El Siglo de Oro Español: Política, Sociedad y Economía bajo los Austrias
Conquista y Colonización de América
Durante el reinado de los Reyes Católicos se conquistaron y colonizaron las Antillas. Pero fue bajo el mandato de Carlos I cuando tuvo lugar la exploración y la conquista del continente americano. La conquista pasó por varias fases:
- Entre 1519 y 1521, Hernán Cortés conquistó el Imperio Azteca.
- Entre 1531 y 1533, Pizarro y Almagro conquistaron el Imperio Inca.
También hubo exploraciones como la del Amazonas por Orellana, del Misisipi por Hernando de Soto, de Chile por Valdivia, del Pacífico por Núñez de Balboa o del Golfo de México por Cabeza de Vaca. También bajo el gobierno de Carlos V se completó la primera vuelta al mundo (1519-1522) por parte de una expedición dirigida por Magallanes y finalizada por Juan Sebastián Elcano.
Los métodos utilizados en la conquista se basaron en el empleo de la fuerza contra los indígenas. Una vez sometido el territorio, se procedía a su colonización. La colonización y explotación de las nuevas tierras se llevó a cabo mediante el sistema de la encomienda, por la cual se asignaba a un colonizador un determinado número de indígenas a los que debía evangelizar, civilizar y proteger a cambio de que estos trabajasen para él.
Pronto, voces como la de Fray Bartolomé de las Casas o Francisco de Vitoria clamaron por los derechos de la población indígena. Las Leyes Nuevas de 1542-1543 prohibieron las prácticas abusivas contra los indios, pero estas se quedaron más en un plano teórico que práctico.
El Imperio de Carlos V: Conflictos Internos, Comunidades y Germanías
Carlos I de España y V de Alemania regentó el imperio más importante del siglo XVI. De su abuela paterna María heredó Borgoña, Flandes, Luxemburgo y el Franco Condado. En 1516 recibió la herencia de Fernando el Católico y la de Isabel la Católica. En 1519, muerto su abuelo paterno Maximiliano de Austria, se convirtió en emperador de Alemania.
En 1517 Carlos I llegó a España. No hablaba castellano, vino rodeado de consejeros flamencos y convocó Cortes para votar nuevos impuestos que financiaron su nombramiento como emperador de Alemania. Esto no fue bien visto ni por la nobleza ni por el pueblo. En 1519 Carlos I partió para hacerse cargo del imperio. El momento fue aprovechado por una buena parte de las ciudades castellanas que se rebelaron contra la autoridad real, comenzando así la revuelta de las Comunidades. Sus peticiones eran que el rey hablara castellano y residiera en Castilla, que el dinero recaudado no saliera del reino y que los cargos de gobierno fueran ocupados por castellanos.
Tras el incendio de Medina del Campo por las tropas reales, la insurrección se generalizó. Los comuneros crearon la Santa Junta en Tordesillas, gobierno rebelde que intentó sin éxito convencer a Doña Juana de que se pusiera al frente de la rebelión y apoyara a las Comunidades. La nobleza, que en un principio se mantuvo al margen, comenzó a acercarse al rey cuando surgieron las primeras revueltas antiseñoriales. Tras la derrota sufrida en Villalar (1521) y la ejecución de los principales dirigentes, Padilla, Bravo y Maldonado, se acabó con la revuelta y se terminó reforzando la autoridad real en Castilla.
Por las mismas fechas, se produjo en Valencia y Mallorca el movimiento de las Germanías. Esta fue una rebelión de las clases populares contra la oligarquía urbana motivada por la crisis económica y las epidemias que asolaron la zona. Carlos I ordenó al virrey que reprimiera el conflicto, que finalizó en 1522.
La Monarquía Hispánica de Felipe II y la Unidad Ibérica
Felipe II (1556-1598) heredó de su padre Carlos V un vasto conglomerado de territorios, a excepción de la herencia austriaca, incluida la opción del imperio alemán, que fue cedida por el emperador a su hermano Fernando. Con Felipe II, el imperio se volvió más netamente español y concretamente castellano, ya que estableció la capital en Madrid en 1561 y dirigió desde allí sus territorios.
Con respecto a los conflictos exteriores, la rivalidad con Francia se cerró momentáneamente tras la victoria en la batalla de San Quintín y la firma de la Paz de Cateau-Cambrésis (1559). Con los turcos obtuvo la importante victoria de Lepanto (1571). También tuvo que luchar contra el protestantismo tras el levantamiento de los Países Bajos (1566), que no terminaría hasta 1648. Con Inglaterra fracasó en el envío de la Armada Invencible en 1588. El mayor éxito en política exterior de Felipe II fue la anexión de Portugal y sus territorios en 1580. La muerte del rey luso Sebastián I en Alcazarquivir (Marruecos) hizo que Felipe II hiciera valer sus derechos al trono portugués. Las tropas castellanas lograron una rápida victoria y en 1581 las Cortes de Tomar reconocían a Felipe II como rey de Portugal.
A nivel interno, los principales problemas fueron la sublevación de los moriscos de las Alpujarras de Granada en 1568, y la cuestión foral aragonesa motivada por la marcha de Antonio Pérez, secretario del rey, que huyó de la justicia amparándose en los fueros de Aragón, a lo que el soberano respondió invadiendo con sus tropas Zaragoza y dando muerte al Justicia Mayor.
El Modelo Político de los Austrias: La Unión de Reinos
Para gobernar sus territorios, los Austrias continuaron con el sistema de consejos diseñado por los Reyes Católicos, que poco a poco se fue haciendo más complejo conforme las necesidades de la Monarquía y los territorios se fueron incrementando. Integrados por nobles, clérigos y letrados, los consejos tenían un carácter consultivo y podían dividirse en dos grupos:
- Temáticos: asesoraban sobre temas generales (Estado, Guerra, Cruzada, Inquisición, Órdenes Militares y Hacienda).
- Territoriales: encargados de algunos de los dominios de la Corona (Castilla, Indias, Aragón, Italia, Flandes y Portugal).
Los reyes escuchaban a los consejos, pero tomaban ellos las decisiones. Los secretarios reales servían de intermediarios entre los consejos y el soberano. El aparato estatal se completaba con las Audiencias y Chancillerías, órganos supremos de la Administración de Justicia. Ante la imposibilidad de que el monarca estuviera presente en todos sus territorios, se utilizó la figura del virrey (Aragón, Cataluña, Valencia, Nápoles, Sicilia y América) y los gobernadores (Flandes y Milán). La Corte se fijó en Madrid definitivamente en 1561. En la administración territorial, siguió vigente la figura del corregidor. En el campo de la política exterior, se mantuvieron representaciones diplomáticas en las principales capitales europeas (Roma, París, Londres y Viena) y un ejército permanente que permitió mantener la hegemonía en Europa durante casi siglo y medio.
Economía y Sociedad de la España del Siglo XVI
La monarquía española se convirtió en el siglo XVI en una gran potencia económica. La explotación de las minas de oro y, sobre todo, de las de plata de Potosí y Zacatecas, así como el monopolio comercial con las Indias ejercido a través de la Casa de Contratación de Sevilla, fueron claves. La fase expansionista fue también motivada por el incremento de la población y, con ello, de la demanda, y el aumento de la circulación monetaria, desencadenándose el fenómeno conocido como revolución de los precios. Sin embargo, la coyuntura alcista no fue aprovechada por la monarquía española. El estado permanente de guerra incrementó los gastos y se hizo necesario recurrir a prestamistas extranjeros que adelantaban dinero efectivo hasta que llegaban los metales preciosos de las Indias. La mentalidad conservadora española hizo que se rechazaran las actividades comerciales, de tal forma que el que tenía dinero invertía en tierras. Por último, hay que señalar que resultaba más cómodo comprar los productos de fuera que invertir en la industria nacional, con lo que los grandes beneficiarios serían Inglaterra, Francia y los Países Bajos, que producían más y a mejor precio.
La estructura social del siglo XVI fue la típicamente estamental, a la que se pertenecía por nacimiento. Los estamentos privilegiados conservaron sus exenciones fiscales y sus ventajas legales, mientras que el tercer estado permaneció en la misma situación de desigualdad jurídica. La única novedad fue la aparición de los Grandes de España, una nobleza de élite creada por Carlos V. Su número fue en aumento. Otro de los aspectos a destacar fue la generalización de la limpieza de sangre. Se estableció una mentalidad en la que ser cristiano viejo se convirtió en una obsesión, con la consiguiente huida de actividades propias de judíos, como el comercio y las finanzas.
La Inquisición
La Inquisición o Tribunal del Santo Oficio fue creado por los Reyes Católicos en 1478 con autorización del Papa Sixto IV. Su objetivo era velar por la ortodoxia de la fe y perseguir a los falsos conversos y cualquier tipo de desviación religiosa o moral (protestantismo, brujería, homosexualidad, blasfemia, bigamia…). Su forma de actuar se basaba en las denuncias anónimas, la tortura, la confiscación de bienes, el presidio o la muerte en la hoguera, según el delito cometido, y la humillación social para la víctima y su descendencia. Permaneció en vigencia hasta el siglo XIX.