía, se produce el breve Gobierno Provisional presidido por Serrano, que supone, de hecho, el fin de la I República y la llegada de la Restauración, es decir, el restablecimiento de la monarquía en la persona de Alfonso XII, de la dinastía de los Borbones, hijo de Isabel II.
El proceso de la Restauración
La idea es de Cánovas del Castillo, que prepara el terreno y elabora las bases teóricas, con un programa que redacta en el Manifiesto de Sandhurst, lugar de Inglaterra donde está la academia militar en la que se encuentra Alfonso. Este firma el Manifiesto comprometiéndose a aceptar su programa político. Cánovas pretende que la restauración de la monarquía se haga de forma legal y pacífica, pero el general Martínez Campos da un golpe de estado en Sagunto y finalmente se hará por la fuerza. Serrano dimite y se va al exilio, del que regresará como alfonsino. Alfonso XII llega a España el 15 de enero de 1875.
Apoyan a la restauración:
- La burguesía terrateniente que busca tranquilidad tras la desamortización.
- La burguesía industrial catalana que espera acabar con el librecambismo.
- El comercio cubano que quiere protección estatal.
- Una parte del ejército que busca estabilidad política.
- La iglesia que busca acabar con el anticlericalismo del periodo precedente.
Se oponen a la restauración:
- Los carlistas.
- Los republicanos.
El periodo conocido como Restauración comprende el reinado de Alfonso XII (1875-1885) y la regencia de Mª Cristina (1885-1902). El reinado de Alfonso XIII (1902-1931)
EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE CÁNOVAS: BASES TEÓRICAS DE LA RESTAURACIÓN
Principios recogidos en el Manifiesto de Sandhurst (doc. 2 pág.224), elaborados por Cánovas, político e historiador que proviene de las filas de O’Donnell, autor del Manifiesto de Manzanares. Admirador del sistema parlamentario inglés, de donde toma la idea del turno de partidos e incluso el nombre de éstos: conservador y liberal.
Las bases de su doctrina son: Rey, Cortes, Constitución y turno de partidos; principios básicos en los que apoyan sus ideas:
- Restaurar la Monarquía y lograr la estabilidad política y social.
- Conservar los principios que él considera innatos a la tradición española: monarquía y gobierno compartido Rey-Cortes. Considera estos supuestos inalterables e indiscutibles. Es aquello que pervive cuando no hay constitución (“Constitución interna”).
- Adaptar la política a las circunstancias (“La política es el arte de lo posible”). Pragmatismo y realismo frente a la utopía. Lo que importa es lo que funcione, más que la ideología.
- Quitar protagonismo al ejército declarando el poder civil, legitimado por los votos, por encima del militar (civilismo frente a militarismo). El rey será Jefe Supremo del ejército, con lo que se acabarán los pronunciamientos y mandará a los militares de vuelta a los cuarteles.
- Buscar consenso entre las fuerzas políticas, ceder y llegar a acuerdos. Incluir en el sistema a todas las tendencias monárquicas liberales: moderados, progresistas, unionistas, demócratas… Utilizar la tolerancia y la transigencia. Hacer un pacto entre las fuerzas políticas que quede recogido en una Constitución escrita. Deja fuera a los carlistas y republicanos.
LA CONSTITUCIÓN DE 1876: ANÁLISIS Y VALORACIÓN
Treinta y nueve personalidades propuestas por Cánovas redactan un proyecto que luego será aprobado por unas Cortes elegidas por sufragio universal masculino. Se publica el 30-VI-76 y dura hasta 1931 (II República). Es hasta ahora la más duradera de la historia de España. Es ambigua y ecléctica, “un cheque en blanco que los partidos pueden rellenar a su antojo”. Combina ideas conservadoras de la constitución del 45, con otras más avanzadas de la del 69, en acertado equilibrio, de modo que no habrá que reformarla cuando gobierne uno u otro partido. El problema será hacerla llegar a una población analfabeta y rural, hecho que será aprovechado por algunos políticos en su beneficio.
Se estructura en dos partes:
1) Declaración de derechos individuales
Seguridad personal, inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia. Libertad de residencia, expresión, enseñanza y conciencia. Derechos de reunión y asociación. Se remiten a leyes posteriores, y éstas serán más abiertas o restrictivas según el partido que gobierne y legisle. Son libertades amplias siguiendo el modelo de la Constitución de 1869, pero recortadas en algunos aspectos: así, el artículo 11, declara el Estado confesional, aunque reconoce libertad religiosa individual y en privado. La católica es la única religión que se puede manifestar en público.
2) Definición del sistema político
- Soberanía compartida por el rey y las Cortes: soberanía restringida, al estilo de la idea del viejo partido moderado.
- El Rey sanciona y promulga leyes y disuelve o veta las Cortes. Es el jefe del ejército y designa al jefe de gobierno. También los ministros son nombrados por el rey (poder ejecutivo).
- Cortes bicamerales: Congreso elegido y Senado cuyos miembros son: unos nombrados por el Rey, otros por derecho propio (principales contribuyentes) y otros elegidos en instituciones como Iglesia, Universidad, etc.. Sus poderes son discutir y aprobar leyes, sucesión, regencia y minoría del rey.
- Sufragio: Funcionará “por el método que determine la ley”. Cánovas se opone con energía al sufragio universal, por lo que la ley de 1878 reduce el voto, censitario al 5% de la población. La ley de Sagasta de 1890 reconocerá el voto universal (a varones mayores de 25 años). Respecto al voto femenino hay algunas iniciativas con poco o nulo eco social, la idea irá calando lentamente en la sociedad.
La Constitución de 1876 permitió una estabilidad política antes desconocida. Esto generó un desfase entre la constitución formal y la realidad social de una España mayoritariamente campesina y analfabeta.
FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA
El sistema político oficial: bipartidismo y turnismo.
El sistema político de la Restauración se basaba en la existencia de dos grandes partidos, el conservador y el liberal, que coincidían ideológicamente en lo fundamental: defendían la monarquía, la Constitución de 1876, la propiedad privada y la consolidación del Estado liberal, unitario y centralista. Ambos eran partidos de minorías, de notables de gran influencia política y social.
Los partidos políticos
Hay dos grandes partidos, que se turnarán en el poder al estilo inglés, de donde toman también su nombre, y desde los años 80 serán llamados solamente “Conservador” y “Liberal”. Se les conoce como “partidos dinásticos”.
- Partido liberal conservador (“Conservador”) dirigido por Cánovas del Castillo (1828-1897), que personalmente es de ideología bastante conservadora. Está integrado por clases altas (terratenientes). Heredero del partido moderado, agrupa también a la derecha de la Unión Liberal. Destacan figuras como: Silvela, Dato, Maura, Romero Robledo…Su ideología: sufragio censitario, libertades recortadas y centralismo.
- Partido liberal fusionista (“Liberal”) dirigido por Práxedes Mateo Sagasta (1827-1903). Atrae a la burguesía y a las clases medias urbanas (profesionales liberales). Heredero de los progresistas, procedente del partido Constitucional de la época de Amadeo de Saboya. También cuenta con el ala izquierda de la Unión Liberal y con el apoyo de los demócratas (no todos, por ej. Ruiz Zorrilla prefiere seguir luchando por la vuelta de la República) y de los republicanos “posibilistas”. Sus líderes son: Martínez Campos, Pavía, Canalejas…Sus principios ideológicos son el sufragio universal, más libertades y menos centralismo.
Quedan fuera del sistema, entre otros: por la derecha, carlistas y por la izquierda, republicanos, socialistas y anarquistas. Su marginación creará futuros problemas.
El turno de partidos y el sistema electoral
El sistema político oficial: turnismo.
Procedimiento: Para el ejercicio del gobierno se contemplaba el turno pacífico o alternancia regular en el poder entre las dos grandes opciones dinásticas, cuyo objeto era asegurar la estabilidad institucional mediante la participación en el poder de las dos familias del liberalismo. Cuando el partido en el gobierno sufría un proceso de desgaste político y perdía la confianza de las Cortes, el monarca las disolvía y llamaba al jefe del partido de la oposición a formar gobierno. Entonces, el nuevo jefe de gabinete obtenía también del monarca el decreto de disolución de la Cámara y la convocatoria de elecciones, con el objetivo de construirse una mayoría parlamentaria suficiente para ejercer el poder de manera estable.
La alternancia en el gobierno se llevó a cabo a través de un sistema electoral corrupto y manipulador que no dudaba en comprar votos, falsificar actas y medidas de presión sobre el electorado, valiéndose de la influencia y del poder económico.
El control del proceso electoral se ejercía a partir de varias instituciones: el ministro de la Gobernación, los gobernadores civiles, los alcaldes y los caciques locales. Este ministro era, de hecho, quien elaboraba la lista de los candidatos que deberían ser elegidos (encasillados). Entre ellos había de varios tipos: los nacidos en la zona y los de fuera del distrito.
LOS GOBIERNOS EL DESARROLLO DEL TURNO PACÍFICO DURANTE EL REINADO DE ALFONSO XII (1875-1885).
- De (1875 a 1881) En una primera fase, los conservadores (Cánovas) ocuparon el poder y aprobaron medidas que complementaron el carácter conservador de la Constitución, tales como la restricción de la libertad de prensa (no se podía criticar a la monarquía), la prohibición de la libertad de cátedra en las universidades (expulsión de Castelar) o el establecimiento del sufragio censitario. Además, se puso fin a la Tercera Guerra Carlista, que confluyó con la derrota definitiva del carlismo, y a la guerra de los Diez Años en Cuba con la Paz de Zanjón (1878) cuyas condiciones no se cumplirían. Se hace en este periodo la Constitución de 1876, ya comentada. El sufragio es restringido.
- De (1881 al 1884) gobiernan los liberales con Sagasta que legaliza a los republicanos, instaura la libertad de imprenta y de cátedra, además pusieron en marcha políticas de tipo librecambista, al tiempo que intentaron limitar el independentismo en Cuba mediante concesiones políticas, como la aplicación de la Constitución en la isla.
- En 1884 vuelven los conservadores, pero muere Alfonso XII en 1885, quedando como regente María Cristina, y los conservadores ceden el gobierno a los liberales.
EL DESARROLLO DEL TURNO PACÍFICO DURANTE LA REGENCIA DE MARÍA CRISTINA (1885-1902)
El turno de partidos se pone a prueba con la muerte de Alfonso XII. Cánovas y Sagasta suscriben el Pacto del Pardo (1885), por el que se comprometen a respetar los turnos y a proteger la regencia durante la minoría de edad del futuro Alfonso XIII, María Cristina es una mujer sin conocimientos de política. La regente fue más proclive a los liberales.
- De (1885 al 1890) tuvo lugar el llamado Gobierno Largo de Sagasta, que llevó a cabo una importante obra reformista, recuperando parte de la legislación de Sexenio Revolucionario. La censura previa fue abolida gracias a la Ley del jurado; la Ley de Asociaciones de 1887 legalizó a partidos y sindicatos obreros como el PSOE y la UGT; en 1890 se aprobó el sufragio universal masculino (el cuerpo electoral se amplió de 800.000 a cinco millones de electores), lo que no impidió que se siguieran manipulando las elecciones, además de esta época data el actual Código Civil y de Comercio.
- De (1890 al 1892) Cánovas regresó al poder, destacando su política proteccionista en lo económico, a través de la Ley del Arancel. Entre 1892 y 1897 Cánovas y Sagasta se alternaron en el poder. En agosto de 1897 Cánovas es asesinado por un anarquista y en octubre Sagasta, que contaba ya con 72 años, vuelve al poder. Le tocó a él gestionar la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898. Es entonces cuando en ambos partidos los principales líderes serán sustituidos por una nueva generación: Germán Gamazo y Antonio Maura en los liberales y Francisco Silvela en los conservadores.
- En 1902 empieza el reinado de Alfonso XIII, y cuando en 1903 muere Sagasta, el sistema de la restauración ha entrado definitivamente en crisis y se plantea la necesidad de cambios. Nace así la idea del regeneracionismo.
LA OPOSICIÓN AL SISTEMA
Durante la Restauración, los republicanos, carlistas, socialistas y nacionalistas quedaron relegados a la oposición y nunca consiguieron obtener un número suficiente de diputados para formar gobierno o constituir una minoría parlamentaria influyente.
Los Carlistas
Tras la derrota militar en 1876 se dividen entre quienes entran a colaborar con el sistema a través del partido conservador y quienes mantienen una organización propia que pierde mucha fuerza, su debilidad se vio acentuada cuando surgen los partidos nacionalistas que compiten por una parte de su base social.
El Republicanismo
Tras la frustración de la I República se disuelve en múltiples grupúsculos con dos líneas diferenciadoras:
- Uno la actitud frente al sistema de la restauración. Las posiciones extremas la representaban la absoluta integración en el sistema de los “posibilistas” (Castelar al final de su vida aconsejó a sus seguidores la entrada en el partido liberal) a los fallidos intentos insurreccionales de Ruiz Zorrilla.
- Otro en cuanto a las posiciones ideológicas: Construcción del estado federal (Pi y Margall) o centralista (Salmerón) y la acogida mayor o menor de las reivindicaciones sociales.
En estos años el republicanismo irá perdiendo protagonismo como fuerza de cambio en favor del movimiento obrero organizado y las opciones nacionalistas. Tras periodos de ilegalizaciones y divisiones en 1911 se funda la gran central sindical anarco-sindicalista: la CNT.
El Socialismo
En 1879 un pequeño grupo de trabajadores, tipógrafos en su mayoría, fundan en la ilegalidad el primer partido socialista español, poco a poco irá creciendo y tendrá un salto cualitativo al crearse el sindicato ligado al partido. Sus aspiraciones revolucionarias se veían frecuentemente atemperadas por la aspiración de aprovechar las oportunidades del sistema (Su líder Pablo Iglesias logra acta de Diputado en 1910) y por las reformas parciales que pudieran arrancarse a través de luchas concretas en la fábrica o con movilizaciones más generales.
Nacionalismos y Regionalismos
En el último cuarto del siglo XIX comenzó en España el ascenso de movimientos de carácter regionalista y nacionalista. Grupos de intelectuales, políticos, periodistas y hombres de negocios empezaron a propones en algunas regiones españolas políticas contrarias al uniformismo y al centralismo estatal propios del liberalismo español.
El catalanismo
Su origen remoto está en la Reinaxença (movimiento para recuperar la lengua y cultura catalanas). En 1882, Valentí Almirall (republicano federal) fundó el Centre Catalá para reclamar la autonomía, redactó el “Memorial de Agravios” en 1885. En 1891 un grupo de intelectuales creó la Unió Catalanista, de tendencia conservadora, en las “Bases de Manresa” defendía una España confederal y la soberanía de Cataluña en política interior. En 1901 se creó la Lliga Regionalista, de carácter conservador y regeneracionista, criticaba la corrupción del sistema y perseguía la autonomía para Cataluña. Se convirtió en fuerza hegemónica en la región hasta 1923.
CONCLUSIÓN
La Restauración fue uno de los periodos políticos más largos y estables de la Historia española. Cánovas, además, consiguió integrar en el sistema a los dos grandes partidos y el protagonismo civil. Durante la primera etapa de la Restauración, hasta 1898, el pactismo dominó la escena política española. Eso sí, en ese pactismo solo participaron las clases oligárquicas.