La Edad Media

En el siglo VI, los visigodos, pueblo procedente del centro de Europa, invadieron la península ibérica, donde fundaron un reino con capital en Toledo. Adoptaron el latín como lengua, a la que aportaron algunos vocablos de origen germánico, y se convirtieron a la ortodoxia romana. De este modo, pronto formaron un cuerpo social único con los hispanorromanos. En el año 711, penetraron en la península los ejércitos islámicos. En 756 se produjo la ruptura con Damasco (capital del Imperio musulmán): se constituyó así el Emirato independiente de Al-Ándalus, que en 929 se convirtió en Califato. De esta manera, quedó consumada la ruptura política y religiosa con Oriente. Replegados en las montañas del norte peninsular, los pueblos cristianos no sometidos al dominio musulmán realizaron diversas incursiones para ganar territorio. A partir del siglo XIII, se organizó e impulsó la expansión territorial conocida como Reconquista.

Estructura Social

La característica fundamental de los pueblos cristianos fue la organización en reinos. El poder real tenía carácter divino e incluía la jefatura suprema del ejército, potestad legislativa y atribuciones político-administrativas. La sociedad medieval se hallaba sumamente jerarquizada, lo que se evidencia en las grandes diferencias existentes entre los grupos sociales.

Influencias Culturales

La cultura medieval castellana se vio condicionada por tres circunstancias que resultaron determinantes:

Contacto con el Islam

En el siglo XII se desarrolló en Toledo una fecunda labor de traducción del árabe al latín.

Triunfo de las Lenguas Románicas

El latín culto de los eclesiásticos fue durante siglos la lengua en la que se plasmaron las obras de los centros monásticos y los documentos oficiales.

Fundación de las Primeras Universidades

En el siglo XIII surge la Universidad de Palencia (1208), trasladada luego a Valladolid, y la de Salamanca (1218). Como lengua, el latín. Con el tiempo, el Derecho, la Medicina y las Artes se independizaron de la Teología e incorporaron novedades en el pensamiento.

La Crisis del Siglo XIV

En el siglo XIV se paralizó la expansión militar castellano-leonesa, en coincidencia con una época de crisis general. En esta centuria, las epidemias, el hambre y las guerras causaron una gran merma demográfica que afectó en especial al mundo rural. La agricultura se encontraba estancada; por el contrario, la ganadería ovina alcanzó una importante expansión gracias a medidas como la oficialización de la Mesta. La alta nobleza se erigió en clase hegemónica y surgió una oligarquía nobiliaria, integrada por un reducido número de linajes. Mientras los mudéjares se convertían al cristianismo o emigraban a Granada y al norte de África, los judíos fueron víctimas de la hostilidad de las masas cristianas, que los culpaban de todos los males. Por ello, muchos se convirtieron al cristianismo, lo que originó un nuevo problema: el enfrentamiento entre cristianos viejos y cristianos nuevos o conversos.

Grupos Sociales Minoritarios

Entre los musulmanes que vivían en los territorios cristianos se encontraban los mudéjares, que no renunciaban a su lengua ni a sus creencias, y los moriscos, musulmanes convertidos al catolicismo. En Al-Ándalus, los hispanogodos se dividieron progresivamente en dos grupos: los muladíes, islamizados e incorporados al mundo musulmán, y los mozárabes, que mantenían su lengua y sus creencias religiosas. Tanto en la zona cristiana como en la musulmana, había también judíos, que se dedicaban, en su mayoría, al comercio y la industria. Debido a la hostilidad de los almorávides y de los almohades, muchos emigraron a Castilla y León, donde ocuparon puestos de confianza de reyes y nobles. Pese a los enfrentamientos, en los reinos cristianos, la convivencia fue llevadera hasta el siglo XVI. Como consecuencia de la repoblación, llegaron numerosos extranjeros, denominados genéricamente francos, que se dedicaban al comercio y la artesanía.

El Siglo XV

En el siglo XV disminuyeron los brotes epidémicos, lo que produjo una recuperación demográfica que favoreció la reconstrucción agraria de Castilla. La trashumancia de la Mesta incrementó el comercio interno, favoreció la celebración de ferias y las exportaciones de lana merina. En la primera mitad del siglo, reinó una gran inestabilidad política, producto de los conflictos entre la aristocracia y la monarquía. La nobleza extendió su dominio al ámbito cultural. Los nobles se volvieron más refinados y disfrutaron de la vida cortesana, artística e intelectual. Desde Italia se abrió paso a una nueva corriente, el Humanismo, que implicaba el acercamiento a la literatura clásica y una nueva valoración del lugar del hombre en el universo. Con los Reyes Católicos (Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, que contrajeron matrimonio en 1469), se instauró una monarquía dual que implicaba la unión en sus personas de ambos reinos. Los monarcas abordaron la unidad territorial de la península, anexionando, en 1492, Granada, último bastión musulmán, y en 1512, Navarra. Algunos judíos habían ocupado puestos clave en el gobierno, ante el recelo de los cristianos viejos. En 1478 se creó el Tribunal de la Inquisición para vigilar las conversiones y, en 1492, se obligó a los judíos a convertirse o abandonar el país, por lo que muchos de ellos salieron de la península. En 1502 se expulsó de Castilla a todos los no conversos, incluidos los musulmanes. El reinado de los Reyes Católicos traspasó los límites continentales: en 1492, Colón llegó a América y, desde entonces, se desarrollaron ambiciosas expediciones hacia el Nuevo Mundo. Ese mismo año, Elio Antonio de Nebrija publicó la primera gramática de la lengua española.