El Reinado de Fernando VII (1814-1833)

El Retorno al Absolutismo (1814-1820)

Al inicio de su reinado, Fernando VII restableció el absolutismo, abolió la obra de las Cortes de Cádiz y persiguió a los liberales.

El Trienio Liberal (1820-1823)

Entre 1820 y 1823, el pronunciamiento de Rafael del Riego dio lugar al Trienio Liberal. Durante este periodo, los gobiernos liberales restablecieron la Constitución y la obra de las Cortes de Cádiz. Mientras tanto, Fernando VII buscó el apoyo de las potencias absolutistas europeas de la Santa Alianza. Esta envió un ejército, los Cien Mil Hijos de San Luis, que permitió a Fernando VII restablecer el absolutismo.

La Década Ominosa (1823-1833)

Los últimos diez años del reinado, conocidos como la Década Ominosa, estuvieron marcados por el gobierno absolutista, la independencia de la América española y el problema sucesorio.

El Reinado de Isabel II (1833-1868)

La Regencia (1833-1843)

Durante la minoría de edad de Isabel II, ejerció la regencia su madre. Este periodo estuvo marcado por la Primera Guerra Carlista entre absolutistas (carlistas) y liberales, con la victoria de estos últimos y la implantación de un sistema político liberal.

El Reinado de Isabel II (1843-1868)

En 1843 se proclamó la mayoría de edad de Isabel II. Su reinado se caracterizó por la inestabilidad política debido al enfrentamiento entre los partidos liberales.

La Década Moderada (1844-1854)

Se rigió por la Constitución moderada de 1845.

El Bienio Progresista (1854-1856)

Se redactó la Constitución de 1856, que no llegó a publicarse.

El Desmoronamiento de la Monarquía Isabelina (1856-1868)

En estos años se produjo la alternancia en el poder de los liberales moderados y de la Unión Liberal. Aumentó la oposición al régimen liberal y surgieron nuevos partidos, como los demócratas, defensores del sufragio universal masculino, y los republicanos.

El Sexenio Revolucionario (1868-1874)

En 1866, demócratas y liberales progresistas firmaron el Pacto de Ostende para derrocar a la reina. El triunfo de la Revolución de 1868 provocó el exilio de Isabel II. Se formó un gobierno provisional que promulgó la Constitución de 1869.

La Monarquía Democrática (1871-1873)

Con Amadeo de Saboya como rey, este periodo se caracterizó por la oposición de republicanos y borbónicos, e insurrecciones militares. Amadeo abdicó en 1873.

La Primera República (1873-1874)

Se elaboró la Constitución de 1873, que establecía un estado federal. El gobierno republicano se enfrentó a la Tercera Guerra Carlista, la Guerra de los Diez Años en Cuba y la insurrección cantonal. Estos problemas favorecieron la Restauración borbónica.

La Sociedad de Clases del Siglo XIX

La sociedad estamental fue sustituida por una sociedad de clases. La antigua nobleza terrateniente mantuvo su poder, mientras que la burguesía y el proletariado tuvieron un desarrollo escaso.

La Clase Alta

Integrada por la antigua nobleza y la alta burguesía. La nobleza perdió sus privilegios, pero mantuvo su influencia. La burguesía industrial tuvo menos peso.

La Clase Media

Incluía a los medianos propietarios agrarios y a grupos urbanos como profesionales liberales y funcionarios.

La Clase Baja

Formada en el campo por pequeños propietarios, arrendatarios y jornaleros; y en las ciudades por empleados, asalariados y un naciente proletariado.

Los Conflictos Sociales del Siglo XIX

Los jornaleros y los obreros industriales protagonizaron los conflictos sociales.

Los Jornaleros

Sufrían bajos salarios y paro estacional, lo que provocó numerosas revueltas.

Los Obreros Industriales

Sufrían largas jornadas, bajos salarios, falta de seguros, explotación infantil y malas condiciones de vida.

El Movimiento Obrero

Surgió para hacer frente a estos problemas. Las primeras protestas fueron destrucciones de máquinas. Después, se formaron asociaciones obreras para reivindicar mejoras, que tuvieron escasa importancia hasta el reconocimiento de la libertad de asociación en el Sexenio Revolucionario.