El Trabajo de los Indígenas Americanos Tras la Conquista: Las Encomiendas

Los españoles en América aspiraban a sacar rendimiento de la conquista y esto no se podía hacer sin el trabajo de los indígenas. Sin embargo, una buena parte de estos, no habituados al trabajo regular, no estaban dispuestos a trabajar voluntariamente, por lo que fue necesario obligarles. La encomienda suponía la entrega, por parte de la Corona, de un número de indios a un español en calidad de fuerza de trabajo. Así ocurrió en las Antillas, mientras que en el continente, fundamentalmente, en lugar de repartir indios, se adjudicaron a los encomenderos los tributos de un cierto número de indígenas.

Los encomenderos tenían la obligación de instruir y evangelizar a los indios, pero reunir en un mismo instrumento la cristianización de los indígenas y la explotación de su fuerza de trabajo resultó un fracaso. Los misioneros (Montesinos, Las Casas…) denunciaron la explotación del indio y fueron escuchados en España, contribuyendo así a la mejora paulatina de la situación del indígena americano.

Mudéjares y Moriscos

Mudéjares

Conocemos con el nombre de mudéjares a los musulmanes sometidos a los poderes cristianos tras el avance de estos sobre el territorio de Al-Ándalus. Se les permitió conservar su religión, sus costumbres, su cultura y se organizaron en aljamas que gozaron de la protección real. A lo largo de los siglos hubo una coexistencia respetuosa entre cristianos y musulmanes. No obstante, son poblaciones sometidas a una cierta segregación social y a unas cargas fiscales mayores que las soportadas por la población cristiana. Con el tiempo, la tolerancia religiosa declinó, especialmente tras la toma de Granada, y se caminó hacia la unidad religiosa. La impronta mudéjar se aprecia en la arquitectura, con ejemplos sobresalientes en Aragón (Seo de Zaragoza, torres mudéjares de Teruel…).

Moriscos

A comienzos del siglo XVI fueron obligados a convertirse al cristianismo, momento a partir del cual se les denomina cristianos nuevos o moriscos. El proceso de integración avanzó en algunas regiones, pero la presencia de los piratas berberiscos y de los turcos como enemigos de la monarquía, les hizo sospechosos. Fueron expulsados a comienzos del siglo XVII por el rey Felipe III, alegando su condición de malos cristianos y de potenciales aliados de los turcos. La medida afectó gravemente a Valencia y Aragón, dejando multitud de pueblos vacíos que fue necesario repoblar.

La Ilustración

Movimiento ideológico europeo (s. XVIII) que va a ser la base ideológica de las revoluciones liberales o burguesas. Tiene su origen en Francia, donde destacan pensadores como Rousseau (el contrato social), Voltaire (la tolerancia) y Montesquieu. Sus características principales son la importancia que se le otorga a la razón, el progreso, la felicidad, la educación, la ciencia. Preconizan la igualdad de todos los individuos ante la ley y la libertad, criticando el Antiguo Régimen y sus instituciones.

La ilustración española se caracteriza por su carácter más moderado y religioso que la francesa. Su introducción fue lenta y difícil. Las causas de este retraso fueron:

  • La ausencia de una burguesía importante
  • El conservadurismo de la universidad
  • El enorme peso de la iglesia

Entre todos los ilustrados españoles destacan Jovellanos, Campomanes, Olavide, Cadalso, Floridablanca, Aranda, Feijoo,… que analizaron la problemática de la nación y propusieron reformas con el objetivo de superar el atraso del país. De su seno, tras la correspondiente evolución, surgirá el pensamiento liberal que triunfará en el siglo XIX. Las líneas de pensamiento más importantes de la ilustración española son:

  • Reformas que acaben con el atraso económico, especialmente en el sector agrario.
  • La educación obligatoria en todos los niveles. Consideraban que la cultura sacaría al país del atraso. Se enfrentaron a la iglesia y definieron la necesidad de una enseñanza útil y práctica.
  • Los ilustrados criticaron los privilegios de la nobleza o el elevado número de eclesiásticos y defendieron la dignidad de los oficios mecánicos.

El peso del pensamiento ilustrado se hizo patente en el reformismo durante el reinado de Carlos III: como declarar honestas todas las profesiones y oficios, limitar los privilegios de la Mesta, colonización de nuevas tierras (Sierra Morena), liberalización del comercio, fomentar la industria con la creación de las Reales Fábricas, creación de las Reales Academias: De la Lengua, De Historia, De San Fernando, etc.

La Repoblación Cristiana

El avance de los ejércitos cristianos sobre territorio musulmán vino acompañado de un movimiento de colonización del mismo, para consolidar el dominio de las tierras ocupadas. En el norte y en los primeros momentos, la ocupación de las tierras se hacía por hombres libres mediante “presura” o “aprisio” (en Aragón), título con el que el rey autorizaba la ocupación. En algunas zonas permanecieron los musulmanes (mudéjares), merced a unas capitulaciones de rendición generosas. Una parte de la tierra fue entregada a los nobles que participaron en la conquista, a las órdenes militares o a grandes concejos encargados de su repoblación. En determinadas tierras de frontera se otorgaron cartas de población y fueros, en los cuales se concedían ventajas y facilidades a quienes fuesen a poblar las tierras de frontera. Suelen allí fijarse los límites de los términos, las condiciones de acceso a la tierra, la concesión de franquicias y unas normas básicas sobre la vida municipal. Los fueros –a veces incluyen la primitiva carta de población- son instrumentos jurídicos, otorgados por los monarcas, que regulan la vida local. En Aragón, a partir de 1247, se produjo un proceso de unificación foral que dará lugar a los “Fueros de Aragón”, normas legales emanadas del Rey con las Cortes.