La Consolidación del Franquismo y las Transformaciones Económicas (1950-1975)

La Consolidación del Régimen (1950-1969)

A mediados de los años 50, la dictadura franquista se encontraba consolidada, favorecida por el reconocimiento internacional y una institucionalización autoritaria. Hitos clave de este proceso fueron:

  • Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): Definió a España como un estado autoritario y católico.
  • Ley Orgánica del Estado (1967): Consolidó el marco legal del régimen.
  • Designación de Juan Carlos como sucesor (1969): Aseguró la continuidad del régimen a través de una monarquía autoritaria.

La oposición al régimen se manifestaba principalmente a través de:

  • Movimiento obrero: Huelgas como la de tranvías en el País Vasco, Asturias y Cataluña.
  • Movimiento estudiantil: Sucesos de 1956, con enfrentamientos entre estudiantes antifranquistas y falangistas.

La Autarquía y sus Consecuencias (1939-1959)

La política económica inicial del franquismo se basó en la autarquía, un modelo de autosuficiencia que incluía:

  • Industria nacional protegida.
  • Licencias para importar productos esenciales.
  • Creación del Instituto Nacional de Industria (INI) y monopolios estatales.
  • Intervención estatal en la economía y regulación de precios.
  • Cartillas de racionamiento (hasta 1952).

Este período se caracterizó por una grave penuria económica, especialmente en los años 40 (“la noche de la industrialización española”), con un país atrasado, corrupción y un activo mercado negro.

El Desarrollismo (1959-1975)

A partir de los años 50, se produjo una apertura económica, impulsada por:

  • Acuerdos con Estados Unidos (1953).
  • Incorporación de ministros del Opus Dei al gobierno (1957).
  • Plan de Estabilización (1959): Liberalización económica, devaluación de la peseta y una mayor (aunque limitada) intervención estatal.

Entre 1960 y 1975, España experimentó un notable crecimiento económico, conocido como el “milagro económico español”, gracias a:

  • Inversiones extranjeras.
  • Remesas de emigrantes españoles en Europa.
  • Ingresos del turismo.
  • Planes de Desarrollo impulsados por López Rodó, con la creación de “polos de desarrollo” para industrializar regiones atrasadas.
  • Desarrollo de infraestructuras.

Sin embargo, este crecimiento presentaba vulnerabilidades, como desequilibrios regionales y una fuerte dependencia energética. La crisis del petróleo de 1973 marcó el fin de esta etapa de expansión.

La Gran Transformación Social

El desarrollismo trajo consigo profundos cambios sociales:

  • Incremento demográfico de 5 millones de personas (Baby Boom).
  • Éxodo rural masivo (3 millones de personas) del campo a la ciudad.
  • Disminución de la población agraria y crecimiento de la clase media.
  • Nuevos referentes culturales y una sociedad de consumo emergente.
  • Mayor acceso de la mujer al trabajo y a la universidad.
  • Reducción del analfabetismo y expansión de la educación (bachillerato y universidad).
  • Acercamiento a los modelos sociales y culturales europeos.

La Guerra Civil Española: Consecuencias y Dimensión Internacional (1936-1939)

La Dimensión Internacional

La Guerra Civil Española se desarrolló en un contexto europeo marcado por la ofensiva nazi-fascista. La política de “no intervención” adoptada por las potencias democráticas, motivada por el anticomunismo y el deseo de no provocar a Hitler, perjudicó al bando republicano. El apoyo internacional se distribuyó de la siguiente manera:

  • Alemania e Italia: Suministraron ayuda de forma fluida a los sublevados (Legión Cóndor).
  • URSS: Apoyo material y militar irregular a la República, crucial para la defensa de Madrid.
  • Brigadas Internacionales: Voluntarios extranjeros que lucharon en el bando republicano.
  • Portugal y el Vaticano: Apoyaron a Franco.

Consecuencias de la Guerra

  • Políticas: Represión franquista hasta el fin de la dictadura (1975) y aislamiento internacional hasta 1953.
  • Materiales: Destrucción de infraestructuras, disminución de la producción agrícola e industrial, y endeudamiento.
  • Personales: Más de 300.000 muertos, fusilamientos tras la guerra y 500.000 exiliados, incluyendo a numerosos intelectuales.

El Reinado de Alfonso XIII y la Crisis de la Restauración (1902-1923)

El reinado de Alfonso XIII se caracterizó por la crisis del sistema de la Restauración. España necesitaba modernizar su industria y su sistema político. Los intentos de regeneración fracasaron:

  • Partido Conservador (Antonio Maura): Intentó una “revolución desde arriba”, reformando la ley electoral para combatir el caciquismo, pero enfrentó la oposición republicana.
  • Partido Liberal (Canalejas): Impulsó un programa de reformas sociales y limitó los privilegios de la Iglesia, pero fue asesinado en 1912.

La crisis del sistema se agravó con la intervención de los militares en la política:

  • Asalto al Cu-Cut! (1905): Militares asaltaron la redacción de esta revista satírica catalanista.
  • Ley de Jurisdicciones: Los delitos de opinión contra la patria o el ejército serían juzgados por tribunales militares, limitando la libertad de expresión.
  • Juntas de Defensa (1916): Organizaciones militares que presionaban al gobierno.

La Semana Trágica de Barcelona (1909) fue una huelga general contra el envío de tropas a Marruecos, que derivó en una insurrección con quema de iglesias y conventos. La dura represión, incluyendo la ejecución de Francisco Ferrer Guardia, provocó la caída del gobierno conservador y la ruptura del turno de partidos.

En 1917, la Asamblea de Parlamentarios catalanes, liderada por la Lliga Regionalista, exigió la convocatoria de Cortes Constituyentes y una reforma de la Constitución que limitara los poderes del rey y reconociera la autonomía.

El Impacto de la Primera Guerra Mundial, la Crisis de 1917 y la Guerra de Marruecos

Impacto de la Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial provocó en España una subida de precios y un descenso de los salarios. La UGT y la CNT convocaron una huelga general en diciembre de 1916, que evolucionó hacia una huelga general indefinida en agosto de 1917, influenciada por la Revolución Rusa. Los huelguistas exigían la formación de un gobierno provisional y la convocatoria de Cortes Constituyentes. El fracaso de la huelga radicalizó el movimiento obrero.

El Trienio Bolchevique (1918-1920)

Este período se caracterizó por huelgas, manifestaciones y motines en demanda de derechos sociales. La huelga de “La Canadiense” en Barcelona (1919) llevó a una radicalización, con acciones armadas de pistoleros patronales y anarquistas. El general Martínez Anido aplicó la “Ley de Fugas” para reprimir el movimiento obrero.

La Guerra de Marruecos

La Guerra de Marruecos contribuyó al fin del sistema de la Restauración. La Conferencia de Algeciras (1906) había otorgado a España un protectorado sobre el norte de Marruecos.

La Proclamación de la Segunda República, la Constitución de 1931 y el Bienio Reformista

Las elecciones municipales de 1931, interpretadas como un plebiscito sobre la monarquía, dieron el triunfo a los candidatos republicanos y socialistas. Alfonso XIII abandonó el país y Niceto Alcalá Zamora proclamó la Segunda República. El gobierno provisional emprendió reformas urgentes:

  • Ayudas a jornaleros.
  • Reforma del ejército (oficiales monárquicos pasaron a la reserva).
  • Gobierno autónomo de Cataluña (Estatuto de Autonomía).
  • Separación Iglesia-Estado, provocando un anticlericalismo violento.

Las elecciones a Cortes Constituyentes dieron una mayoría absoluta a la izquierda (279 escaños), con una importante expansión del PSOE. Se elaboró la Constitución de 1931, de orientación izquierdista y con un consenso democrático limitado. Manuel Azaña se convirtió en presidente del gobierno, dando inicio al Bienio Reformista (1931-1933).