Prehistoria y Antigüedad

El Paleolítico y el Neolítico

El Paleolítico comenzó hace unos 5 millones de años y terminó alrededor del 10.000 a.C. En este período tuvo lugar la evolución humana, con especies como Homo antecessor, Homo heidelbergensis, Homo neanderthalensis y Homo sapiens. Eran nómadas, cazadores y recolectores, utilizaban herramientas de piedra y hueso, creían en fuerzas naturales y practicaban rituales funerarios. En la Península destacan los yacimientos de Orce y Atapuerca.

El Neolítico (10.000-4.500 a.C.) trajo la agricultura, ganadería y sedentarismo, con sociedades más jerarquizadas y mayor división del trabajo. Aumentó la población y se perfeccionaron herramientas como la piedra pulimentada. En España destaca la Cueva de l’Or.

En el arte rupestre, el Paleolítico Superior dejó pinturas naturalistas en cuevas profundas, como Altamira y Tito Bustillo, mientras que en el Neolítico predominaban escenas esquemáticas en abrigos rocosos, como en Cogull y La Valtorta.

Pueblos Prerromanos y Colonizaciones

Entre los siglos XII y VI a. C., los íberos y celtas poblaron la Península Ibérica.

  • Los íberos, en el este y sur, eran agricultores, artesanos y comerciantes con griegos y fenicios, acuñaban moneda y tenían escritura. Nunca formaron una unidad política.
  • Los celtas, de origen indoeuropeo, llegaron por los Pirineos y se asentaron en el norte y oeste. Eran ganaderos y metalúrgicos y desconocían la escritura. Se distinguían grupos como celtíberos, lusitanos o galaicos.

Fenicios (siglo VIII a.C.), griegos (VII a.C.) y cartagineses (VI a.C.) colonizaron la Península, aportando escritura, moneda, cultivos y comercio.

Tartessos, en el suroeste, destacó por su riqueza minera y relaciones comerciales, pero desapareció hacia el 500 a.C. tras su derrota ante los cartagineses.

La Hispania Romana

Roma conquistó la Península entre los siglos III y I a. C.

  • En la 1ª etapa (218-201 a.C.), en las Guerras Púnicas, Roma venció a Cartago tras la toma de Sagunto y Cartago Nova.
  • En la 2ª (154-133 a.C.), derrotó a los lusitanos de Viriato y a los celtíberos en Numancia.
  • En la 3ª (29-19 a.C.), Augusto sometió el norte en las guerras cántabras.

La romanización impuso la cultura, lengua y administración romana, dividiendo Hispania en provincias. Roma dejó un legado en:

  • Urbanismo (Tarraco, Mérida)
  • Infraestructuras (acueducto de Segovia, red de calzadas)
  • Derecho y Economía

Hispania dio al Imperio figuras como Séneca, Trajano y Adriano, y contribuyó a la difusión del cristianismo.

La Monarquía Visigoda

En el 409, suevos, vándalos y alanos invadieron Hispania, pero los visigodos, contratados por Roma, los expulsaron salvo a los suevos en Galicia. Tras la caída de Roma (476) y su derrota en Vouillé (507), los visigodos establecieron su reino en Toledo.

Destacaron reyes como:

  • Leovigildo, que unificó el territorio.
  • Recaredo, que adoptó el catolicismo.
  • Recesvinto, que creó el Fuero Juzgo.

El rey, elegido por la nobleza, gobernaba con el Officium Palatinum, el Aula Regia y los Concilios. En el III Concilio de Toledo (589) se eliminó el arrianismo, y en el IV se consolidó la monarquía electiva.

Edad Media en la Península Ibérica

Al-Ándalus: Evolución Política

En 711, Tariq derrotó al rey visigodo Rodrigo en Guadalete, iniciando la conquista musulmana de la Península, que pasó a llamarse Al-Ándalus.

Su evolución política incluyó:

  • Inicialmente, fue un emirato dependiente del califa omeya de Damasco.
  • En 756 Abderramán I estableció un emirato independiente.
  • En 929, Abderramán III proclamó el Califato de Córdoba, alcanzando su mayor esplendor.
  • En 1031 se fragmentó en reinos de taifas.
  • La debilidad de estos llevó a la intervención de almorávides y almohades, quienes dominaron hasta la derrota en las Navas de Tolosa (1212).

El último reducto musulmán, el Reino Nazarí de Granada, resistió hasta su conquista por los Reyes Católicos en 1492.

Al-Ándalus: Economía, Sociedad y Cultura

La economía andalusí se basó en la agricultura de regadío (arroz, cítricos, azafrán), la artesanía (textil, cerámica, armas) y el comercio con Europa, Asia y África.

La sociedad estaba encabezada por la aristocracia árabe, seguida de mercaderes, artesanos y campesinos, además de minorías como judíos, mozárabes y muladíes.

La cultura se enriqueció con la influencia helenística e india, destacando en astronomía, matemáticas y medicina, con figuras como Averroes y Abulcasis. Córdoba fue el centro cultural y urbano más importante, junto a monumentos como la Alhambra o la Giralda.

El legado judío floreció entre los siglos X y XII, con figuras como Ibn Shaprut y Maimónides, y tuvo gran impacto en la filosofía y la ciencia medieval.

Los Reinos Cristianos y la Reconquista

Tras la batalla de Covadonga (722), surgió el Reino de Asturias, que luego se trasladó a León. Castilla se consolidó como condado independiente con Fernán González. En los Pirineos, la Marca Hispánica dio origen a Navarra, Aragón y los Condados Catalanes.

En los siglos XI-XII, los reinos cristianos expandieron sus territorios tras la caída del Califato. En 1212, la victoria cristiana en las Navas de Tolosa marcó la hegemonía cristiana, con Fernando III unificando Castilla y León y Jaime I conquistando Valencia y Mallorca. La Reconquista terminó en 1492 con la toma de Granada.

Castilla tenía una monarquía unitaria, mientras que Aragón era federativa. Las Cortes surgieron como órgano consultivo, con cargos como alférez, mayordomo y canciller.

Modelos de Repoblación y Sociedad Medieval

La repoblación cristiana siguió distintos modelos:

  • La presura (VIII-X) favoreció la pequeña propiedad en la cordillera cantábrica y los Pirineos.
  • La repoblación concejil (XI-XII) creó concejos con fueros en los valles del Duero, Tajo y Ebro, generando medianas propiedades.
  • Las Órdenes Militares (XIII) recibieron grandes latifundios en el Júcar, Turia y Guadiana.
  • Los repartimientos (XIII) otorgaron tierras en Andalucía y Levante, formando grandes propiedades.

La sociedad feudal se basaba en relaciones de vasallaje entre el rey, nobleza y clero, y en la servidumbre de los campesinos.

La sociedad estamental incluía:

  • Nobleza y Clero, con privilegios.
  • El Pueblo Llano, compuesto por campesinos, artesanos y una burguesía urbana emergente con cierta influencia en las Cortes.

La Baja Edad Media: Reinos Peninsulares

En la Baja Edad Media, los monarcas de Castilla, Aragón y Navarra tenían el máximo poder, pero con diferencias en su gobierno.

  • En Castilla, Enrique II consolidó instituciones como la Audiencia, la Cancillería y el Consejo Real, con una monarquía unitaria y corregidores en los Concejos.
  • En Aragón, la monarquía era federativa y pactista, con los Fueros de Aragón y el Justicia como garante de las leyes.
  • Navarra, presionada por Castilla y Aragón, mantuvo sus propios fueros hasta su conquista por Fernando el Católico en el siglo XV, quedando la Alta Navarra en Castilla y la Baja Navarra bajo dominio francés.