Evolución de la industria española y política energética
Los problemas y la política energética:
Los problemas energéticos de España son tres: una elevada dependencia externa, debido a la necesidad de importar casi el 80% de la energía primaria, debido al gasto energético y un fuerte impacto medioambiental. La política energética actual la realiza el estado y está marcada por las directrices de la UE. Sus objetivos son conseguir una energía segura, competitiva y sostenible. La UE se ha propuesto conseguir un ahorro del 20% de la energía consumida en la UE en 2020. Para ello, se implantan nuevas tecnologías en las empresas y se concretan medidas de ahorro energético como el transporte, la agricultura, los hogares, los servicios públicos y la industria. También se contemplan el cierre de las más contaminantes (23 entre 2008 y 2015), el almacenamiento subterráneo del CO2, la investigación para el desarrollo de tecnologías limpias, y el incremento de las medidas de seguridad. Además, el nuevo plan de energías renovables 2005-2010 se propuso que estas energías aportasen el 12,5% del consumo de energía primaria en 2010. Por desgracia, no se ha logrado.
La industria española entre 1885: evolución historia:
1885-1900: El inicio de la industrialización española fue más tardío. Las causas: España contaba con malas dotaciones en algunas materias primas y productos energéticos básicos. La inversión industrial fue insuficiente. El atraso tecnológico y las nuevas máquinas debían importarse. La situación exterior e interior fue desfavorable debido a la guerra de la independencia.
El crecimiento del primer tercio del siglo 20: En el primer tercio del s.20, creció la minería nacional, pues el encarecimiento de la hulla importada durante la 1g.m. llevó a sustituirla por carbón nacional. Aumentó la inversión industrial con los beneficios obtenidos de las exportaciones a Europa durante la 1.gm. Se incrementó la demanda de productos industriales, debido al impulso de las obras públicas durante la dictadura de Primo de Rivera (23.-30). La política proteccionista eliminó la competencia exterior.
El estancamiento durante la guerra y la posguerra: El crecimiento industrial se interrumpió durante la guerra civil 36-39, debido a la destrucción de industrias, y durante la posguerra (39-59), debido a la adopción de la política autárquica, basada en la autosuficiencia.
El desarrollismo industrial español (1969-1975): En 1959 se abandonó definitivamente la autarquía y la industria pudo importar las materias primas, maquinaria y capitales necesarios. Causas: aumentó la inversión en la industria, pues la expansión de la economía mundial atrajo a empresas multinacionales. Creció la demanda de productos industriales, al elevarse el nivel de vida de la población (primeros vehículos populares). La política estatal impulsó la industria a través de los planes de desarrollo iniciados con el Plan General de Desarrollo de 1959.
Las áreas industriales:
Las primeras áreas industriales: (hasta 1900) destacan Asturias, Cantabria y el País Vasco como áreas de base extractiva. Y de base portuaria Barcelona, Valencia y Madrid. En el resto del territorio se crearon focos industriales dispersos y tradicionales, sobre todo de origen agrario (harina, azúcar). Las áreas industriales entre 1900 y 1975: las regiones industriales existentes afianzaron su hegemonía, las regiones de la franja británica (País Vasco, Cantabria y Asturias) mostraron una acusada especialización (siderometalúrgica). Madrid consolidó su papel con mayor implantación de industrias modernas. Las periferias de las grandes aglomeraciones urbano-industriales recibieron industrias, que buscaban suelo barato. Se localizaron en polígonos industriales. Se crearon ejes industriales nacionales (ejes del Ebro y del Mediterráneo) y ejes industriales regionales (litoral gallego y el de Andalucía occidental).
La crisis del petróleo 1973-1985:
Las causas de la crisis: el encarecimiento de la energía, debido a la gran subida de los precios del petróleo en 1973 en el conflicto árabe-israelí. La tercera revolución industrial generó innovaciones tecnológicas (microelectrónica, informática) (robótica, aeronáutica) que dejaron anticuado al sistema industrial, la globalización de la economía favoreció una división internacional del trabajo en la que cada territorio se especializó en los sectores industriales. Así, los llamados nuevos países industrializados (NPI), casi todos asiáticos, se especializaron en industrias tradicionales y en sectores de montaje, en los que son muy competitivos por el bajo de su mano de obra, una insuficiente modernización tecnológica, y una elevada dependencia externa. La muerte de Franco y la transición a la democracia centró la atención en las cuestiones políticas y retrasó las medidas para hacer frente a la crisis.
La reconstrucción industrial: La reconversión industrial era actuar en un breve periodo de tiempo sobre los sectores industriales en crisis, para lograr su viabilidad y competitividad. Se llevaron a cabo cierres de empresas, regulaciones de plantilla y procesos de modernización. Los subsectores seleccionados para la reconversión fueron: siderometalúrgico, construcción naval, componentes electrónicos, textil, calzado y doméstico.
La reindustrialización: La creación en 1983 de zonas de urgente Reindustrialización (ZUR). Recibían incentivos fiscales y financieros, así como subvenciones por incorporar a parados procedentes de la reconversión. Las áreas en las que se crearon ZUR fueron: Ferrol-Vigo, Asturias, Ría del Nervión, Barcelona, Madrid y la Bahía de Cádiz.