P.1: Formación y Consolidación de los Reinos Cristianos

1.1. El Reino Astur

Hacia el 722 tuvo lugar en Covadonga un enfrentamiento entre destacamentos árabes y un grupo de cristianos encabezados por un tal Pelayo. Se considera esta batalla como una continuación de las escaramuzas. Este núcleo de resistencia pudo sobrevivir gracias al desinterés musulmán. A partir del 740, estallaron las luchas internas musulmanas, los cristianos conseguirían extender su dominio a la zona de los vascos occidentales y hacia Galicia. Se estableció la capital en Oviedo y se organizaron el Estado y la administración. También se configuró una iglesia independiente de la de Toledo. Aparecería el mito de Santiago, potenciado por la corona, al tiempo que se estrechaban las relaciones con el imperio carolingio. Desde la segunda mitad del siglo IX comenzaría la extensión del reino hacia el sur. Durante el reinado de Alfonso III, la monarquía asturiana alcanzó su máximo apogeo, situando la frontera en el río Duero. Buena parte del éxito se debía a los problemas internos que experimentaba al-Ándalus; el reino astur era un estado militar y políticamente sólido, con una monarquía cuya autoridad estaba reforzada por el apoyo de los mozárabes.

1.2. El Reino de León y el Condado de Castilla

A comienzos del siglo X, al trasladarse la capital del reino astur a León, podemos hablar de Reino Leonés. La nueva capital estaba más próxima a la frontera. La batalla de Simancas, en la que fueron derrotados los musulmanes, permitió la ocupación de Salamanca y Sepúlveda. Esta región se denominó Extremadura del Duero. El condado de Castilla surgió en la primera mitad del siglo X, como un poder casi independiente dentro de León, formado a partir de los núcleos vascones del este de Cantabria y de la actual Vizcaya. El conde Fernán González se convirtió en el personaje más influyente, supo aprovechar sus éxitos militares para afianzar la influencia castellana.

1.3. El Reino de Navarra

Las comunidades que habitaban en las montañas tampoco fueron dominadas por los árabes. Éstos entregaron el control a nobles muladíes que mantenían buenas relaciones con las tribus vasconas y pirenaicas. A comienzos del siglo IX se formaron el reino de Navarra y el condado de Aragón. En el 859 los navarros, aliados con los asturianos, derrotaron a los musulmanes en la batalla de Albelda. El condado de Aragón quedó anexionado a comienzos del X.

1.4. Los Condados Catalanes

Los territorios del Pirineo oriental fueron conquistados por los carolingios, constituyendo la Marca Hispánica. Condados gobernados por familias francas, que actuaban como zona fronteriza del imperio carolingio frente a los árabes. A finales del siglo IX, se produjo una expansión hacia el sur que incluyó la conquista de la plana de Vic.

1.5. La Crisis de Finales del Siglo X y la Reordenación de Reinos

El proceso de expansión se detiene hacia mediados del siglo X por dos causas. En primer lugar, la ampliación exigía un proceso de colonización y redistribución de la población, ordenando el territorio y construyendo fortificaciones. En segundo lugar, Al-Mansur realizó una política enormemente agresiva que castigó duramente los reinos del norte y mantendría a la población fronteriza en un estado de zozobra permanente.

2. Principales Etapas de la Reconquista

Durante los siglos XI al XIII se reanudaría la expansión de los reinos cristianos. A causa de la debilidad de al-Andalus, también se debió al crecimiento económico y demográfico de los reinos y al espíritu de cruzada. Se entendía como un deber de la cristiandad el combatir al Islam. Por último, influyeron los cambios en el terreno militar, tanto técnicos como tácticos.

2.1. La Primera Etapa: Conquista de los Valles del Tajo y del Ebro

Durante buena parte del siglo XI el avance cristiano fue casi inexistente, a causa de los conflictos internos, pero también por la política de parias (pago de tributos) que fueron exigidos a los reyes musulmanes, a cambio del compromiso, no solo de no atacarles, sino de ayudarles con la defensa. Las parias también generaron un efecto negativo. Los reyes cristianos recibieron mucho oro, que fortaleció su autoridad. El oro sirvió para fortalecer los ejércitos y el desarrollo económico. La conquista de Toledo la dirigió en 1085 Alfonso VI de Castilla. La toma de Toledo supuso un golpe espectacular. Castilla se anexionaba grandes territorios fértiles, y además conquistó la vieja capital visigoda. Con el tiempo, la ciudad se convertiría en el señorío más grande de toda la península. Poco después se conquistó la taifa de Valencia por el Cid. La reacción musulmana fue inmediata, llamando a los almorávides. Los guerreros bereberes consiguieron reunificar al-Ándalus, recuperando los reinos taifas.

2.2. La Segunda Etapa: Conquista de los Valles del Guadiana, Alto Júcar y Turia

La Corona de Aragón nació de la unión en una misma dinastía de Aragón y Cataluña, mediante un pacto matrimonial. La corona castellanoleonesa experimentó a mediados del siglo XII una crisis política. En 1143 se separó el reino de Portugal, y al morir Alfonso VII se dividió el reino entre sus hijos. De nuevo León y Castilla se independizan. Teruel es conquistado por Aragón y Cuenca, Álava y Guipúzcoa por los castellanos. A finales de siglo, Alfonso VIII decidió lanzarse contra los almohades en solitario, que le derrotaron en la batalla de Alarcos y destrozaron el ejército castellano.

2.3. La Tercera Etapa: La Conquista del Valle del Guadalquivir, Levante y Baleares

La derrota de Alarcos tuvo el efecto de disolver diferencias y reunir, no solo a los reyes de Castilla, Aragón y Navarra, sino a muchos nobles europeos que acudieron a la cruzada contra el Islam. En 1212, los cristianos encontraron al ejército almohade en las Navas de Tolosa. El resultado fue una victoria aplastante de los cristianos. La conquista de Extremadura fue realizada por Alfonso IX de León, y la conquista de Andalucía y Murcia emprendida por Fernando III de Castilla, que además consiguió reunificar definitivamente Castilla y León. En la rapidez de la conquista, Muhammad I facilitó la entrega de territorios como Córdoba y Jaén, y ayudó en la conquista de Sevilla. El dominio musulmán quedó reducido al reino nazarí de Granada. En la Corona de Aragón, Jaime I el Conquistador se sintió lo suficientemente seguro en el trono como para lanzarse a la expansión. La conquista de Valencia fue realizada conjuntamente por la nobleza aragonesa y catalana. La conquista urgía, ante el avance del reino de Castilla, que amenazaba con superar los límites territoriales pactados en el tratado de Cazola.