1. El Reinado de Alfonso XIII (1902-1923) y el Regeneracionismo

1.1. Intentos de Modernización

El reinado de Alfonso XIII, iniciado en 1902 con su ascenso al trono a los 16 años y finalizado en 1923 con la dictadura de Primo de Rivera, se caracterizó por una profunda crisis política. Diversos factores explican esta situación:

  • Intervencionismo político de Alfonso XIII: El rey no respetó su papel de árbitro y apoyó a los sectores más conservadores del ejército, culminando con el apoyo a la Dictadura de Primo de Rivera, lo que desprestigió a la monarquía.
  • División de los partidos del turno: La desaparición de los líderes históricos provocó la división de los partidos.
  • Debilitamiento del caciquismo: El sistema caciquil comenzó a perder fuerza.

Desde 1917 se sucedieron gobiernos de coalición inestables. Ni liberales ni conservadores lograron mayorías suficientes.

En este contexto, España se enfrentó a graves problemas sociales:

  • Agudización de las luchas sociales: El descontento social aumentó.
  • La cuestión religiosa: Crecieron las protestas contra el poder de la Iglesia, especialmente en la enseñanza. El anticlericalismo se extendió.
  • La cuestión militar: El ejército, humillado tras el Desastre del 98, recibió críticas de republicanos, socialistas y nacionalistas.
  • Consolidación del movimiento nacionalista: El nacionalismo se fortaleció en Cataluña y el País Vasco.

1.2. El Regeneracionismo

En 1905, la victoria de la Lliga Regionalista en Cataluña alarmó al ejército. Tras el incidente de las imprentas, en 1906 se aprobó la Ley de Jurisdicciones, que militarizaba las críticas al Ejército.

En 1907, Solidaritat Catalana obtuvo una victoria electoral en Cataluña. Antonio Maura, líder conservador, inició un programa reformista, modificando la ley electoral y creando el Instituto Nacional de Previsión. Intentó, sin éxito, aprobar una tímida autonomía para Cataluña. Su proyecto fracasó en 1909.

2. La Crisis del Parlamentarismo y la Neutralidad en la Primera Guerra Mundial

2.1. Crisis del Sistema de la Restauración

2.1.1. La Semana Trágica de Barcelona (1909)

Barcelona, con un auge de las movilizaciones obreras, vio nacer Solidaridad Obrera en 1907. Alejandro Lerroux y su Partido Republicano Radical, con un programa demagógico y anticlerical, también se desarrollaron en la ciudad.

La Ley de Jurisdicciones, la política autoritaria de Maura y la guerra de Marruecos llevaron al estallido de la Semana Trágica.

El Desastre del Barranco del Lobo en Marruecos provocó protestas en Barcelona y Madrid. El 26 de julio de 1909 estalló la huelga general en Barcelona. Tras tres días de protestas y enfrentamientos, la represión fue muy dura, culminando con la ejecución de Francisco Ferrer y Guardia.

La Semana Trágica acabó con el programa reformista de Maura. Pablo Iglesias fue elegido diputado en 1910. El liberal José Canalejas intentó una regeneración del sistema, con medidas como el servicio militar obligatorio y la “ley del candado“. Su asesinato en 1912 agravó la crisis de los partidos del turno.

La Primera Guerra Mundial, en la que España se declaró neutral, trajo prosperidad económica al país.

2.1.2. La Crisis de 1917

El mal reparto de la riqueza y la inflación llevaron a la crisis de 1917, con tres aspectos:

  1. Crisis militar: El descontento entre los oficiales llevó a la creación de las Juntas de Defensa.
  2. Crisis parlamentaria: Diputados y senadores de diferentes partidos formaron la Asamblea Nacional de Parlamentarios.
  3. Crisis social: La huelga general de agosto de 1917 tuvo un amplio seguimiento.

La huelga general unió al ejército y al gobierno en la represión. La dimisión de Eduardo Dato y la formación de un gobierno de coalición desactivaron la Asamblea de Parlamentarios.

2.1.3. La Crisis Social y la Lucha de Clases en Barcelona

El fin de la Primera Guerra Mundial trajo una profunda crisis económica y social, con gran conflictividad en Barcelona (1919-1921). La dura represión del gobierno de Maura y la creación del Sindicato Libre por la patronal catalana agravaron el conflicto. La “Ley de Fugas” exacerbó la violencia. El asesinato de Eduardo Dato en 1921 y de Salvador Seguí en 1923 fueron la respuesta anarquista.

3. La Guerra de Marruecos

Tras el Desastre del 98, la Conferencia de Algeciras (1906) repartió Marruecos entre Francia y España. Las cábilas del Rif, lideradas por Abd-el-Krim, resistieron. El Desastre del Barranco del Lobo fue un ejemplo de la ineficacia del ejército español.

Tras la Primera Guerra Mundial, se reiniciaron las operaciones en Marruecos. El Desastre de Annual (1921), liderado por el general Fernández Silvestre, costó miles de vidas. El Expediente Picasso evidenció la corrupción e ineficacia del ejército. Antes de que se depuraran responsabilidades, Miguel Primo de Rivera dio un golpe de estado en 1923.

4. La Dictadura de Primo de Rivera y la Caída de la Monarquía

4.1. Las Causas del Golpe de Estado

El descontento del ejército tras Annual, el auge de los nacionalismos, el ascenso de republicanos y del movimiento obrero, y el triunfo del fascismo en Italia, facilitaron el golpe de estado.

4.2. El Golpe de 1923

Primo de Rivera se sublevó el 13 de septiembre de 1923, con el apoyo de Alfonso XIII. Se declaró el estado de guerra y se disolvieron las Cortes.

4.3. Directorio Militar (1923-1925)

Primo de Rivera se constituyó en ministro único, asesorado por un Directorio Militar. Se prohibió la bandera y el himno catalán, se aplicó mano dura en el orden público y se creó la Unión Patriótica, siguiendo el modelo fascista. El Desembarco de Alhucemas (1925) puso fin a la guerra de Marruecos, aumentando la popularidad del dictador.

4.4. Directorio Civil (1925-1930)

En 1925, un gobierno civil sustituyó al Directorio Militar. La Asamblea Nacional Consultiva fracasó en su intento de redactar una nueva constitución. La Organización Corporativa del Trabajo, inspirada en el fascismo italiano, también fracasó.

4.5. La Oposición a la Dictadura y la Caída de Primo de Rivera

La oposición a la dictadura creció, incluyendo liberales, conservadores, republicanos, socialistas, anarquistas, intelectuales y estudiantes. El descontento en el ejército y la crisis económica tras el crack del 29 llevaron a la dimisión de Primo de Rivera en 1930.

4.6. De la Monarquía a la República

Tras la dimisión de Primo de Rivera, el general Berenguer inició la “Dictablanda“, intentando volver a la situación anterior a 1923. El Pacto de San Sebastián (1930) unió a la oposición republicana y socialista. El fracaso de la sublevación de Jaca en diciembre de 1930 aumentó el descontento antimonárquico. Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 se convirtieron en un plebiscito sobre la monarquía. El triunfo de las candidaturas republicanas precipitó la abdicación de Alfonso XIII y la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931.

5. El Sistema Canovista y la Restauración

Antonio Cánovas del Castillo, artífice de la Restauración borbónica, diseñó un sistema bipartidista basado en el turno pacífico del Partido Conservador (Cánovas) y el Partido Liberal (Práxedes Mateo Sagasta). La Constitución de 1876 estableció la soberanía compartida entre Rey y Cortes, un sistema bicameral y el fortalecimiento del poder de la Corona.

El sistema de turno, basado en el caciquismo y el fraude electoral, mantuvo apartados del poder a la izquierda, el movimiento obrero y los nacionalismos.

6. La Oposición al Sistema de la Restauración

Tras la muerte de Alfonso XII en 1885, la Regencia de María Cristina mantuvo el sistema de turno. La oposición al régimen incluía a carlistas, republicanos y el movimiento obrero (anarquistas y socialistas). Intelectuales como Joaquín Costa criticaron el sistema caciquil.

7. El Imperio Colonial y la Guerra con Estados Unidos

Tras la independencia de la mayor parte del imperio español, solo Cuba, Puerto Rico y Filipinas permanecieron bajo dominio español. La Guerra Larga (1868-1878) en Cuba fue un primer aviso de las aspiraciones independentistas. En 1895 estallaron nuevas insurrecciones en Cuba y Filipinas, con el apoyo de Estados Unidos. La explosión del Maine en La Habana llevó a la guerra entre España y Estados Unidos. España perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898, lo que se conoció como el Desastre del 98.

8. El 98 y sus Repercusiones

El Desastre del 98 tuvo un impacto profundo en la conciencia nacional española. Intelectuales como Francisco Silvela y Joaquín Costa, junto con la Generación del 98 (Unamuno, Baroja, Maeztu), reflexionaron sobre la crisis nacional. Surgieron propuestas de reforma y modernización, como el Regeneracionismo, y se fortaleció el nacionalismo periférico.