España en el Siglo XVI y XVIII: Carlos I, Felipe II, Guerra de Sucesión y Reformas Borbónicas
España en los Siglos XVI y XVIII: Carlos I, Felipe II, Guerra de Sucesión y Reformas Borbónicas
TEMA 1
Carlos I (Carlos V en el Sacro Imperio) (1517-1556)
Carlos I (1517-1556), también conocido como Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico, fue un monarca clave en la historia de España y Europa. Su reinado se caracterizó por la unificación de los reinos bajo una sola corona, que abarcaba Castilla, Aragón, territorios de ultramar y los dominios de los Habsburgo y Borgoña.
Política Interior:
- Rebeliones: Durante su gobierno, enfrentó importantes revueltas internas, como las Comunidades de Castilla y las Germanías, que reflejaron el descontento social y la oposición a la centralización del poder.
- Gobierno: Fortaleció las instituciones del reino, como los Consejos, y mantuvo la Inquisición como herramienta para asegurar la unidad religiosa.
Política Exterior:
- Guerras con Francia: Luchó en tres guerras importantes contra Francia, logrando victorias que consolidaron el poder español en Italia y Borgoña.
- Conflictos en Alemania: Se enfrentó a la Reforma protestante en Alemania, defendiendo la unidad católica y participando en la Guerra de Esmalcalda.
- Guerra con el Imperio Otomano: Participó en conflictos con el Imperio Otomano, con una mezcla de victorias y derrotas que afectaron el control europeo en el Mediterráneo.
- Expansión en América: Bajo su mandato, se llevó a cabo la conquista de los imperios azteca e inca, así como la primera vuelta al mundo liderada por Magallanes.
Felipe II (1556-1598)
Felipe II (1556-1598) fue un monarca fundamental en la historia de España, asumiendo el trono tras la abdicación de su padre, Carlos I. Durante su reinado, centralizó el gobierno en Madrid, lo que ayudó a convertir a España en la principal potencia europea de su tiempo.
Política Interior:
- Guerra de las Alpujarras (1568-1571): Esta revuelta morisca en Granada fue reprimida por Juan de Austria, medio hermano de Felipe II. La guerra resultó en una dura represión que consolidó el control español sobre la región.
- Revuelta de Aragón y Caso Antonio Pérez: La resistencia aragonesa a las políticas centralizadoras del rey culminó en un conflicto que involucró a Antonio Pérez, secretario del rey, quien huyó tras ser acusado de corrupción y asesinato. Esto puso de manifiesto las tensiones entre la monarquía y los fueros locales.
- Problema del Príncipe Carlos: La inestabilidad mental del heredero al trono generó preocupación y contribuyó a la “leyenda negra” de Felipe II, quien fue visto como incapaz de manejar su propia familia.
- Reformas Administrativas: Felipe II llevó a cabo reformas para centralizar el gobierno y mejorar la administración del imperio. Sin embargo, estos cambios también llevaron a problemas financieros recurrentes debido a los altos costos militares.
Política Exterior:
- Guerras con Francia: Felipe II tuvo una relación conflictiva con Francia, participando en varias guerras que no lograron establecer una paz duradera. Esta rivalidad fue constante a lo largo de su reinado.
- Lucha contra el Imperio Otomano: Su reinado estuvo marcado por enfrentamientos con el Imperio Otomano. La victoria en la Batalla de Lepanto (1571) fue un hito importante que detuvo la expansión otomana en el Mediterráneo.
- Conflictos en los Países Bajos: La represión del duque de Alba contra los rebeldes protestantes llevó a una larga guerra que culminó en la independencia de las Provincias Unidas (actualmente los Países Bajos), debilitando el control español sobre esta región.
- Fracasos en Inglaterra: Su intento de invadir Inglaterra con la Armada Invencible en 1588 resultó ser un desastroso fracaso. Esta derrota no solo afectó su prestigio personal, sino que también debilitó la posición española en Europa.
TEMA 2
Guerra de Sucesión Española y Tratado de Utrecht
La Guerra de Sucesión Española (1700-1713) comenzó con la muerte de Carlos II de Habsburgo sin herederos. El Duque de Anjou (Felipe V) fue coronado rey de España, lo que preocupó a las potencias europeas, que apoyaron al archiduque Carlos de Austria. La guerra terminó con la muerte del emperador de Austria. Los Tratados de Utrecht (1713-1714) reconocieron a Felipe V como rey de España, pero éste renunció a sus derechos al trono francés y cedió territorios. En 1714, Felipe V consolidó la dinastía Borbónica, instaurando un gobierno absolutista, centralista y reformista.
La Monarquía Absoluta de los Borbones: El Reino de España y los Decretos de Nueva Planta
La monarquía absolutista borbónica en España (1700-1746) se caracterizó por la centralización del poder en el rey, quien impuso los Decretos de Nueva Planta (1707-1716), uniformando el reino y aboliendo fueros regionales (excepto País Vasco y Navarra). Se crearon Cortes únicas sin poder legislativo, un gobierno central con secretarías especializadas, provincias gobernadas por Capitanes Generales, intendentes para la administración y corregidores en las ciudades.
La Política de Desarrollo de Fernando VI: El Catastro de Ensenada
Durante el reinado de los Borbones, se reformó el sistema fiscal para aumentar los ingresos, incluyendo a los privilegiados. Fernando VI intentó aplicar esta reforma en Castilla con el Catastro de Ensenada, pero la nobleza se opuso, impidiendo su implementación. En el ámbito internacional, España adoptó un papel secundario, firmando los Pactos de Familia con Francia e intentando recuperar influencia en Italia, aunque Gibraltar permaneció bajo control inglés.
La Ilustración y el Despotismo Ilustrado
El siglo XVIII, conocido como el Siglo de las Luces, vio la difusión de la Ilustración, una corriente filosófica que criticaba el Antiguo Régimen, promoviendo la razón y el pensamiento lógico para el progreso social. Los ilustrados buscaban mejorar las condiciones de vida de la población, incluyendo derechos fundamentales como la libertad e igualdad, a través de la educación y la ciencia. Algunos monarcas europeos adoptaron estas ideas (Despotismo Ilustrado), manteniendo su poder absoluto pero implementando reformas.
Reformas Políticas y Económicas Ilustradas de Carlos III
Las reformas ilustradas de Carlos III en España abarcaron diversos ámbitos:
Sociales:
Promovió títulos nobiliarios por mérito, fomentó la participación de la nobleza en la economía y enfatizó la importancia del trabajo.
Educativas:
Reformó los estudios universitarios, introduciendo ciencias y prácticas, e implementó la educación primaria obligatoria.
Urbanas:
Se llevaron a cabo proyectos de saneamiento y embellecimiento urbano en varias ciudades, lo que causó el Motín de Esquilache.
Económicas:
Se fundaron nuevas poblaciones, se construyeron canales de riego, y se intentó liberalizar el comercio de cereales (sin éxito). Se impulsaron manufacturas privadas, mejorando la industria y el comercio, aunque el interno no creció significativamente. Se modernizó el sistema financiero con la creación del Banco de San Carlos.
Conflictos:
El Motín de Esquilache y otros conflictos sociales reflejaron la resistencia a las reformas. A pesar de ello, Carlos III continuó con su agenda modernizadora.